lunes, 1 de agosto de 2016

CUATRO CORZOS Y UNA MARIPOSA

El domingo salí un par de horas por Santorcaz y como siempre, lo de madrugar suele tener recompensa a la hora de ver mamíferos. Si la última vez vi una corza con su corcino, esta vez ha sido una familia completa: una pareja y dos crías.

A la izquierda los corcinos y a la derecha los adultos
En esta época, los corzos andan en celo y los machos persiguen a las hembras, aunque según la bibliografía, algunas parejas permanecen unidas más allá del celo. No sé en este caso qué es lo que sucedía, pero estaba claro que el macho olisqueaba a la hembra y la seguía muy de cerca.

A la izquierda el macho y a la derecha la hembra
El macho olisquea y persigue a la hembra
Los corcinos, iban a lo suyo y aunque los adultos se alejaron, se dedicaron a comer a la sombra sin mirar lo que los adultos podían estar haciendo.

Los jóvenes hermanos no siguieron la dirección de los adultos
A la sombra y junto a la vegetación fresca se estaba mejor
Como siempre, vi alguna cosa más, como un halcón peregrino, lo que me mosquea porque ya es la tercera vez este verano... En todo caso, nada se dejó fotografiar salvo una bella macaón (Papilio machaon).

Esta bella mariposa debió sufrir algún percance pues sus alas estaban dañadas

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