Mostrando entradas con la etiqueta curruca mirlona. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta curruca mirlona. Mostrar todas las entradas

domingo, 29 de mayo de 2022

CURRUCA MIRLONA, ZARCERO COMÚN Y AGUILUCHOS LAGUNEROS

Además de la aventura del colirrojo, el fin de semana anterior también me dio para dar un corto paseo en la mañana del domingo. A pesar del tórrido sábado, las lluvias de abril y mayo mantienen el campo precioso. 

Un macho de curruca mirlona (Sylvia hortensis) cantando

Un milano real (Milvus milvus) raro en estas fechas por esta zona

Un zarcero común (Hippolais polyglota) cantando en un olmo

Una hembra de aguilucho lagunero (Circus aeroginosus) cogiendo material
que aportó al nido inmediatamente después

El macho también aportó al nido, y luego se fue a un barbecho

A pesar de que estaba lejos y a cubierto, creo que él me veía a mí

Aquí se aprecia el detalle de su ojo ambarino

A pesar de la lejanía en este vídeo se le ve con cierta definición

Pasaron un par de buitres negros (Aegypus monachus) volando bajo

Ya con los niños en el parque, un águila real (Aquila chrysaetos) juvenil volando muy alto

lunes, 22 de junio de 2015

CORZOS Y ÁGUILAS CULEBRERAS

¡Cuánto hacía que no disfrutaba un día de campo en Santorcaz, a solas, con un buen madrugón, y sin tener que coger coche! Sólo tenía que volver relativamente pronto para ayudar a tener todo preparado en casa, pero como sabía que iba a hacer calor, contaba con estar de vuelta pronto.
La primera de las fotografías que hice, no me hizo pensar en que parte de lo que vendría después estaría muy relacionado.

Camisa de culebra bastarda (Malpolon monspessulanus)

Sabiendo que aún era una hora "hábil" para los mamíferos, me encaramé a uno de los cerros del pueblo. Pronto se cumplieron mis pronósticos y pude fotografiar a dos corzos (Capreolus capreolus) a gran distancia, separados entre ellos y yo unos 400 m. Mirando con cuidado me di cuenta de que uno de los corzos era corza, y tenía a su corcino oculto en la cebada.

Uno de los corzos, al sol...
... y el otro a la sombra, y entre la cebada se aprecian las orejas de la cría
También al moverme en mi atalaya me di cuenta de que un águila culebrera (Circaetus gallicus) había elegido el mismo lugar elevado, pero yo sólo me di cuenta de su presencia cuando salió huyendo y se posó al otro lado del valle.

Parte superior del águila culebrera
Culebrera vista desde el otro lado del valle
Volviendo la atención a los corzos, como entre la madre con su cría y yo, había varios matorrales y olivos, y además, había un viento lateral que ocultaría mi olor y el ruido de mis pisadas, me acerqué hasta unos 100 metros sin ser visto, con lo que pude disfrutar de los lametones, carantoñas y mamoneos que se traían madre e hijo.

Carantoñas de la corza a su cría
El corcino mamando

Formando parte de un olivo, nadie me veía, y algún pájaro se me puso a tiro, mientras disfrutaba de la familia de corzos.

Abejaruco (Merops apiaster)
Curruca mirlona (Sylvia hortensis) cantando
Contento, me alejé por donde había venido, y crecido con mi capacidad de confundirme con el paisaje, me acordé de la culebrera. Viendo que continuaba posada a casi un kilómetro y sabiendo de un bosquete próximo que me ocultaría, me acerqué a ella y de nuevo la fotografié, esta vez más cerca.

Águila culebrera, con su espectacular ojo amarillo
Ya me iba a ir cuando levantó el vuelo y tras coger algo de altura se acercó hacia donde me ocultaba, así que la pude fotografiar planeando, dándome cuenta de que estaba mudando varias rectrices de su cola.

Ciñendo el viento para girar y coger altura
Sobre mi vertical, se aprecia perfectamente el diseño de su plumaje 
y las rectrices externas creciendo
Abandoné el bosquete buscando nuevos bichos, pero al mirar arriba de nuevo ¡águila culebrera! Aunque esta vez no era una, sino una pareja y además una hembra de aguilucho lagunero que sintió amenazado su territorio, por lo que decidió acosar a las águilas hasta que se alejaron.

A la izquierda una de las águilas culebreras, a la derecha, 
más pequeña y oscura, la hembra de aguilucho lagunero
La pareja de águilas culebreras, ambas muy blancas
La lagunera, color chocolate con dorado en los hombros y cabeza
Ya me sentía un elemento más de la naturaleza, pero aunque me salieron un par de azores y un búho real, éstos no fallaron, y me vieron mucho antes que yo a ellos, así que no puede fotografiarlos. Sólo unos perdigones (Alectoris rufa), sin duda aún inexpertos, me salieron casi entre los pies al andar por un camino.

Perdigón a todo correr por un camino
Sentado a la sombra, pues ya hacía calor, se me presentó una cogujada montesina (Galerida theklae) que con algún saltamontes en el pico no se decidía a entrar a su nido, no fuese que lo descubriese.

Cogujada montesina con su ceba en el pico
Sabiendo que molestaba me volví para casa, aunque antes de llegar me entretuve con varias golondrinas (Hirundo rustica) y aviones (Delichon urbicum) que cogían barro para hacer sus nidos en el lavadero municipal.

Golondrina común a la izquierda y avión común a la derecha
Tras currar bastante en casa, al atardecer salí a dar una vuelta con mi mujer por el camino de Corpa. Con el contraluz del atardecer, algunas mariposas tenían un encanto especial al estar retroiluminadas.

Colias crocea alimentándose de unas flores de alfalfa
Como el día iba de culebras y culebreras, encontramos en una cuneta una enorme culebra bastarda recién atropellada. Como siempre una pérdida inútil que bien habría hecho las delicias de las culebreras de la mañana. Algún zorro se la comería por la noche…

Enorme culebra bastarda atropellada
El sol siguió bajando y en algunos momentos lanzaba curiosos destellos en las espigas de las gramíneas silvestres.

Atardecer en el camino de Corpa, al fondo, las antenas de Anchuelo
Ya sin sol, llegaba el turno de los noctámbulos y antes de llegar a Santorcaz, con el sonido de fondo de algún alcaraván, había que entretenerse en buscar en los majanos la silueta de algún mochuelo (Athene noctua). Afortunadamente uno se recortaba sobre el oeste donde se puso el sol.
Mochuelo apostado en un majano

lunes, 19 de mayo de 2014

OROPÉNDOLA Y ALCAUDÓN COMÚN

La primavera aguanta espléndida y no me cuesta nada echarme al monte. La mañana del sábado junto a un amigo me puse a contar aves para el III Atlas de Aves Reproductoras de España. El lugar fue Valdarachas, un pueblito alcarreño rodeado de unas maravillosas manchas de monte mediterráneo. 

Aspecto del Barranco de Valdenazor en Valdarachas
Como la cosa iba de contar, no hice muchas fotos, pero esta preciosa mariposa aurora o musgosa no escapó a mi objetivo.

Anthocharis cardamines
Ya en Santorcaz y con mi mujer, antes de comer, pudimos descubrir a una brillante oropéndola (Oriolus oriolus) que cantaba medio oculta en un álamo. Tan bellas como tímidas, no es fácil fotografiar a estas amarillas aves sin urdir algún engaño, pero nosotros lo conseguimos.

Macho de oropéndola entre el follaje
Más cerca aún se observa intenso amarillo de todo su plumaje salvo las alas
Por la tarde, nos dimos un paseo hasta Pioz, y a la vuelta, ya anocheciendo, descubrimos un estilizado corzo (Capreolus capreolus), junto a los pinares de la finca de La Estación Transmisora de La Marina. Tras el doble vallado, los corzos se sienten seguros y permiten buenos acercamientos.

Al atardecer con la luz dorada del sol
Ya a la sombra y a la carrera se observa su escudo anal blanco
El domingo otro paseo hacia Anchuelo (¡¡vaya piernas estamos echando!!) y por el camino descubrimos un gazapo,  una rara mariposa y coloridas polillas y orugas:

Incauto gazapo alimentándose en mitad de un camino
Euphydryas desfontainii o doncella española
Oruga de Papilio machaon
Zygaena lavandulae o gitanilla de collar blanco, una polilla diurna 
que con sus llamativos colores avisa de su toxicidad, ya que contiene cianuros
También vimos y escuchamos a un valiente triguero (Emberiza calandra) cantando. Siembre me fijaré en su robusto y afilado pico que debe abrir y triturar cualquier pequeña semilla que se ponga a tiro.

Triguero, en el vídeo siguiente se puede escuchar su característico canto

Al final decidimos descansar un rato y aprovechando que llevaba la red de camuflaje, no tardamos en pasar inadvertidos y estar rodeados de pajarillos que nos ignoraban. La estrella fue un alcaudón común (Lanius senator), pero hubo algunos más.

Al posarse observó hacia arriba a la izquierda...
...arriba a la derecha...
y hacia un lado mostrando su vientre y garganta blancas.
En otro posadero, mostró el flanco, donde se aprecia su antifaz negro,
al igual que las alas, y coronilla y nucas color teja.
Ya más tranquilo, se dedicó a acicalarse el vientre...
... y la espalda.
Con el plumaje ahuecado descansó largo tiempo.

En el vídeo se observan algunos de sus movimientos


En el mismo almendro, bajo el alcaudón,
una curruca mirlona se puso a cantar (Sylvia hortensis)
La curruca nos observó con curiosidad
Escribano montesino (Emberiza cia) medio oculto en un olivo
Jilguero (Carduelis carduelis) macho en un olivo
Y aquí acaba, la crónica, que esta vez va de dedicada a unos amigos muy especiales que están pasando unos momentos duros. No creo que tengan tiempo para leerlo, pero aquí queda escrito para siempre.