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martes, 16 de febrero de 2021

SAPO CORREDOR, BISBITAS Y GRULLAS

Después de varias borrascas y tareas varias, por fin hemos podido disfrutar del buen tiempo en Santorcaz. El sábado dimos un paseo por un camino y para despertar el interés de los niños, empecé a levantar piedras, ya que siempre hay cosas interesantes bajo ellas: hormigueros, lombrices, cochinillas y todo tipo de bichos. Tuvimos suerte y nos tocó uno de los premios gordos, un sapo corredor (Bufo calamita) que no se ven todos los días.  

Los niños aprendieron cómo es un sapo, y que son inofensivos salvo que aprietes sus verrugas que contienen veneno

Desde casa, puede ver un grupito de tres buitres negros (Gyps fulvus)

Por la tarde vimos un gran grupo de grullas (Grus grus), se ve que se acaba el invierno


El domingo, para celebrar San Valentín, me regalaron un vale por dos horas de pajareo, así que aprovechando que se acaba el plazo para hacer el seguimiento de aves comunes invernantes SACIN, promovida por SEO/BirdLife.

Ya en el recorrido, unos bisbitas comunes (Anthur pratensis) se me pusieron a tiro, para ellos todavía es invierno y siguen por aquí

Antes de salir del pueblo, se me puso a tiro un carbonero (Parus major) en un posadero poco habitual

Al sol, una cogujada montesina (Galerida theklae)

En un charco de poco más de cuatro dedos de profundidad,
 vi varias puestas sapo corredor

Ya agotado el vale, dimos un paseo todos juntos y después de dar un poco de hierba  a unos burros y ponys, vimos una pareja de pardillos comunes (Linaria cannabina) en el Olmo de la Guindalera. 

El macho a la izquierda y la hembra a la derecha

miércoles, 5 de febrero de 2020

BISBITAS, TRIGUEROS, TARABILLAS Y CORZOS

Han pasado ya bastantes semanas desde la última vez que aparecía por aquí, un invierno lluvioso y los quehaceres del día a día de la familia, no lo ha permitido. Pero aquí estoy, porque el sábado pasado hice el segundo transecto del Seguimiento de Aves Comunes Invernantes organizado por la Sociedad Española de Ornitología. Como siempre, se trata de contar aves, no fotografiarlas, pero algo pude hacer a pesar de la tarea y del cielo muy cubierto.


Otro de los humildes pájaros marrones, un triguero (Miliaria calandra)
Bisbita común (Anthus pratensis) una de las aves invernantes
que pronto dejará nuestras tierras
Una tarabilla común (Saxicola torquata)
Una cogujada común (Galerida cristata)
Es raro que un corzo (Capreolus capreolus) no se pare un instante
a mirar cuál es el peligro aunque ya haya iniciado la carrera



Ahora que el vertedero de Alcalá ha cerrado, los milanos reales (Milvus milvus),
tienen que prospectar zonas más amplias para encontrar su sustento

El domingo, amaneció también muy nublado, pero también nos fuimos todos de paseo, aunque tan sólo fue una pequeña rapaz la que se dejó fotografiar.


Un cernícalo (Falco tinnunculus), hembra,
 apostado a la búsqueda de presas
P.s. Acabo con estas líneas que quedarán como recuerdo del final de la lucha contra una terrible enfermedad. Siempre estuviste acompañada tía, descansa en paz.

domingo, 29 de octubre de 2017

RATONERO ACOSANDO A ÁGUILA REAL

Algunas veces no hace falta dar una gran caminata para ver cosas interesantes, y un paseo en bici con la pequeña detrás de paquete o mismamente desde el patio de casa es suficiente para poder contar algo. No son grandes fotos porque estaban muy lejos, pero da una idea de las posibilidades de mirar de vez en cuando al cielo.

Lo más interesante pasó en casa, con las zapatillas puestas mirando al cielo vi pasar un par de buitres, pero me llamó la atención que una pequeña rapaz acosaba a otra más grande, que no era un buitre. Una carrera a la habitación a por la cámara y los prismáticos y quedó resuelto el enigma: un ratonero (Buteo buteo) estaba acosando a un águila real (Aquila chrysaetos).

Un ratonero de plumaje claro escolta a una enorme águila real

En algún momento llegó a amagar con atacar a la gigante de las águilas
Continuo con otras rapaces que pude ver por Santorcaz gracias a la costumbre de mirar al cielo de vez en cuando.


Como dije antes, varios buitres leonados (Gyps fulvus) sobrevolaron Santorcaz

También pasó un pequeño cernícalo (Falco tinnunculus)

Hubo otro ratonero, éste con el plumaje más oscuro que el acosador de águilas
Bueno, acabo con un pajarillo de los que vienen a pasar el invierno. Deben estar confundidos, porque el tiempo no acompaña, y de hecho pude ver por la mañana tres golondrinas dáuricas (Cecropis daurica), aves típicas de primavera y verano.

Bisbita común (Anthus pratensis) un ave invernante que gusta de los rastrojos

lunes, 27 de febrero de 2017

GRULLAS,CORZOS, BISBITA Y ESCRIBANO SOTEÑO

Volvemos a estar en épocas de transición y en el mismo día se pueden ver golondrinas y zorzales mientras pasan las grullas, es decir, llegan las primeras estivales, aún quedan invernantes y otras están en paso. El sábado eso fue lo que pasó por Santorcaz, en un limpio cielo azul pasaron varios bandos de grullas, esta vez hacia el Norte.

El segundo bando de grullas (Grus grus), empezó a dar vueltas y coger altura antes
de volver a formar sus curiosas formaciones en forma de V
Además de por su formación y su tamaño, son fáciles de descubrir por su trompeteo.
Parecía ya un día de primavera, algo templado, con los almendros en flor y la cebada verdeando.

Vista desde el Llano de la Horca
El domingo amaneció, nublado y frío, aún quedan semanas para la primavera, así que no hay que confiarse. Entre esas nieblas me topé con tres corzos (Capreolus capreolus). Como siempre, huyeron al verme, pero curiosos, no pudieron evitar parar y echar un vistazo a ver si yo era peligroso.

Con la niebla y los espartos, casi únicamente sus escudetes anales se podían ver

Lo curioso es que después de una hora de paseo los volví a encontrar. Otra vez les tocó volver a huir, y eso que yo estaba lejos.

Los tres huyen a la carrera a buscar zonas de mayor cobertura
Poco más vi en mi paseo, estaba todo muy frío y húmedo, tanto que hasta las telas de araña atrapaban la humedad que cargaba el aire.

Tela de araña
Detalle de las gotículas atrapadas en la seda
Aún hubo tiempo para otra caminata, esta vez al sol y con la familia, e incluso con cháchara y risas, hubo algún pájaro que se puso a tiro.

Bisbita común (Anthus pratensis) sobre un rosal silvestre

Precioso macho de escribano soteño (Emberiza cirlus)

lunes, 29 de diciembre de 2014

AVES DE PARQUES Y JARDINES: VERDECILLOS, MOSQUITEROS, COTORRAS, PITOS REALES...

Para dIsfrutar de los pájaros no siempre hace falta madrugar ni viajar a lugares lejanos y exóticos. Basta con mirarlos, con cierta atención, ya que no todo son gorriones o palomas. En estos días de vacaciones basta con salir a cualquier parque con unos prismáticos o una cámara y cosechar una buena colección de aves, unas cantoras, otras coloridas, también viajeras y otras inteligentes.

Hace unos días eso hicimos por una zona verde tan grande como el Parque del Retiro, pero mucho más desconocida: la cuña verde de O´Donnell. El primer pájaro en aparecer fue uno de los más abundantes en los inviernos de Madrid: la lavandera blanca (Motacilla alba). Esta pajarita, busca el calor de las ciudades para pasar la noche, y durante la mañana se dedica a perseguir insectos en las praderas de césped de parques y jardines.

Lavandera blanca vigilando al fotógrafo antes de seguir buscando insectos
Después se nos ofrecieron varios verdecillos (Serinus serinus). Un macho decidió poner a tono su garganta al sol de diciembre para estar a punto en la primavera. Un grupillo de hembras, más pragmáticas, se atiborraban de semillas de olivarda (Dittrichia viscosa) a pesar de los coches que pasaban muy cerca.

Verdecillo macho sobre un almendro que aún conserva algunas hojas
Menos coloreadas, unas hembras abren semillas con su corto pico
También pequeños y verdosos, un grupito de mosquiteros comunes (Phylloscopus collibyta) buscaban arañitas y pequeños insectos en unas matas de hinojo (Foeniculum vulgare). 

En posturas acrobáticas los mosquiteros pinzan todos los bichillos que se oculten en ramillas y flores
En grupitos, siempre en movimiento peinaban todos los recovecos

Más adelante, nos apareció un viajero del norte, una bisbita común (Anthus pratensis). Nunca lo había visto en la ciudad, y el avistamiento fue breve, pues no me dio tiempo a enfocarlo adecuadamente y en los dos disparos rápidos que pude hacer, el foco de la cámara decidió enfocar al olmo de detrás. Valga al menos para documentar la presencia del pájaro.

Emparentado con las lavanderas, los bisbitas son más pardos y listados
Como siempre, no podían faltar las inteligentes urracas (Pica pica), que buscaban invertebrados en un montón de tierra removida.

Siempre alertas, las urracas nos miraban mientras buscaban comida
Ya de vuelta a casa, decidimos pasar bajo un nido comunal de cotorras argentinas (Myiopsitta monachus). Junto al nido, algún individuo tomaba el sol o vigilaba, o ambas cosas a la vez, quien sabe. El caso es que en un momento dado decidió desperezarse y mostrarnos las plumas de su puntiaguda cola.

Las cotorras amontonan ramas donde hacen nidos comunales
Con la frente y un babero gris el resto del cuerpo es verde 
Como una tercera pata, usan el pico ganchudo para moverse por las ramas
Estirando la cola, se comprueba que las rectrices centrales son más largas que las laterales
Sabía que en unos jardines próximos a casa, es frecuente el pito real (Picus viridis) así que probamos suerte. No costó encontrar a esta bonita ave, aunque el encuentro fue breve pues unos perros sueltos hicieron que buscase refugio en las altas copas de los árboles.

También verde como las cotorras, el pico largo y fuerte nos muestra a un pájaro carpintero.
En este caso un macho, como muestra la bigotera roja.
Al sol, se observa el color verde oliva, el obispillo amarillo y el brillante capirote rojo
No sé si esta será la última entrada del año, pero por si acaso, quiero desearos un feliz año y agradeceros las visitas, que este año, han superado las del pasado.

lunes, 8 de diciembre de 2014

PICOGORDOS, GAVIOTAS Y BISBITAS

Llevamos alguna semana sin salir al campo, y para un día que nos decidimos, va y hace un frío que pela... y lo peor no fue el frío, ¡sino el viento! Pero es diciembre, no se puede pedir más y aún así el sábado vimos alguna cosa curiosa que vengo ahora a contar.

Supongamos que tenemos que partir el hueso de una aceituna o de una cereza para comer la semilla que protege la cáscara. Si no tuviésemos herramientas, probablemente perderíamos alguna muela en el intento, y por eso sorprende que un pájaro poco más grande que un gorrión sea capaz de tal proeza: el picogordo (Coccothraustes coccothraustes). Y aunque llama la atención el potente y afilado pico que tiene, y que dispone de estrías para que no resbalen los frutos, lo más espectacular de este pajarote es su cuello y cabezota Ésta alberga los potentes músculos capaces de ejercer una presión de hasta 80 kg sobre una semilla. Ni Fernando Alonso tiene un cuello tan poderoso.

Picogordo sobre un almendro 
Parcialmente de espaldas, se aprecian las franjas negras y blancas de las alas,
observables en vuelo

Pocos más pájaros se atrevieron a posar para las fotos por el viento, aunque ese viento también trajo a unas gaviotas sombrías (Larus fuscus) a Santorcaz. No hay mares o embalses, cerca del pueblo, pero en este mundo tan humanizado, el cercano vertedero de Alcalá de Henares es un gran supermercado de desperdicios al que milanos, cigüeñas y gaviotas no faltan.

Gaviotas sombrías, la de la parte inferior, un adulto como muestran sus partes grises y blancas en lugar de parduzcas
En esta imagen también se aprecia que sólo un individuo es adulto
Para devolvernos a la realidad de la avifauna de un frío páramo alcarreño, en lugar de un cálida costa mediterránea, al final nos entretuvimos con una bisbita común (Anthus pratensis) que escarbaba en la cuneta de un camino. Hasta que no dejen de verse estos pájaros por Santorcaz, no podremos decir que el calor ha vuelto... pero mientras, disfrutaremos con ellos.

Muy estirado esta bisbita nos observó para luego ser picoteando aquí y allá

lunes, 7 de abril de 2014

JABALÍES Y PRIMERAS ÁGUILAS CALZADAS

Si no hay otros planes o compromisos, con el buen tiempo es difícil no faltar a la cita de cada fin de semana con el campo de Santorcaz. El mismo sábado por la mañana mi mujer y yo nos lanzamos al Camino de Corpa a ver cómo despejaba un día que comenzó húmedo y nublado.

A pesar del ese comienzo sin sol, la temperatura ya era suficiente para que algunas mariposas revoloteasen de flor en flor.

Euchloe tagis
Las calandrias amenizaban con su cantos el paseo, pero mucho menos asustadiza, una bonita collalba gris (Oenanthe oenanthe) nos observó desde el borde del camino mientras yo la fotografiaba.

Collalba gris al borde de un camino
En estas zonas abiertas de cultivos herbáceos y escaso arbolado son cada vez más notorias las señales que dejan los jabalíes (Sus scrofa), que al cobijo de la noche no dudan en campear a sus anchas por estas zonas que no ofrecen refugio de día.

Hozaduras de jabalí
Por fin el sol se hizo definitivamente un hueco entre las nubes, y como para corroborarlo, hicieron su aparición dos águilas calzadas (Hieraaetus pennatus), las dos primeras del año que veo en Santorcaz. Estas pequeñas águilas, tras pasar el invierno seguramente en el centro de África, en su vuelo conjunto demostraban que están aquí para tener su descendencia.

Águila calzada del tipo claro
De todos modos, aún quedan pájaros invernantes, como las bisbitas comunes (Anthus campestris), que aún no se han decidido a retornar a sus áreas de cría en zonas más frescas y húmedas.

Bisbita común en un camino
El domingo ejercí de anfitrión ante otro aficionado a la naturaleza que no conocía Santorcaz. Un buen madrugón nos ayudó para nada más echar a andar, descubrir un gran jabalí que bajó corriendo desde la ladera frente a nosotros y cruzó la carretera pocos segundos después de que pasase un coche. Sirvan estas líneas para recordarnos que las carreteras no sólo las usamos conductores, ciclistas y peatones, sino que hay que andar con mil ojos, pues se nos puede cruzar un animal de unos 70 – 90 kg.

Un jabalí cruza un sembrado hacia la carretera
Jabalí sobre el asfalto
En estas fechas sigue produciéndose un goteo de especies migratorias transaharianas recién llegadas, como las currucas carrasqueñas (Sylvia cantillans) que delimitan su territorio con sus melodiosos cantos.

Macho de curruca carrasqueña
La mañana fue avanzando descubriendo más cantos y pájaros diversos, pero muchas veces, cámara en mano es posible recrearse con otras creaciones naturales tan curiosas como la tela de una araña.

Tela de araña que ha atrapado el rocío matinal
El viento arrastraba nieblas que al encajonarse en los valles, nos traían reminiscencias más norteñas.

Valle del Arroyo Anchuelo o de La Dehesa
El día continúo en un agradable paseo y aunque se nos resistieron las grandes rapaces, para mofarse de nosotros, un buitrón (Cisticola juncidis) aguantó en una junquera a que lo fotografiásemos tranquilamente.

Un junco soporta los 10 gramos de peso de un buitrón
De nuevo, encontramos más señales de las correrías de los jabalíes, como un gran hormiguero de hormiga roja, que habían escarbado, seguramente en busca de larvas.

Hormiguero de hormigas roja atacado probablemente por un jabalí
No bastando todo lo anterior, de nuevo con mi mujer, dimos la tarde del domingo un nuevo paseo junto a la Estación Transmisora de la Marina. Eso nos permitió hacer fotos a alguno de esos pájaros marrones “tipo gorrión” que a mucha gente cuesta identificar.

Triguero (Emberiza calandra), rechoncho y con pico grueso, granívoro
Totovía (Lullula arborea) un tipo de alondra con ceja muy marcada y sin cresta
Por último una pareja de ratoneros comunes (Buteo buteo) nos mostraron una exhibición de planeos, persecuciones y picados en lo que debían ser los preliminares de su relación conyugal.

Ratonero común planeando
La pareja de ratoneros volaban muy juntos