Hacía algo de tiempo que no salía temprano al campo, y como casi siempre, cuando el sol está bajo, es más fácil ver mamíferos. Esta vez fueron cuatro corzos (Capreolus capreolus) que huían de algo, y salvo alguna parada para vigilar, sólo fue una carrera fugaz lo que pude ver. Al rato apareció un cazador con el que estuve charlando un rato, iba a por perdices, pero por si acaso los corzos pusieron pies en polvorosa.
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Cuatro corzos, dos de ellos casi no se ven, pues están a la sombra en la parte izquierda |
Después de pasear sin muchas más sorpresas, ya bajo un agradable sol, me mantuve oculto un rato al lado de una fuente. No tardaron en presentarse algunos de esos nerviosos pajarillos que siempre me gusta fotografiar.
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El primero en aparecer fue un bonito verdecillo (Serinus serinus) |
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Los machos, muestran un intenso pecho amarillo |
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Después llegaron muchos zorzales comunes (Turdus philomelus) que son mucho más esquivos |
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Casi siempre, los zorzales se mantienen medio ocultos en los ramajes más intrincados |
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Sobre una encina estuvo un rato una hembra de pinzón vulgar (Fringilla coelebs) |
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Acabo con un una hembra de verderón (Chloris chloris) |
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Las hembras y juveniles, tienen muy poco color verde en el dorso y pecho |
Acabé a la mitad de la mañana caminando entre hierbas altas con la compañía de algún buitrón (Cisticola juncidis), que a pesar de su pequeño tamaño aguantan el frío estoicamente.
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Parece que ahuecando el plumaje el frío es menor |
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