Parece que no acaba nunca este verano, pero la verdad es que ya se nota la presencia de algunas aves invernantes, y la ausencia de las estivales. Hay por tanto mucho movimiento, y uno puede encontrarse casi cualquier cosa. El domingo, tuve uno de esos encuentros raros, y es que en el lavadero me sorprendió una garza real (Ardea cinerea). Seguramente divagaba por la zona y para pasar la noche buscó algo de agua por si había algún pez o rana para desayunar. Al verme, se levantó, pero igualmente iba a empezar la mañana en ayunas.
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Garza real al amanecer |
Como siempre, madrugar ayuda a ver mamíferos, y a unos 50 metros un corzo (Capreolus capreolus) avanzaba siguiendo la dirección de una ribera. Él no me vio, y yo sólo pude ver su cabeza y parte de su grupa, pues la hierba alta prácticamente le tapaba. Al final, desapareció en el carrizo.
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En el centro de la imagen, una oreja, un ojo y el hocico de un corzo |
A pesar de la sequía, del calor y de que aún no ha sido el día del Pilar, ya había cazadores, así que sin mucha esperanza de ver pájaros me centré en algunos artrópodos mientras volvía a casa.
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Argiope lobata un tipo de araña lobo de gran tamaño |
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A contra luz se observa el diseño de su gran tela de araña |
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Saltamontes de alas rojas (Oedipoda germanica?) |
Al fina algún pajarillo se dejó ver...
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Tarabilla común (Saxicola torquata) sobre una cardencha |
Acabo con una foto de hace una semana, cuando hay poca luz y no te apoyas en nada, es casi imposible que no te salga la foto movida, aunque a veces eso tiene su encanto.
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Anochecer en Santorcaz |
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