martes, 23 de agosto de 2016

FAMILIAS DE ABUBILLAS, CULEBRERAS, MOCHUELOS, PERDICES Y PIQUITUERTOS

Esta semana de vacaciones en Santorcaz, he salido un par de veces al campo, pero además hemos paseado casi todas las tardes con la cámara metida en el carro.
En la piscina, una vez cerrada, hemos encontrado varios días una familia de 5 abubillas (Upupa epops). Yo no fui capaz de diferenciar jóvenes de adultos, pero algunos alimentaban a los demás: introduciendo el pico en el césped, conseguían sacar lombrices de vez en cuando.

Uno de los adultos con una lombriz en el pico

Junto a las arizónicas, también buscaban bichos
Dos de ellas se asustaron y volaron al campo de fútbol
Al día siguiente también estaban las cinco, aunque en este encuadre sólo pude sacar a cuatro.

En el vídeo siguiente, se puede ver cómo una joven espera a que la adulto encuentre la lombriz

Entre esos paseos, también hay algunos nocturnos en los que uno se puede encontrar bichos tan curiosos como un solífugo:


Aunque emparentado con las arañas, realmente no lo es
Una mañana, decidí pajarear en bici. Recorrí los caminos a Pezuela, Corpa y Anchuelo, y aunque ahora el campo está un poco tristón me entretuve con otra familia, esta vez de águilas culebreras (Circaetus gallicus) formada por tres miembros. Vi hasta cuatro águilas culebreras posadas en diferentes postes en la mañana, pero como estas águilas sólo ponen un huevo al año, he deducido que las tres que estaban más próximas entre sí, eran las que formaban la familia.

El individuo más cercano a mí se mantuvo tranquilo, igual era el pollo del año
Varios postes hacia un lado otro individuo...
... y hacia el otro lado el otro individuo
También vi algunas collalbas grises (Oenanthe oenanthe), lo que quiere decir que algunos pájaros, ya están de camino a África.

Collalba gris a la luz del amanecer
En algunos majanos también vi un par de mochuelos (Athene noctua), una visión que afortunadamente no desaparece en Santorcaz. Igual también eran familia, porque estaban muy próximos.

Un mochuelo en un majano lejano
En un majano más cercano, otro mochuelo se dejó ver para mí y
para un ciclista que paró a ver qué demonios estaba mirando yo
Y para acabar, el sábado por la mañana también madrugué. El día tenía un cielo raro, aunque bonito. De pájaros, no vi muchos, pero desde un oteadero tuve una perspectiva envidiable para cualquier cazador, llegué a contar 30 conejos (Oryctolagus cunniculus), 20 perdices (Alectoris rufa) y otras tantas palomas torcaces (Columba palumba).

Amanecer del sábado.
Con cuidado se observa que sólo tres de las perdices son adultas, el resto jóvenes del año

Inmunes al sonido de los disparos cercanos, unos cuantos piquituertos (Loxia recurvirostra) tomaban el sol en los álamos del lavadero, donde ya volví a casa.

Piquituerto macho, con su color rojizo
Piquituerto hembra, con su color verdoso

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