domingo, 12 de abril de 2015

AVETORILLO EN ALCALÁ DE HENARES

El sábado comimos en Alcalá de Henares y con la barriga llena pensamos en sestear viendo alguna película repetida, o en aprovechar en dar un paso por el río Henares. Si estáis leyendo esto, supongo que ya suponéis la opción elegida. Con chubasquero y paraguas, pues había amenazantes nubes, nos recorrimos la orilla derecha del río por la zona de El Val.

Río Henares en las proximidades de la Ermita del Val
Siempre es una alegría acertar en las decisiones tomadas y más si a las primeras de cambio se te aparece un avetorillo (Ixobrychus minutus), la más pequeña de las garzas europeas, y que como estival, está volviendo a sus áreas de cría.

Avetorillo macho, con el cuello encogido
Mirándonos se observa su visión binocular, lo que demuestra que es un depredador
capaz de medir distancias con sus ojos, imprescindible para pescar.
También nos entretuvimos con algunas aves acuáticas omnipresentes en cualquier cuerpo de agua, pero que no dejan de ser interesantes y bonitas.

Pareja de ánades reales (Anas platyrhynchos)
En un azud, otra pareja se acicalaba las plumas
Una polla de agua (Gallinula chloropus) muestra su popa blanca
Después, asistimos a un concierto en la galería que escolta al río y que forman álamos, fresnos y olmos. Los músicos no sólo se diferenciaban por sus melodías, sino por sus trajes, que en esta época muestran sus mejores colores. Entre los músicos, mi primer ruiseñor del año, el mejor de los tenores, pero que tímidos como siempre, no quieren aparecer en los medios.

En un fresno, un pinzón macho (Fringilla coelebs)
Mirlo (Turdus merula) delante de un olmo
Entre ramas, un verdecillo macho (Serinus serinus) también cantó 
De vez en cuando los cantantes han de beber y comer, pues ya sabe que no hay muchas ganas de cante cuando hay hambre y sed.

En el sentido de las agujas del reloj, un cuarteto formado por un pinzón hembra, un pardillo común (Carduelis cannabina), un verdecillo y un jilguero (Carduelis c.) bebían
Los cantantes aclaraban su garganta y unos entraban y unos salían, como el jilguero que bate sus alas
Como si de un gorrión se tratase, un carbonero común macho (Parus major) buscaba alimento por el suelo
Confiado, nos mostró también su espalda
En una postura más habitual para un carbonero, un ejemplar de colores más apagados, buscaba insectos entre los amentos de un chopo
Una curruca capirotada (Sylvia atricapilla) imitaba al carbonero
En una postura más cómoda vimos el color tostado de su capirote, así que vimos que se trataba de una curruca capirotada hembra
Un confiado pinzón también bajó a beber a pocos pasos de nosostros
Los alcalaínos tienen un tesoro en su río Henares no muy aprovechado. A pocos metros de asfalto y hormigón, pueden disfrutar de un paseo agradable en el que llevarse a la vista y al oído varias docenas de aves diferentes. Una pena que las islas del río sólo hayan sido transformadas para hacer avenidas de asfalto flanqueadas por árboles raquíticos que dan casi la misma sombra que el palo de una escoba. Más pena da aún que muchos se conformen con eso...

Cuando las gotas de lluvia formaron ondas en la superficie del río, dimos por acabada nuestro paseo

domingo, 5 de abril de 2015

UN PASEO POR VALDEMANCO: BUITRES, CULEBRAS DE AGUA Y NARCISOS

La Pedriza de Manzanares se lleva la fama y los visitantes, pero paisajes muy similares se pueden disfrutar en Valdemanco con mucha más tranquilidad. No obstante, la ruta que nosotros hicimos, y que las autoridades han bautizado como "Ruta del Granito", he de reconocer que no está señalizada como anuncian y además, se encuentra con zonas de paso complicado. 

Bajo un sol de justicia, pocos bichos vimos hasta llegar a una laguna que se encontraba en pleno esplendor.

Laguna del Carrizal en Valdemanco
En el agua cantaban las ranas, había puestas de sapo, y las culebras de agua se ponían las botas comiendo renacuajos.

Puesta de sapo con su típica forma en cordones
Culebra acuática viperina (Natrix maura)
No sólo en el agua vimos culebras de agua, sino que entre las rocas, también se ocultaban. La de la foto, aprovechó para esconderse, el hueco en una cantera abandonada. 


Las culebras acuáticas, también aprovechan las grietas creadas por las labores mineras
Probablemente se acerquen a grietas a buscar alimento, ya que allí también se ocultan lagartijas.

Lagartija colilarga macho (Psammodromus algirus) como demuestran los ocelos azules tras las patas delanteras, la garganta anaranjada y las partes ventrales amarillas
Aunque vimos muchos buitres (Gyps fulvus) durante todo el día, en un momento dado, voló a baja altura sobre nosotros un pequeño grupo.

Grupo de buitres leonados cicleando
Buitre leonado, al que le falta una pluma una pluma primaria
En casa, observando las fotografías, detecté que un ejemplar parecía que llevaba enredado algún tipo de alambre en el cuello. Espero que se desprenda de él pronto.

En detalle se observa que lleva algo enganchado al pico o cuello
Por último, no quiero dejar de mostrar unas fotos de unos narcisos, una de las primeras flores de la primavera, que ya adornan las zonas serranas.

Narcissus rupicola o narciso de roca
Narcissus triandrus pallidulus o narciso pálido

martes, 24 de marzo de 2015

AVES POR LA MANCHA

En varios lugares de La Mancha, de cuyos nombres me acuerdo perfectamente, no hace ni dos días que hemos pasado el puente San José. Luchando contra el viento y el agua hemos podido disfrutar de unos días de reposo, y cómo siempre hemos disfrutado de cultura, patrimonio, gastronomía, y cómo no, ornitología. Este es el resumen pajaril de los cuatro días.

Tras ver molinos y castillos en Consuegra, empezamos al cobijo de un observatorio de las lagunas de Alcázar de San Juan, un lugar no muy conocido pero megadiverso en aves.

Laguna del Camino de Villafranca 
Aguilucho lagunero macho (Circus aeroginosus) con su típico vuelo
de prospección  a baja altura con las patas colgantes
Un flamenco (Phoenicopterus roseus) a punto de tomar agua
Con colores más apagados un joven flamenco nos miró con el rabillo del ojo
Había varias malvasías (Oxyura leucocephala), los machos con su llamativo pico
Entre muchos otros, ánades frisos (Anas strepera) nadaban junto a zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis)
Tras seguir viendo molinos en Campo de Criptana y visitar la casa de Dulcinea en El Toboso, nos alojamos en Belmonte, donde a la mañana siguiente visitamos su precioso castillo, que nos cobijó de otro chaparrón, aunque al salir de él nos ofreció algo de sol.


Una curiosa grajilla (Corvus monedula) nos observó 
Junto a su pareja, descansaron en una gárgola
De Belmonte, pasando por Las Pedroñeras, fuimos a las Lagunas de Ruidera, curioso paisaje de aguas que crean sus propias presas de travertino, para desaguar unas en otras en hermosas cascadas.

Salto de agua entre dos de las Lagunas de Ruidera
Una pareja de ánades reales (Anas platyrynchos) se movían entre los toboganes de agua
Pudimos ver un gran grupo de patos colorados (Netta rufina)
Muy abundantes por todas las carreteras de la zona, esta perdiz (Alectoris rufa) bebía agua en la cuneta de la carretera, después comprobamos que estaba coja, aunque aún volaba
Aún nos dio tiempo para otro castillo, el de Peñarroya, y para disfrutar de la monumental Villanueva de Los Infantes, desde donde fuimos a dormir a Tomelloso, punto neurálgico del vino manchego, y donde hicimos acopio de quesos y vino. Al día siguiente fuimos hacia la zona de Calatrava y en el magnífico castillo de Calatrava La Nueva disfrutamos de vistas a un soberbio paisaje mediterráneo circundante. 

Castillo y Sacro Convento de Calatrava La nUeva
A pesar de las muchas piedras, vimos aves forestales como este carbonero común (Parus major)
También entre los agujeros del castillo vimos a varios herrerrillos comunes (Cyanistes caeruleus)
Después de comer y pasear un rato, nos dirigimos a Almagro, donde entre sus monumentales edificios también prosperan aves dignas de fotografiar. Con duelos y quebrantos, pisto, alfonsinos y pan de Calatrava dimos por finalizado el día.

Pareja de cernícalos primilla (Falco naumanni) el macho más colorido, durmiendo
El último día, pensando que en cualquier momento nos caería un diluvio, nos fuimos a las Tablas de Daimiel, que rebosantes de agua, mostraban el potencial que puede dar este maltratado Parque Nacional. Desde las pasarelas me alegré por oír varios avetoros, pero me llevé la decepción de no poder ver ni uno, como en mis últimos 35 años...

Tablas de Daimiel
Un grupo de flamencos sobrevuela las tablas
Las más abundantes fueron las fochas comunes (Fulica atra)
Una garceta común (Egretta garzetta), buscaba alimento junto a los caminos 
Aunque lejos, pudimos ver también varios somormujos lavancos (Podiceps cristatus)
El último pajarillo que fotografiamos en las tablas fue un bonito jilguero (Carduelis carduelis)
Y pensando que con un jilguero acabaría nuestro viaje ornitológico por La Mancha, a las riendas de mi Rocinante divisé una rapaz de color pardo en un poste sobre un viñedo, y señalando indiqué lo obvio: un ratonero. Al llegar más próximo a él, algo me hizo dudar y un antifaz me hizo gritar: ¡águila pescadora!, a lo que mi fiel escudera, como una Sancho Panza, aún sin panza, me dijo que si no sería que tenía visiones, pues estábamos en La Mancha y que los muchos libros de bichos me habían llenado de pájaros la cabeza. Paré al borde de un camino, dimos la vuelta y en el escondite del coche, pude fotografiar a una magnífica águila pescadora (Pandion haliaetus), que demostró que aún puedo seguir leyendo libros, pues aún me caben más pájaros en la cabeza.

Águila pescadora, con su inconfudible antifaz pardo 
Vale.