El sábado comimos en Alcalá de Henares y con la barriga llena pensamos en sestear viendo alguna película repetida, o en aprovechar en dar un paso por el río Henares. Si estáis leyendo esto, supongo que ya suponéis la opción elegida. Con chubasquero y paraguas, pues había amenazantes nubes, nos recorrimos la orilla derecha del río por la zona de El Val.
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Río Henares en las proximidades de la Ermita del Val |
Siempre es una alegría acertar en las decisiones tomadas y más si a las primeras de cambio se te aparece un avetorillo (Ixobrychus minutus), la más pequeña de las garzas europeas, y que como estival, está volviendo a sus áreas de cría.
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Avetorillo macho, con el cuello encogido |
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Mirándonos se observa su visión binocular, lo que demuestra que es un depredador capaz de medir distancias con sus ojos, imprescindible para pescar. |
También nos entretuvimos con algunas aves acuáticas omnipresentes en cualquier cuerpo de agua, pero que no dejan de ser interesantes y bonitas.
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Pareja de ánades reales (Anas platyrhynchos) |
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En un azud, otra pareja se acicalaba las plumas |
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Una polla de agua (Gallinula chloropus) muestra su popa blanca |
Después, asistimos a un concierto en la galería que escolta al río y que forman álamos, fresnos y olmos. Los músicos no sólo se diferenciaban por sus melodías, sino por sus trajes, que en esta época muestran sus mejores colores. Entre los músicos, mi primer ruiseñor del año, el mejor de los tenores, pero que tímidos como siempre, no quieren aparecer en los medios.
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En un fresno, un pinzón macho (Fringilla coelebs) |
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Mirlo (Turdus merula) delante de un olmo |
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Entre ramas, un verdecillo macho (Serinus serinus) también cantó |
De vez en cuando los cantantes han de beber y comer, pues ya sabe que no hay muchas ganas de cante cuando hay hambre y sed.
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En el sentido de las agujas del reloj, un cuarteto formado por un pinzón hembra, un pardillo común (Carduelis cannabina), un verdecillo y un jilguero (Carduelis c.) bebían |
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Los cantantes aclaraban su garganta y unos entraban y unos salían, como el jilguero que bate sus alas |
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Como si de un gorrión se tratase, un carbonero común macho (Parus major) buscaba alimento por el suelo |
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Confiado, nos mostró también su espalda |
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En una postura más habitual para un carbonero, un ejemplar de colores más apagados, buscaba insectos entre los amentos de un chopo |
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Una curruca capirotada (Sylvia atricapilla) imitaba al carbonero |
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En una postura más cómoda vimos el color tostado de su capirote, así que vimos que se trataba de una curruca capirotada hembra |
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Un confiado pinzón también bajó a beber a pocos pasos de nosostros |
Los alcalaínos tienen un tesoro en su río Henares no muy aprovechado. A pocos metros de asfalto y hormigón, pueden disfrutar de un paseo agradable en el que llevarse a la vista y al oído varias docenas de aves diferentes. Una pena que las islas del río sólo hayan sido transformadas para hacer avenidas de asfalto flanqueadas por árboles raquíticos que dan casi la misma sombra que el palo de una escoba. Más pena da aún que muchos se conformen con eso...
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Cuando las gotas de lluvia formaron ondas en la superficie del río, dimos por acabada nuestro paseo |
Ayer que tenia un poco de tiempo estuve trasteado en tu blog. Que bien está, que fotografías mas sorprendentes, lastima de no vivir mas cerca para acompañaros en algún que otro de vuestros maravillos paseos.
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