El comienzo de la pasada semana empezó con el cielo amenazando lluvia, así que de vez en cuando había que mirar al cielo, y no voy a perder esa costumbre, porque todos los días he visto sobrevolar rapaces por el cielo de Madrid. Casi siempre volaban a gran altura y a gran velocidad pero a algunas he podido fotografiar e identificar.
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Éste es un buitre negro (Aegypus monachus) con el plumaje perfecto |
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Un buitre leonado (Gyps fulvus) viejete, tiene el plumaje muy desgastado |
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Uno de los varios milanos negros (Milvus migrans) que están sobrevolando Madrid |
Por lo demás, los primeros pichones de palomas torcaces (Columba palumbus) ya acompañan a sus padres, algunas se bañan, las hormigas de alas salen tras las tormentas, las golondrinas las devoran, los fringílidos siguen cantando como locos y el parque está lleno de conejos.
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Lo habitual es que las palomas, las torcaces también, tengan dos pichones, éstos ya volaban perfectamente |
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La diferencia con sus crías es bastante patente, la mancha del cuello es muy visible en los adultos |
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A pesar de que el día era fresco, las plumas tienen que estar limpias |
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Las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) se esconden fácilmente cuando el follaje es verde, pero cuando es rojo, destacan fuertemente |
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Aunque siguen siendo tímidos, los conejos (Oryctolagus cunniculus) de ciudad se dejan ver más que los de campo haciendo las delicias de la niña |
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Con la tierra reblandecida un hormiguero lanzaba al aire miles de hormigas con alas... |
... muchas de las cuales eran inmediatamente devoradas por decenas de golondrinas (Hirundo rustica) que no desaprovechaban la oportunidad
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Un jilguero (Carduelis carduelis) cantando |
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Ésta paloma (Columba livia) descansaba con el plumaje ahuecado, enfermeda o permitiendo que las hormigas la desparasitasen |
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Uno de los muchos verdecillos del parque (Serinus serinus), casi en todas las copas de los árboles hay alguno cantando |