Hacía siglos que no veía un lagarto ocelado (Timon lepidus) y el domingo vimos uno con cierta tranquilidad. Se ve que estaba disfrutando de este horrible sol de abril, porque la verdad es que echamos de menos las lluvias. No vimos muchas cosas más el domingo, una corneja negra (Corvus corone) rebuscando en un sembrado y un montón de renacuajos en la Fuente Morata.
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Con este primer plano acabaron las fotos que le hice pero es en la que mejor se ven los detalles de su dibujo |
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Encaramado a la piedra es como le descubrí y en esta imagen es en la que mejor se aprecia el collar de escamas puntiagudas que tienen |
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Como no hay nada con que comparar, no se puede apreciar pero era de buen tamaño |
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Con ese plumaje tan oscuro, hasta los niños la descubrieron la corneja fácilmente |
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Los niños quedaron encantados con los renacuajos, no sabemos si de sapo común o corredor |
El sábado anterior, también dimos un paseo por la tarde pero no vimos gran cosa tampoco, sólo algunos pájaros de los llamados comunes se dejaron fotografiar.
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Una cogujada montesina (Galerida theklae) cantando en lo alto de un olmo seco |
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Aquí otra sobre una aliaga |
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Un jilguero (Carduelis carduelis) comiendo semillas de olmo siberiano |
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Una paloma torcaz (Columba palumbus) estirando las alas |
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Continúa el estiramiento y el ahuecado de plumas |
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Aquí ya en su postura normal, enseñando la marca blanca de su cuello |
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