No he estado parado estos fines de semanas pasados, es verdad que no han sido grandes caminatas, pero un par de pequeños madrugones dejan algo que contar.
El sábado de la semana pasada, empecé en unos de mis cerros favoritos y cuando ya pensaba que no había nada especial, apareció un familia de corzos (Capreolus capreolus).
Pero las fotos empezaron un poco antes, y es que los amaneceres no suelen defraudar.
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Entre almendros y espartos el sol salió por el horizonte |
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Este bichito no sabía lo que era, pero en las redes sociales me han dicho que es una hembra de un escarabajo del género Vesperus, una plaga de las vides, la castañeta
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La familia de corzos: la madre guía el paso de la pareja de sus hijos |
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Un par de ratoneros (Buteo buteo) cada uno en un poste |
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Y esta rapaz la vimos cogiendo moras, pero como estaba nublado y muy alta, sólo puedo guiarme por su perfil, que parece de águila perdicera (Aquila fasciata) |
El domingo, fue un paseo en bici tras una noche de tormenta y con la tierra mojada, millones de hormigas de alas hacían las delicias de varias decenas
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Antes de los cernícalos, vi un alcaudón meridional (Lanius meridionales) |
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Uno de los cernícalos (Falco tinnunculus) en el momento en que se pasa unas hormigas
desde sus garras al pico
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Tras tanto vuelo acrobático descansó un rato en una torreta eléctrica |
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Hay que dominar muy bien el vuelo para capturar a estos pequeños insectos |
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En otro poste, un águila culebrera (Circaetus gallicus) |
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