Hace ahora un año, y a poca distancia de donde estuvimos esa vez, hemos vuelto a pasar una semana en familia en la provincia de Cáceres. En esta ocasión hemos estado en Brozas, un pueblo ganadero rodeado de pastos, dehesas y alguna zona húmeda.
Como no puede ser de otra manera en cualquier conjunto monumental en Extremadura, el casco urbano de Brozas, acoge una gran población de cigüeñas, cernícalos primillas, aviones roqueros, grajillas, vencejos, etc.
El canto de los gallos, el balido de corderos y el cencerro de terneros me despertaron el sábado, así que no tuve ni que esperar a que sonase el despertador para levantarme. Nada más salir del pueblo, las praderas infinitas, los grandes herbívoros pastando, las cigüeñas comiendo saltamontes, los milanos patrullando y los afloramientos graníticos, me recordaron las praderas Y kopjes del Serengueti.
En estas tierras abiertas, los aláudidos alegran el paseo con sus cantos y algunos individuos incluso no temen al hombre.
También otros pájaros se dejan ver, sobre todo en zonas con más presencia de agua.
Tras algo más de una hora de paseo llegué a una zona de dehesa de encina y algún alcornoque. En seguida hicieron su aparición otras especies más forestales, o aunque también de zonas abiertas, al tener escondites cercanos, se dejaban acercar algo más.
Como aún era temprano, no sólo pude disfrutar con pájaros, y un zorro (Vulpes vulpes) no me detectó, camuflado como iba yo con un sostenido viento de cara que ocultaba mi olor y mi ruido.
La ruta marcada volvía siguiendo la Rivera del Jumadiel, un arroyo medio seco aunque con pozas que servían de supermercado de ranas y peces a varias aves pescadoras, que tampoco me oían llegar. Tan de cerca me salían y tan desprevenido me cogían, que no me daba tiempo a enfocar en condiciones.
De vuelta, llegando a Brozas, también el suelo me deparó una pequeña joya.
Tras reponer fuerzas con bollería artesanal de la casa rural en la que nos alojábamos, ya con toda la familia, nos acercamos a la charca de las afueras de Brozas. Decenas de paisanos pescaban tencas, trofeos que debían compartir con pescadores profesionales a tiempo completo.
La hierba circundante y unas cuantas garrapatas que vimos en nuestros pantalones, nos hicieron desistir de rodear la charca, así que ahí acabaron las actividades naturalísticas de ese estupendo fin de semana.
Extensas praderas rodean al monumental pueblo de Brozas |
Un vencejo común (Apus apus) quiso robar protagonismo a una altiva cigüeña blanca (Ciconia ciconia) |
Avión roquero (Ptyonoprogne rupestris) descansando |
Cernícalo primilla (Falco naumanni) en vuelo cernido, con la cola extendida y las álulas apuntadas |
Ganado pastando junto a algo parecido a los kopjes africanos |
Avutardas en vuelo (Otis tarda) junto al ganado |
Una avutarda más cercana |
Cigüeñas blancas salían de sus campanarios en busca de alimento |
Abundantísimos, los milanos negros (Milvus migrans) no dejaban de buscar comida |
Cogujada ¿montesina? (Galerida theklae) |
El mismo individuo, con mejor iluminación |
Calandria (Melanocorypha calandra) |
Buitrón (Cisticola juncidis) abundante en juncales y herbazales altos |
Juvenil de carbonero común (Parus major) fuera de su hábitat típico, aunque la presencia de agua probablemente lo llevó a zonas abiertas |
Alcornoque a la izquierda, de color más vivo, y encinas al fondo más apagadas |
Abejaruco (Merops apiaster) en una cancela |
Abubilla (Upupa epops) también en en una cancela |
Alcaudón común (Lanius senator) |
Alcotán (Falco subbuteo), aunque borroso, aparece ya que no es un ave que vea a menudo |
Tarabilla común macho (Saxicola torquata) |
Con el hocico pegado al suelo, buscaba el rastro de sus presas |
Como el sol ya calentaba, durante unos instantes descansó a la sombra |
Cigüeña blanca despegando a escasos metros |
Una escasa cigüeña negra (Ciconia nigra) también me salió muy cerca |
Garza real (Ardea cinerea) a la que también sorprendí |
Julodis onopordi, un brillante escarabajo |
Primas cercanas, una cigüeña y una garza pescaban sin molestarse |
Pareja de somormujos lavancos (Podiceps cristatus) |
Que bien lo hemos pasado, hay q repetir.
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