Esta primavera hemos tenido la suerte de que hasta cuatro parejas de pájaros han hecho su nido en la casa de Santorcaz: estorninos negros, gorriones comunes, golondrinas comunes y mirlos. Éstos últimos han tenido la amabilidad de enseñarnos todo el proceso de puesta, cría y emancipación, puesto que han hecho su nido en una jardinera de la ventana de nuestra habitación.
Todo comenzó un sábado cuando al entrar en la habitación a dejar las maletas: un mirlo salió atropelladamente de la jardinera de la ventana y extrañado me acerqué a ver la sorpresa: tres huevos en un nido que no habíamos descubierto antes. Al día siguiente, el domingo ya eran cuatro los huevos y sus padres, muy atareados incubándolos, permitían observarlos a cierta distancia.
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El sábado por la mañana 3 huevos en la ventana... |
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... y el domingo ya eran 4 los huevos |
Tras la puerta y desde el pasillo, los padres incubaban tranquilos
Dos semanas después, los pollitos habían nacido todos a pesar de nuestras molestias al entrar y salir de la habitación. A cambio de esas molestias, les suministramos unos cuantos gusanos de seda que no había conseguido "colocar" a los compañeros de clase de Silvia y que casi no éramos capaces de alimentar. Al mismo tiempo, recogí la cámara de fototrampeo y la puse en la reja de la ventana, esperando grabar la vida cotidiana de esta familia.
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Con unos días de vida, totalmente indefensos |
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Mientras el macho me observa da calor a los pollitos
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Tras incubar el macho, viene la hembra llena de tijeretas
en el pico para sus pequeños
Como compensación a las molestias, durante un tiempo,
no tenían que ir muy lejos a por comida
Aquí es la hembra la que lleva el alimento a casa
Ya quedan menos gusanos, pero los encuentran todos
Con tantas bocas que alimentar, debe ser un agobio llegar a casa
Una semana más y los pollitos sin pluma y con los párpados soldados se habían convertido en hambrientos pollos de grandes bocas y con los cañones de las plumas ya bien formados.
El macho llega con comida para sus pollitos y se lleva un saco fecal
con los excrementos de las aves, así mantienen limpio el nido
Ésta es la hembra, muy atenta a los pequeños
Con 44ºC al sol la hembra da la sombra a las crías para que no les
suba demasiado la temperatura. Ella sólo puede jadear para refrescarse
Por la noche, la madre no les deja y a así cogen el sueño y se
ve cómo se le va cayendo la cabeza poco a poco
Aquí son los dos padres los que están alimentando a los hijos
Otra semana más y ni rastro de pollos en el nido. Los pudimos ver por las inmediaciones del jardín, enfrentándose a los peligros de la vida con poco más de un mes desde que los huevos fueron puestos. Mucha suerte.