Este soleadísimo fin de semana hemos estado por la Alcarria y Serranía de Cuenca, un lugar no demasiado conocido, pero con infinitas posibilidades. La base de operaciones ha sido el albergue (Albergue Mirador de Castillejo) de unos amigos que está en Castillejo del Romeral, a media hora de Cuenca. En un bonito y tranquilo pueblo, este albergue se gestiona con cariño y mucho mimo, y eso se nota en el dormir y en el comer. Como digo, no sólo dan cobijo, sino que tras desayunar queso de cabra ecológico, lavarte con jabón artesanal, y hacer alguna ruta para descubrir la naturaleza circundante, van y te reciben con una cerveza casera con croquetas, todo ello producido por personas que valoran y revitalizan el lugar en el que viven.
Pero no fuimos a Cuenca sólo a comer, también anduvimos un poco, así que voy con lo que vimos.
Ruta de la Laguna de Uña, el Escalerón y La Raya
Junto a la Laguna de Uña, en el municipio del mismo nombre, nace esta interesante ruta, en la que se puede disfrutar de un paisaje magnífico.
Esta laguna se encuentra rodeada de una imponente hoz caliza, con laderas de bosque mixto de quejigos y pinos negrales, sobre la que se elevan farallones rocosos de formas caprichosas, y es que en Cuenca, las rocas adoptan formas extrañas, y Uña no iba ser menos.
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¿No parece haber una cara de perfil? |
En las laderas, a la sombra de los quejigos se pueden observar pequeñas y vistosas flores que aprovechan el principio de la primavera para florecer, cuando algunos árboles aún no tienen sus hojas.
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Anémona (Anemone hepatica) |
Durante el recorrido, una interesante comunidad de aves rupícolas sobrevuelan en todo momento nuestras cabezas, destacándose entre todas, el majestuoso vuelo del buitre leonado (Gyps fulvus). Además habitan avión roquero, vencejo real, chova piquirroja y otras rapaces, que no vimos ese día, cómo águila real y perdicera, halcón peregrino y alimoche. En cambio sí que vimos otras rapaces forestales, como gavilán, águila calzada y milano negro.
Antes de llegar al final de la hoz, comienza el ascenso para alcanzar el nivel culminante, y una vez arriba, la senda rodea la hoz dejando el acantilado a la izquierda, pero siempre a escasa distancia, con lo que las vistas son impresionantes.
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Laguna de Uña al fondo |
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Escarpe que rodea la Laguna y por el que discurre la senda |
Gracias a la altura alcanzada, las aves se encuentran "al alcance de la mano" y con un poco de paciencia, se puede fotografiar al rapidísimo vencejo real (Tachymarptis melba), el mayor vencejo ibérico, que acaba de llegar a estar tierras.
Para descender, hay que encontrar la Raya, zona encajonada entre la roca que conecta con un resalte horizontal del farallón hasta donde la ladera tiene la suficiente pendiente como para bajar a pie.
En este ambiente rocoso y soleado los reptiles también hacen acto de presencia y no podía faltar esta lagartija roquera (Podarcis muralis), asoleándose mientras me vigilaba de cerca.
La ruta la terminamos tomando un refresco en Uña, y ¡más tarde de lo que pensábamos! pues aunque no supera los 14 km, frecuentes paradas, toma de fotos, comilonas y algún sesteo, nos hizo superar el tiempo estimado. No obstante mereció la pena disfrutar de este lugar, y nos queda en la agenda próximas visitas a otros lugares también prometedores.
Castillejo del Romeral
Al día siguiente dimos un paseo por Castillejo del Romeral, centro de nuestras operaciones, pueblo cobijado tras unos farallones calizos, y rodeado de un mosaico de cultivos, monte bajo, pinares y encinares que crean un ecosistema rico y muy diverso.
La animada charla provocada por la buena compañía, no favorece el avistamiento de aves u otros animales, ¡para esto habrá más días!, pero sin embargo, fue imposible no reparar, y capturar, uno de los verdes más intensos que las lluvias de semanas anteriores y el sol de ese día nos deparó.