Mostrando entradas con la etiqueta tejón. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta tejón. Mostrar todas las entradas

domingo, 10 de abril de 2016

RAPACES Y RASTROS

Un rato esta mañana, de nuevo en la compañía de amigos del grupo http://tagonius.org/, ha dado para aprender y redescubrir cosas que uno no acaba de creerse si no se lo confirma gente de mayor experiencia. Con ellos y un invitado de la famosa Doñana, hemos pasado un rato preparando el trabajo de alguno de los programas que realiza el grupo, y que si dan frutos habrá que contar más adelante.

Muchas veces he sospechado de la presencia de gatos monteses y tejones (Meles meles), entre otros bichos, por Santorcaz, hace quince días llegó la confirmación con los gatos, y hoy con los tejones. No es que hayamos visto a uno, pero sí sus inconfundibles huellas. También había otros rastros de fauna interesante, y que ojos acostumbrados a rastrear linces y bichos alcarreños no he dejado de anotar.

Varias huellas de tejón, inconfundibles con sus planta y 5 dedos bien marcados,
como un pequeño oso 
Excrementos de gato, seguramente montés
Huellas de jabalí
Antes de quedarme solo y tras varios espectaculares cernidos,
un macho de cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) descansó en una encina
Después me he quedado no más de media hora a "mi aire" y la verdad es que han sido fructíferos pues aunque el cielo era gris y había poca luz, algunas rapaces han volado suficientemente cerca.

Hembra de aguilucho lagunero (Circus aeroginosus) que estaba muy activa
En esta foto se aprecian sus características partes pálidas en cabeza, garganta y "hombros"
Alas largas y estrechas, con los extremos negros, también son características 
El macho se dejó ver menos, pero ahí estaba también
Muy cerca de una atalaya árabe, un ratonero (Buteo buteo) desde otra atalaya,
 vigilaba su territorio
Y no quiso faltar a la mañana, la dueña de todo lo que vuela por Santorcaz,
el águila real (Aquila chrysaetos)

lunes, 22 de diciembre de 2014

SIERRA DE LA CULEBRA, TIERRAS DE LOBOS

De la mano de José Luis, nuestro guía de Llobu (http://www.llobu.es/), un par de amigos, Lucía y yo nos hemos sumergido en el mundo del lobo este fin de semana. El lobo (Canis lupus), el gran depredador europeo, faltó a su cita pero sentimos su presencia, no sólo por los rastros y señales que nos dejó, si no por las historias de lobos de José Luis, de un ganadero al que visitamos, por el comportamiento de sus presas y en general por todo lo que rodea a este mítico animal en el lugar con mayor densidad de Europa occidental: la Sierra de la Culebra.

Las jornadas empezaban temprano, llegando de noche al punto de observación. Y es que la noche, el amanecer y el anochecer es el momento de mayor actividad para la gran parte de los mamíferos. Pronto, descubrimos que esa noche resulta fatal cuando mezclamos carreteras y animales.

Tejón atropellado (Meles meles)
A pesar del disgusto por una muerte tan gratuita que nos encontramos, tras conocer a José Luis y que nos contase la forma de proceder en las esperas para respetar al lobo y las normas, llegamos al punto de observación justo algo antes de salir el sol.

Mar de nubes en cotas bajas de la meseta zamorana
En seguida empezamos a disfrutar de un día helador pero con buena visibilidad, y mientras esperábamos, nos entreteníamos con ciervos (Cervus elaphus) y corzos (Capreolus capreolus), y casi con susurros aprendíamos sobre cuernas, clases de edad, sexos y peculiaridades de estos animales.

Cristales de hielo que habían crecido sobre el suelo
Cuando ya la mañana estaba muy avanzada salimos de nuestro oteadero a dar un paseo por los cortafuegos que habíamos estado escrutando con telescopios y prismáticos. Allí en seguida descubrimos que la zona era muy querenciosa para lobos, ciervos, corzos y jabalíes

Un par de ciervas que sorprendimos en un cortafuegos, aunque después comprobamos que también iban acompañadas de un vareto:


Excremento con restos de huesos atribuible a lobo
Excremento con restos de pelo de jabalí marcando un cruce de caminos, casi seguro de lobo
Huella de lobo ("seguramente" como diría nuestro guía)
Huellas de corzo
Huella de ciervo
Después del paseo, y de entrar en calor, visitamos a un ganadero joven que continuaba con la actividad de su padre. Entre muchas historias de ovejas, lobos, caza, mastines nos dejó claro que él nunca había sufrido un ataque de lobo. La causa era que había contratado a un cuerpo de seguridad muy hacendoso y que cumplía unas normas básicas de cuidado de sus ovejas. Así tenía un nutrido grupo de mastines, bien alimentados y cuando el ganado dormía al raso, siempre lo hacía en teleras y con los mastines.


Grupo de mastines que protegen al ganado
Somnolientos y sobones son los mastines con los amigos,
pero ¡ay! del que amenace a sus hermanas las ovejas
Una nueva generación de guardianes ya aprende de sus mayores...
...aunque ahora sólo den ganas de achucharlos
Mastines y careas siguen siendo las herramientas del pastor moderno que ama su trabajo
En invierno, cuando el pasto no es muy nutritivo nuestro pastor prefiere estabular a su ganado
Carnero
La comida la hicimos al sol, a la orilla del río Tera, donde una lavandera blanca (Motacilla alba) también descansaba al sol.

Lavandera blanca
Antes de anochecer subimos de nuevo al punto de observación, y aunque no tuvimos éxito, seguimos disfrutando de cielos y ciervos.

Anochecer sobre los campos de molinos
Sin desfallecer, a la mañana siguiente volvimos a intentarlo y mientras la luz aumentaba, disfrutamos con los vaivenes de la niebla.

La niebla serpentea por los vallejos
En este ambiente de paz, estuvimos más en silencio que el día anterior y los animales se nos acercaron bastante más.

Grupo de ciervas a contraluz
El mismo grupo de ciervas, nos dirigió una última mirada antes de desaparecer
Corzo con su cuerna incipiente cubierta del terciopelo
Y con la sensación, de que lo tendríamos que volver a intentar, nos internamos en el pinar en busca de nuestros coches. No vimos al lobo, pero José Luis supo contarnos los problemas a los que se enfrenta y cómo a pesar de ellos sobrevive en un lío de intereses y conflictos que sólo una persona de la zona puede comprender. Me despido agradeciéndole en nombre de todos sus enseñanzas y deseándole suerte

Niebla y pinos filtraron la luz que nos despidió 

sábado, 19 de octubre de 2013

TEJONES EN LA ALCARRIA DE ALCALÁ

Escribir un blog es una forma de abrirte al mundo: te leen desde familiares o amigos que te aprecian, pero cuyo interés por el medio natural es incipiente, hasta investigadores en formación dependientes del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
El pasado sábado por la tarde, junto a un par de amigos, uno del Museo y otro agente forestal, fuimos a la búsqueda de rastros de tejón (Meles meles), que había descubierto este último hace ya 10 años.
El caso es que como aprendí ese día, el tejón está prácticamente ausente en las alcarrias de Alcalá y Guadalajara, como así se aprecia en el mapa siguiente:

Zona donde buscamos y detectamos la presencia de tejón (punto rojo)
 y que no contaba con registros previos.
Imagen modificada del Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos Terrestres de España.
 
D. G. para la Biodiversidad-SECEM-SECEMU (2007)

.

Siempre tengo la sensación de que los páramos y vaguadas del Este madrileño y de la alcarria, no están suficientemente explorados, ya que en atlas y mapas de distribución de especies, tanto animales como vegetales, detecto numerosas ausencias de especies que he confirmado que crían, o al menos, campean por este territorio.
Por ello, era de gran interés comprobar si se mantenía la presencia de los tejones descubiertos hace 10 años, y si así era, incluir esta población en los estudios que se desarrollan en el centro de investigación.  
Tras una corta búsqueda, encontramos lo que perseguíamos gracias a la excelente memoria de nuestro “guía”. Yo desconocía las características de las tejoneras, que utilizan para descansar, guarecerse, criar a la descendencia y relacionarse entre ellos. Gracias a mis acompañantes, aprendí gran cantidad de datos y curiosidades sobre estos carnívoros y que para no aburrir a nadie, describo brevemente junto a las fotografías.

Boca de una tejonera, donde se observa un montón a la 
entrada del escombro proveniente de la excavación. También se 
observan hierbas secas que usan para hacerse camas

Salida de una boca en la que se aprecia la gran cantidad de
tierra excavada y un profundo surco de salida y entrada

Surco de acceso a una de las bocas
En primer término se aprecia una boca y su escombrera asociada, sobre ella,
 escombrera de otra boca en la que se aprecia el surco de acceso.
Más montoneras de escombro que destacan en el quejigar donde su ubicaban

Huella de tejón, que no es la típica. En un terreno más blando, 
se marcarían los dedos con sus respectivas uñas. 
Al ser semiplantígrados, las huellas son como las de un oso en miniatura
Letrina con excrementos. El tejón defeca en pequeños agujeros.
En este caso se aprecian las semillas por la ingesta de gran cantidad de moras

Para terminar y añadir algunos datos más, decir que el tejón es uno de los mustélidos (comadrejas, turones, nutria, etc.) de mayor tamaño, con hasta 12 kg. y algo menos de un metro de largo, incluyendo una corta cola. Vive en pequeños grupos familiares, normalmente una pareja reproductora, sus crías y alguna hembra joven. Las tejoneras disponen de varias bocas y túneles que comunican cámaras de encame, de cría y letrinas interiores. Se trata de animales omnívoros, que consumen gran cantidad de lombrices en terrenos húmedos, frutos, invertebrados y pequeños vertebrados. Como muchos otros mamíferos, sus hábitos son casi exclusivamente nocturnos. 
Se distribuye por toda Europa, excepto en las zonas del extremo Norte, continúa por el centro de Asia, llegando hasta las zonas próximas a la costa del Pacífico y Japón. En España es más frecuente en zonas boscosas frescas, pero se le puede encontrar en zonas más secas, mientras haya vegetación y agua.
Es un animal tímido y cauteloso, y sus mayores amenazas son las habituales: transformación de su hábitat, persecución directa por supuestos daños a la caza (trampas, disparos y veneno) y atropellos en carreteras.