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miércoles, 17 de mayo de 2017

PICOS PICAPINOS Y OROPÉNDOLA

Por fin ha llovido un poco y ha dado una tregua al campo, así que este puente no podía dejar de ir al menos un día. Ese día fue el domingo y como tenía localizado un nido muy accesible de pico picapinos (Dendrocopos major), quise pasarme a ver cómo seguía. Por eso esta crónica no la cuento en orden, empiezo por los picapinos.
Como dije hace unas semanas, me topé por casualidad con un nido de este pájaro carpintero, estaba a baja altura, enfrentado a los rayos de la mañana y frente a un sitio despejado, así que dando un rodeo para no pasar por delante, me oculté a unos 40 metros, bajo un arbusto y con mi red de camuflaje. Parecía que estaba abandonado pero a los 10 minutos llegó el macho, y luego fue un no parar de viajes de ida y vuelta de ambos progenitores. Los pollos debían ser pequeños, porque no asomaron en ningún momento.

Con cierta cautela, llegó el primer individuo con la ceba en el pico...
... al girarse mostró su nuca roja: era el macho.
Antes de salir de nuevo, una miradita para ver que no había peligro
Al rato llegó la hembra, con la nuca completamente negra.
Así transcurrieron unos minutos, llegadas...
... y al rato salidas apresuradas, algunas veces mostrando sus alas barradas.
Algunas veces coincidían ambos a la vez en un intercambio.
Diría que la hembra pasaba más tiempo con los pollos y el macho,
hacía más viajes de ida y vuelta con comida.

En el video siguiente se aprecia lo poco que dura la entrada al nido


En un momento dado, mientras controlaba los picapinos,
un milano negro mudando algunas plumas nos sobrevoló.
Antes y después de todo esto, el muestrario de pájaros fue bastante extenso, ya desde las calles del pueblo, muchos se ponen a tiro y es que a primera hora de la mañana, todos tienen ganas de cantar o mostrarse a sus vecinos.

Un gorrión chillón o duresa (Petronia petronia) piaba sobre un poste de teléfonos
Este estornino negro o tordo (Sturnus unicolor) eligió una rama seca
En este olmo seco coincidieron un jilguero (Carduelis carduelis) y un pardillo (Carduelis cannabina)
Sobre una zarza, un verderón (Chloris chloris)
Y aquí un jilguero, esta vez solo.
En una alambrada, un pardillo macho
Ya en el campo, una curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) como siempre medio escondida
Este pinzón (Fringilla coelebs) me dio la espalda, mostrando su obispillo verde...
...mientras este otro me mostró el pecho rojizo.
A la sombra de un quejigo, vi una pareja de tórtolas comunes (Streptopelia turtur)
Y otra especie migratoria cantaba en rosal silvestre, un zarcero común (Hippolais polyglota)
Y ya llevan un tiempo por aquí los abejarucos (Merops apiaster) como este en una retama
Acabo la retaíla con los de casi siempre: los aguiluchos lagunero (Circus aeroginosus)
Este es un macho aún sin plumaje adulto
Finalizo, con otro pájaro espectacular que oigo desde casa, pero no siempre logro ver, la oropéndola (Oriolus oriolus). Justo antes de llegar a casa, ahí estaba ella y esta vez no se ocultaba entre ramas, así que la pude ver en todo su esplendor.

Inconfundibles y muy llamativas
Con un potente canto
Uno de los pájaros más espectaculares, se notan su raíces africanas
Si queréis oír su canto, no hay más que subir los altavoces


miércoles, 3 de mayo de 2017

FESTIVAL DE AGUILUCHOS CENIZOS EN VISITA SACRE

Un año más por estas fechas he realizado la primera visita del programa de seguimiento SACRE, es decir, madrugar y contar pájaros yendo de un punto al siguiente con el coche. No es mi forma de pajarear preferida, pero en unas horas se pueden ver y oír muchas especies diferentes. Con el paso de los años se observan tendencias al alza o a la baja, tanto en el ámbito local como a nivel español y europeo. Por eso, empiezo con miedo cada estación de muestreo por dejar de ver alguna de las especies habituales, y me llevo una alegría si veo que todo sigue igual. Una de esas alegrías me las da una estación en la que hay una colonia de cría de aguilucho cenizo (Circus pygargus), donde año tras año veo varios individuos. Este año he llegado a ver cuatro a la vez, y como en el coche los pájaros no se asustan tanto, se han dejado acercar bastante.
En un ribazo, dos aguiluchos estaban posados
Uno de ellos, era una hembra
Tranquilamente se colocaba las plumas del pecho mostrando las marcas de su nuca
Como todos los aguiluchos, posados, muestran unas patas largas muy llamativas
El otro individuo era un macho adulto con su plumaje color ceniza
También estaba ensimismado colocándose el plumaje...
...estiraba las alas mostrando sus típicos extremos negros...
... y volvía colocarse las plumas del ala.
Mientras me entretenía con los dos anteriores, otra hembra pasó volando muy cerca,
mostrando sus largas y estrechas alas,
Estuvo un rato posada delante de mí, al borde del camino
Como tuve que seguir avanzando con el coche, al final la levanté,
pero antes pude grabar un vídeo mientras escuchaba a los Dire Straits

Para colmo, en otra estación, otro aguilucho cenizo estaba posado en un majano muy cercano al camino comiendo algo, lo que culminó el festival de aguiluchos del día.

Por su postura, estaba claro que estaba sujetando algo con sus patas...
... y además picoteaba frecuentemente.
Más de cerca, y comparando con alguna web, parece que este individuo es un macho de 2º año, se aprecian plumas de juvenil marrones y algunas que ya tornan al gris
Algún pájaro más pude fotografiar ese día, pero como tocaba censarlos en un tiempo determinado, no pude entretenerme mucho:

Una grajilla (Corvus monedula)
Un tímido arrendajo (Garrulus glandarius)
Un macho de curruca carrasqueña cantando (Sylvia cantillans)
Acabado ya el SACRE me crucé con dos milanos negros (Milvus migrans)
En ellos la cola tiene una tenue escotadura
Acabo con alguna fotillo que hice el día anterior en compañía de la familia, y es que hasta un parque infantil es un buen sitio para ver animales.

Una hembra de pardillo común (Carduelis cannabina) con ramillas en el pico
Su pareja es mucho más colorido
Un humilde triguero (Emberiza calandra)
Una mariposa de la familia de los licénidos

martes, 29 de marzo de 2016

GATO MONTÉS, ÁGUILA PESCADORA, AMPLEXO DE SAPOS, Y MÁS...

Hay que ir al campo siempre que se pueda, siempre que haya tiempo, porque por mucho que uno crea conocer un territorio, los seres vivos, son libres y siempre están dispuestos a recompensarnos con nuevos y curiosos avistamientos. Da igual lo que digan las guías y los expertos, su libertad los saca de la norma. Esta Semana Santa la hemos pasado en Santorcaz y casi todos los días he salido al campo, unas veces con mis chicas y una vez con unos nuevos, pero ya grandes amigos del grupo TAGONIUS, al que pertenezco desde hace poco. Da igual ir de parloteo con Lucía y empujando un carrito de bebé o ir con dos expertos naturalistas, en ambos casos me llevé gratas sorpresas que sin más preámbulos empiezo a relatar.

El sábado, el proyecto HOSPEDA del grupo TAGONIUS aterrizó en Santorcaz con la colocación de dos cajas nido para cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), o cualquier otra ave que se anime a utilizarlas (búho chico, autillo, mochuelo, etc.).  Pasamos un rato agradable de bricolaje y trabajo en altura, mientras nos sobrevolaban milanos, cernícalos, ratoneros y aguiluchos laguneros. Después de despedirnos, cuando estaba a punto de entrar en casa, me llamaron al móvil: que me esperase, que venían a buscarme para intentar fotografiar a un gato montés (Felis silvestris) que vieron desde el coche. No tenía yo esperanzas en verlo después de 2 minutos, pero ahí estaba un fabuloso macho a la caza de roedores a plena luz del día y no muy lejos de la carretera. Era la primera vez que fotografiaba uno, y encima en mi pueblo.

Gato montés de caza en el rastrojo
Mirando fijamente a la cámara
Sentado casi pasa desapercibido entre la hierba seca
Antes de desaparecer en la vegetación nos enseñó su gruesa cola rematada de negro
y la "suela" de sus patas, también de negro
Como dije, ese día hicimos más cosas y vimos varias rapaces, y para dejar constancia, ahí van algunas fotos. Esperemos que pronto sean ocupadas estas cajas y podamos hacer un seguimiento de sus moradores.

Caja recién instalada lista para ser ocupada 
Un cernícalo ya se animó a inspeccionar su posible nuevo alojamiento
Milano negro (Milvus migrans)
Milano real (Milvus milvus) comiendo algo en el aire
Incluso con la cola desplegada se aprecia su fuerte escotadura,
mayor que la del milano negro
Otra sorpresa, de la semana, fue el jueves, que nos animamos a pasear con la pequeña. La tarde era un poco sosa pero ya al atardecer apareció una rapaz con un vuelo raro para lo que acostumbro a ver por Santorcaz. Finalmente se posó en lo alto de un tendido de alta tensión y mis ojos no daban crédito: un águila pescadora (Pandion haliaetus). Obviamente se trataba de un ejemplar en paso, probablemente de vuelta desde África hacia el Norte de Europa. Como nuestro camino seguía al tendido fuimos levantando al animal, que se iba desplazando de un apoyo al siguiente, hasta que regresamos a casa.

Águila pescadora con su vientre completamente blanco y partes superiores oscuras
En el siguiente poste, con algomás de luz y de perfil se aprecia su antifaz negro
El domingo, en otro de nuestros paseos en familia me entretuve fotografiando el amplexo de hasta tres parejas de sapo común (Bufo bufo), una de las cuales ya había empezado a poner sus hileras de huevos. Esperemos que la primavera sea algo húmeda y permita a los renacuajos completar su ciclo vital.

Los sapos machos son más pequeños, pero ambos sexos comparten
 un curioso color naranja en los ojos
Los huevos de sapo son cordones enredados entre la vegetación
Y aunque eso fue lo más significativo de la semana, como digo, algún paseo dimos más y algún rato he pasado en el jardín cámara en mano, lo que siempre hace que algún pajarillo se ponga a tiro, y que no por ser más comunes, no tengan los mismos méritos para aparecer en este blog.

Carbonero garrapinos (Parus ater) en la acacia del jardín de al lado de casa
Inclinado, otro individuo muestra su característico diseño facial
En las paredes de mi jardín buscando ¿nido o insectos?
En la misma acacia un jilguero (Carduelis carduelis)
De nuevo en la misma acacia un mosquitero común (Phylloscopus collybita)
Detalle del mosquitero
Pareja de pardillos (Carduelis cannabina) el macho con el pecho ya con el plumaje de celo
Otro pardillo macho, esta vez de espaldas y con la luz del atardecer
Estornino negro (Sturnus unicolor) en una antena 
Lavandera blanca (Motacilla alba)
Atardecer desde el camino de Pioz