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sábado, 21 de diciembre de 2019

AVES ACUÁTICAS INVERNANTES EN EL SOTO DE LAS JUNTAS

Amanecimos pronto el domingo pasado, los niños fueron los culpables. Con mucha mañana por delante nos lanzamos a un sitio de los habituales cuando éramos sólo dos: el Soto de las Juntas. Cerca de casa, la confluencia del Jarama y Manzanares es un lugar donde poder ver acuáticas, en esta época, invernantes.

Los somormujos lavancos (Podiceps cristatus) eran las acuáticas más abundantes, 
aquí uno con su plumaje de invierno
Un zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis), también en plumaje invernal, 
pasa por delante de un somormujo 
Un cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) se eleva en busca de roedores
Una pareja de cigüeñas (Ciconia ciconia) descansando en nido,
 han preferido pasar el invierno cerca
No sólo una pareja, sino cientos de ellas pasan el invierno en Madrid, 
hay vertederos donde comer y con el estómago lleno el frío se pasa mejor
Tres cormoranes (Phalacrocorax carbo) descansan en un árbol
Otro que está en el agua se prepara para despegar...
... empezando con un salto y un fuerte aleteo.
Una hembra de pato cuchara (Spatula clypeata)
Esta focha (Fulica atra) lleva un pez en el pico y había varias que la perseguían
Aquí otras dos se dedican a pelearse, váyase a saber por qué...
Una garza real (Ardea cinerea) duerme en un álamo
Gaviotas sombrías (Larus fuscus) descansan en la laguna
Una lavandera blanca (Motacilla alba) en los guijarros del Manzanares
En ls bordes de la laguna se podían ver los movimientos de los martines pescadores (Alcedo atthis), el problema es que sólo se veían los de los márgenes del otro lado de la laguna
A pesar de la distancia, son espectaculares
Justo en el momento de lanzarse al agua
Capturando mosquitos en las orillas de los ríos había decenas de 
mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita)
Un par de patos cucharas (Spatula clypeata)
Un ánade friso (Mareca strepera) hembra
Otras veces hay más, pero esta vez vimos pocos ánades reales (Anas platyrhynchos)
Cuando nos íbamos vimos un ratonero (Buteo buteo) de pecho bastante claro
Acabo con una visión muy poco gratificante de la situación de nuestros ríos, por muchas depuradoras que pongamos es necesario que no lleguen a ellas tantos plásticos, toallitas, pañales, compresas y cosas así.



Las orillas nos recuerdan la basura que nos rodea
A pesar de todo el Manzanares sigue siendo interesante


jueves, 7 de diciembre de 2017

AVES DEL PUENTE DE CARLOS IV EN PRAGA

Estamos recién llegados de unas mini-vacaciones en Praga, una ciudad con una oferta de cultura, historia y ocio estupenda, y aunque la oferta de naturaleza es más limitada, y más aún en estas fechas, siempre queda algún resquicio para poder contar algo que cumpla con lo esperado en este blog. La verdad es que no ha dado para mucho en cuanto a bichos, y además el día que estuvimos en uno de los parques de Praga, estuvo nevando a ratos así que "sólo" disfrutamos de las vistas de la torre de Petrin y no paseamos entre los árboles. Todo lo que queda por contar es sobre las aves del magnífico puente de Carlos IV sobre el río Moldava.
En una de sus orillas, los cisnes (Cignus olor) decoran las fantásticas fotos que ofrecen el puente, las torres y campanarios de esta ciudad. No obstante ¡ojo con los cisnes! que al mínimo descuido te asaltan para robar cualquier pedazo de galleta que tenga uno entre manos. Nuestra pequeña Silvia tuvo que vérselas con alguno, que al verla de su mismo tamaño, la acosó para robarle el desayuno.

Cisnes y otras aves rellenan el espacio para hacer aún más bonitas las fotos del puente
Como siempre, entre las aves acuáticas más frecuentes están los azulones (Anas platyrynchos)
No sé por qué, pero casi todos eran machos...
... aunque la verdad es que son preciosos
También había bastantes fochas (Fulica atra), aunque no se acercaban demasiado
Otras acuáticas del río, son las gaviotas reidoras (Larus ridibundus)
Y no siendo acuáticas, se acercan al mismo borde las grajillas (Corvus monedula)
Las grajillas parece que miran para ver qué pueden obtener de los humanos
Sobre las estatuas y barandillas del propio puente, esos mismos protagonistas también aprovechan las sobras y limosnas de los humanos.

Gaviotas reidoras al anochecer
Otra grajilla muestra su delicado plumaje negro y grisáceo
Un hecho curioso: en cinco días que pasamos no vimos ni un sólo gorrión en la ciudad. Parece que las ciudades europeas van perdiendo a sus más antiguos co-habitantes. 
Acabo como dije al principio, ojo con los cisnes que son capaces de acosar al que tenga comida entre manos, y si es a alguien de su tamaño, con más motivo.
Cisne y niña se aguantan la mirada, en juego, una galleta

lunes, 20 de abril de 2015

ZARZALEJO, LAGUNAS, LAGARTIJAS Y LAGARTOS

Como hace quince días, hemos vuelto a terrenos de granitos y lagunas, esta vez en Zarzalejo, donde al pie de uno de los picos de las Machotas se encuentran las lagunas de Castrejón.

Una de las lagunas de Castrejón con una de las Machotas al fondo
No faltan en estas pequeñas lagunas las aves acuáticas de siempre: fochas, ánades reales y alguna polla de agua, que más tímidas no salieron en las fotos.

Pareja de azulones (Anas Platyrhynchos)
Focha común (Fulica atra)
Desde las lagunas parten caminos que atraviesan fincas ganaderas de monte mediterráneo y piedra berroqueña, y entre las piedras del granito, no faltaron los reptiles.

Lagartija colilarga (Psammodromus algirus) adulta, se aprecian ocelos azules junto a la extremidad anterior
Un ejemplar juvenil de la misma especie
Lagartija ibérica (Podarcis hispanicus).
Parece un macho mostrando el vientre rojizo y con la cola arqueada
El mismo ejemplar observando al fotógrafo.
Un gran lagarto ocelado (Timon lepidus) tomando el sol
Como la mañana empezó fresca, los pájaros parecían tranquilos, pero en seguida empezaron a asomarse muchos de ellos y ya pudimos fotografiar a algunas especies recién llegadas del África subsahariana.

Alcaudón común (Lanius senator), pájaro migratorio
Otro ejemplar con el cielo al fondo
Curruca carrasqueña macho (Sylvia cantillans), como demuestra su vientre rojizo y bigotera blanca
Una totovía (Lullula arborea) transporta material para su nido
Y como siempre una mirada al suelo también permite encontrar algunas joyas.

Narciso (Narcissus bulbocodium)
Cardera (Vanessa cardui)

martes, 24 de marzo de 2015

AVES POR LA MANCHA

En varios lugares de La Mancha, de cuyos nombres me acuerdo perfectamente, no hace ni dos días que hemos pasado el puente San José. Luchando contra el viento y el agua hemos podido disfrutar de unos días de reposo, y cómo siempre hemos disfrutado de cultura, patrimonio, gastronomía, y cómo no, ornitología. Este es el resumen pajaril de los cuatro días.

Tras ver molinos y castillos en Consuegra, empezamos al cobijo de un observatorio de las lagunas de Alcázar de San Juan, un lugar no muy conocido pero megadiverso en aves.

Laguna del Camino de Villafranca 
Aguilucho lagunero macho (Circus aeroginosus) con su típico vuelo
de prospección  a baja altura con las patas colgantes
Un flamenco (Phoenicopterus roseus) a punto de tomar agua
Con colores más apagados un joven flamenco nos miró con el rabillo del ojo
Había varias malvasías (Oxyura leucocephala), los machos con su llamativo pico
Entre muchos otros, ánades frisos (Anas strepera) nadaban junto a zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis)
Tras seguir viendo molinos en Campo de Criptana y visitar la casa de Dulcinea en El Toboso, nos alojamos en Belmonte, donde a la mañana siguiente visitamos su precioso castillo, que nos cobijó de otro chaparrón, aunque al salir de él nos ofreció algo de sol.


Una curiosa grajilla (Corvus monedula) nos observó 
Junto a su pareja, descansaron en una gárgola
De Belmonte, pasando por Las Pedroñeras, fuimos a las Lagunas de Ruidera, curioso paisaje de aguas que crean sus propias presas de travertino, para desaguar unas en otras en hermosas cascadas.

Salto de agua entre dos de las Lagunas de Ruidera
Una pareja de ánades reales (Anas platyrynchos) se movían entre los toboganes de agua
Pudimos ver un gran grupo de patos colorados (Netta rufina)
Muy abundantes por todas las carreteras de la zona, esta perdiz (Alectoris rufa) bebía agua en la cuneta de la carretera, después comprobamos que estaba coja, aunque aún volaba
Aún nos dio tiempo para otro castillo, el de Peñarroya, y para disfrutar de la monumental Villanueva de Los Infantes, desde donde fuimos a dormir a Tomelloso, punto neurálgico del vino manchego, y donde hicimos acopio de quesos y vino. Al día siguiente fuimos hacia la zona de Calatrava y en el magnífico castillo de Calatrava La Nueva disfrutamos de vistas a un soberbio paisaje mediterráneo circundante. 

Castillo y Sacro Convento de Calatrava La nUeva
A pesar de las muchas piedras, vimos aves forestales como este carbonero común (Parus major)
También entre los agujeros del castillo vimos a varios herrerrillos comunes (Cyanistes caeruleus)
Después de comer y pasear un rato, nos dirigimos a Almagro, donde entre sus monumentales edificios también prosperan aves dignas de fotografiar. Con duelos y quebrantos, pisto, alfonsinos y pan de Calatrava dimos por finalizado el día.

Pareja de cernícalos primilla (Falco naumanni) el macho más colorido, durmiendo
El último día, pensando que en cualquier momento nos caería un diluvio, nos fuimos a las Tablas de Daimiel, que rebosantes de agua, mostraban el potencial que puede dar este maltratado Parque Nacional. Desde las pasarelas me alegré por oír varios avetoros, pero me llevé la decepción de no poder ver ni uno, como en mis últimos 35 años...

Tablas de Daimiel
Un grupo de flamencos sobrevuela las tablas
Las más abundantes fueron las fochas comunes (Fulica atra)
Una garceta común (Egretta garzetta), buscaba alimento junto a los caminos 
Aunque lejos, pudimos ver también varios somormujos lavancos (Podiceps cristatus)
El último pajarillo que fotografiamos en las tablas fue un bonito jilguero (Carduelis carduelis)
Y pensando que con un jilguero acabaría nuestro viaje ornitológico por La Mancha, a las riendas de mi Rocinante divisé una rapaz de color pardo en un poste sobre un viñedo, y señalando indiqué lo obvio: un ratonero. Al llegar más próximo a él, algo me hizo dudar y un antifaz me hizo gritar: ¡águila pescadora!, a lo que mi fiel escudera, como una Sancho Panza, aún sin panza, me dijo que si no sería que tenía visiones, pues estábamos en La Mancha y que los muchos libros de bichos me habían llenado de pájaros la cabeza. Paré al borde de un camino, dimos la vuelta y en el escondite del coche, pude fotografiar a una magnífica águila pescadora (Pandion haliaetus), que demostró que aún puedo seguir leyendo libros, pues aún me caben más pájaros en la cabeza.

Águila pescadora, con su inconfudible antifaz pardo 
Vale.