miércoles, 31 de diciembre de 2025

UN ZORRO, UN FESTIVAL DE CORZOS Y RAPACES

El día después de Navidad, reservé un par de horas para ir a contar pájaros por Santorcaz, siguiendo la rutina que cumplo desde hace años que hago el SACIN. Hacía tiempo que no salía sólo por el pueblo y aunque de pájaros no hubo nada especial que contar, fueron los mamíferos los que sí estuvieron muy activos a pesar de que no madrugué mucho. 

Con su espléndido pelaje invernal, este zorro (Vulpes vulpes) me descubrió antes que yo a él

Aunque el zorro fue lo menos habitual, los protagonistas reales fueron los corzos (Capreolus capreolus). Ya desde el comienzo del paseo, poco después de dejar la piscina apareció uno de ellos en el horizonte. Luego algunas rapaces posadas en los tendidos eléctricos y ya después fueron otra vez los corzos por todos sitios, no sé si los mismos, pero no todos lo serían.

Éste macho me observó tras unos espartos durante unos segundos antes de desaparecer. Habra tirado sus cuernas en algún sitio y le crecerán unas nuevas durante la primavera.

Estos dos milano reales (Milvus milvus) debieron pasar la noche en ese poste 

En uno más cercano un cernícalo macho (Falco tinnunculus) buscaba una presa

Mucho más lejos un águila imperial (Aquila adalberti) también buscaba el desayuno

Caminando entre carrascas descubrí a unos 20 metros que algo se movía, ellos me debieron oir u oler, tras un rato en que creo que no habían descubierto

Tras seguir con mi itinerario, allá por Las Fuentes, volví a ver unos corzos en la distancia

Volviendo a los pájaros, un carbonero (Parus major) se puso a una corta distancia

A pesar de ser bastante comunes, no dejan de ser uno de los pájaros más bonitos

Me sorprendió que aún pasaran grullas (Grus grus) volando hacia el sur a finales de diciembre

Tras bajar la vista de las grullas fue cuando encontré al zorro en un sembrado, y tras obsservarnos, se ocultó entre unos espartos

Desde la Hontanlla, de nuevo otro grupo de corzo, da envidia ver cómo suben por los cerros sin aparente hacer ningún esfuerzo

Rara es la vez en que los corzos no descubren antes al humano

Y para mi sorpresa cuando estaba ya llegando al pueblo, en frente de la Cuesta de la Torrecilla o Cerro del Elvira, otra vez los corzos se metieron por medio cuando estab intentando fotografiar a un par de milanos reales.

La casualidad quiso que el milano se cruzase en el camino de unos corzos que yo no sabía que estaban ahí

Es una secuencia curiosa, porque a posta hubiera sido muy difícil de conseguir

Hasta tres corzos se cruzaron en el camino del milano

Cuando ví que había corzos por el cerro, los busqué y les pude grabar antes de desaparecer

Cuando ya los corzos se fueron, pude fotografiar con más calma al milano

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