martes, 26 de abril de 2016

FRITILARIAS Y SAPOS CORREDORES

Aunque pueda ser incómodo, ¡qué buenas perspectivas prometen estas lluvias de abril! Y aunque sea incómodo, erre que erre, seguimos saliendo al campo por Santorcaz en cuanto podemos.
El sábado por la tarde nos aventuramos todos por el camino de Pezuela, hasta que una zona de barro impidió el paso con el carrito.  Y menos mal que nos hizo retroceder, porque negros nubarrones se avecinaban y empezaron a soltar agua justo cuando llegábamos a casa. Por el camino, además de unos cielos espectaculares, algún pequeño depredador se dejó ver.

Al principio, con sol, un cernícalo macho (Falco tinnunculus) nos sobrevoló...
...para posarse un poco más adelante en una torreta.
Aún más adelante un alcaudón común (Lanius senator) también oteaba en busca de presas
Cuando miramos atrás y vimos la que se avecinaba apretamos el paso
El domingo por la mañana madrugué y ya, yo sólo, visité algunos de mis sitios preferidos, aunque antes de salir del pueblo ya disfruté de los vecinos habituales.

Una golondrina (Hirundo rustica) tomando el sol
En este caso, una pareja también tomaba el sol. Se aprecia en el macho, que la longitud de las rectrices externas de la cola son mucho más alargadas
Una paloma torcaz (Columba palumbus) en un poste de hormigón
Y en un poste de madera, una prima de la paloma, una tórtola turca (Streptopelia decaocto)
Como iba al paso, en el campo, pocos animales pude fotografiar, que no fueran de los más comunes y confiados.

Precioso macho de pardillo común (Carduelis cannabina)
Un verdecillo (Serinus serinus) cantando... 
... igual que este verderón (Carduelis chloris)
Las que si se dejan fotografiar son las flores, y este año promete. Para empezar unas bonitas fritilarias (Fritillaria lusitanica) y orquídeas (Ophrys sphegodes) adornaban una ladera entre Anchuelo y Santorcaz.

Fritilaria, el tulipán alcarreño
Orquídea 
A media mañana llegué a casa y volvimos a dar una vuelta toda la familia, esta vez por el camino de Guadalajara. De nuevo unos charcos nos cortaron el paso después de media hora de paseo, pero en esos charcos descubrimos a una hembra de sapo corredor (Bufo calamita) terminando de poner sus huevos en pleno charco. No sé dónde andaría el macho, aunque espero que diera tiempo a fecundar el rosario de huevos. Ahora falta que llueva de vez en cuando para que los renacuajos metamofoseen pronto a la forma definitiva.

Sapo corredor poniendo sus hileras de huevos en un charco somero
Una vez acabada la puesta salió a mostrar sus preciosos ojos verdes
Detalle que muestra el color típico de los sapos corredores, fondo verdoso,
con verrugas rojizas y una línea dorsal clara. 

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