sábado, 18 de mayo de 2013

ESQUIVANDO TORMENTAS

Esta mañana estaba, desde bien temprano, dispuesto a disfrutar de un día de campo, esperando que la previsión de lluvias no se hiciese realidad. Pero no fue así, así que tuve que esperar un rato a que aclarase y a que la aplicación de alerta de lluvia del móvil no diese ningún aviso. Al final parecía que el radar estaba libre de lluvia y empezó a clarear así que me lancé.

Todo empezaba bien, con los primeros pájaros cantándole al sol que templaba un poco el frío de la mañana.

Zarcero común (Hyppolais polyglotta), especie llegada de África y
especialista en imitar el canto de otras aves como indica su apellido latino

Triguero (Emberiza calandra)

 También las flores de las orquídeas se mostraban en todo su esplendor.

Ophrys scolopax u orquídea becada

Las rapaces también comenzaban a activarse, seguro que con el estómago vacío por tener que esperar a que escampase.

Ratonero común (Buteo buteo)

Aguilucho lagunero (Circus aeroginosus) visto desde atrás

Aguilucho lagunero macho de perfil

Pero yo estaba con la mosca detrás de la oreja, pues las mariposas no volaban, se aferraban a sus posaderos y apretaban sus alas para pasar desapercibidas y no mojarse en caso de lluvia.

Euchloe tagis
Mirando al cielo, pude ver que las mariposas tenían razón, y que se empezaban a formar nubes de tormenta. Por eso no aparecían en el radar, porque se formaban en la zona y no daba tiempo a verlas venir con tiempo suficiente. Lo bueno es que estaban muy localizadas y parecía que no seguían mi camino.


Las águilas calzadas seguían volando tan tranquilas y aunque parece mentira, la foto de más abajo, fue tomada, a la una de la tarde, pero con el fondo de un enorme cumulonimbus o nube de tormenta.

Águila calzada (Hieraaetus / Aquila pennatus)

Mirando al suelo seguía descubriendo la belleza en la simetría de flores sencillas. 


Iberis pectinata o carraspique

Pero un par de fogonazos y sonoros truenos me hicieron levantar de nuevo a la cabeza y darme cuenta de la espectacular nube de tormenta que se estaba formando sobre Santorcaz. Afortunadamente no me mojé, pero luego vi que había caído una pequeña granizada.



Con ganas de más, pero satisfecho, puse rumbo a casa, apretando el paso, pero con tiempo para fotografiar a este milano negro que pasaba por allí.

Milano negro (Milvus migrans)

Llegando a "Los Huertos" vi que en Anchuelo ya llovía, así que al menos me dije que podría refugiarme en el Lavadero hasta que pasase la nube. Así fue, y salvo las botas, no me mojé en esta "arriesgada mañana".


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