El 2 de febrero ha sido el Día Mundial de los Humedales, así que para celebrarlo, este domingo hemos estado en el Soto de Las Juntas, área del Parque Regional del Sureste (Rivas Vaciamadrid) en donde el Manzanares se une al Jarama. Entre ambos ríos hay una laguna cuyo origen es una antigua gravera restaurada para dar cobijo a numerosas aves acuáticas.
Hoy, por lo tanto, cambiamos de aires, que nunca viene mal, y aunque el aire ha sido protagonista por lo intenso y frío, hemos podido ver alguna cosilla interesante.
Nada más llegar, siempre nos asomamos al Manzanares. En sus orillas suele ser fácil ver pajarillos y aves que se alimentan de la multitud de insectos que emergen de sus contaminadas aguas. Entre ellos, muchos mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita), casi imposibles de fotografiar por sus rápidos movimientos.
También las lavanderas blancas (Motacilla alba) se ponían las botas en las orillas, llenas de plásticos, trapos...
Más sigilosas, las pollas de agua o gallinetas (Gallinula chloropus), también picotean aquí y allá, siempre en la orilla más lejana del observador.
Hasta llegar a la laguna y el río, hay un cómodo paseo, donde también es fácil ver a los relativamente confiados petirrojos (Erithacus rubecula).
Cuando ya volvíamos hacia el aparcamiento, unos pajareros parados mirando hacia la orilla, esta vez la del Manzanares, nos hicieron pensar que algo de interés había allí. Y buscando, buscando, encontramos una preciosa hembra de avetorillo (Ixobrychus minutus), la más pequeña de nuestras garzas y que es un invernante muy raro en España, ya que es considerado sólo como ave estival.
Ya apretando el paso de vuelta, tras las últimas paradas, una blanquísima cigüeña (Ciconia ciconia) nos hace levantar la cabeza...
... y nos hacen percatarnos de que no sólo nosotros celebrábamos el Día Mundial de los Humedales, sino que algunos más se habían reunido con nosotros para celebrarlo.
Finalmente, llegamos a la laguna, entre los ríos Jarama y Henares y con los cortados de La Marañosa al fondo.
La verdad es que que no había mucho paterío, pero buscando siempre se puede encontrar algunos patos nadadores, como el ánade real o azulón (Anas platyrhynchos)...
... o el bonito pato cuchara (Anas clypeata).
Entre los patos buceadores había algunos porrones moñudos (Aytha fuligula).
A pesar de todo los patos, la acuática más abundante en la laguna es, sin duda, la ruidosa focha común (Fulica atra), que no es un pato, es pariente de la gallineta que citábamos en el Manzanares.
Junto a la laguna, discurre el río Jarama, que más caudaloso que el Manzanares, permite también la presencia de otras anátidas, como el ánade friso (Anas strepera), dentro del grupo de los patos nadadores.
La vistosa cerceta común (Anas crecca), pequeño y veloz pato, también pasa el invierno con nosotros, aunque es bastante tímida y enseguida busca la protección de las orillas.
No puede faltar también un pato buceador como el porrón común (Aythya ferina), que parece gustar más de las aguas con cierta corriente.
En el punto medio de esta ruta circular se produce la unión entre ambos ríos, por la izquierda el Jarama, y por la derecha el Manzanares.
Ya apretando el paso de vuelta, tras las últimas paradas, una blanquísima cigüeña (Ciconia ciconia) nos hace levantar la cabeza...
... y nos hacen percatarnos de que no sólo nosotros celebrábamos el Día Mundial de los Humedales, sino que algunos más se habían reunido con nosotros para celebrarlo.
Muy interesante el blog. Qué suerte con el avetorillo. No consigo localizarle. ¿No pudiste localizar ningún somormujo lavanco ese día en la laguna?
ResponderEliminarPues me extrañó, pero no había ni un lavanco. Lo del avetorillo es cuestión de suerte, a veces lo encuentro pasando un buen rato revisando las orillas despacio con el tele.
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