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martes, 19 de febrero de 2019

MILANO REAL, GORRIÓN MORUNO Y HERRERILLO COMÚN

Febrero está siendo seco y cálido este año, y nos permitió que el pasado domingo ya cogiésemos la bici la mayor y yo. Lucía iba andando, llevando el carrito de Álvaro. Obviamente no es la mejor manera de fotografiar aves, pero hubo un milano real (Milvus milvus) que nos entretuvo bastante y se dejó ver bien. Es curioso, pero desde hace unos pocos años se ha convertido en la rapaz invernante de Santorcaz más frecuente, cuando antes no era fácil de ver.

En esta imagen se ve el patrón de sus alas, pero en cambio nos
oculta su característica cola escotada porque la tiene recogida...

... mientras que en esta foto la tiene tan desplegada que no se aprecia la escotadura.

Otro que se ha convertido en muy frecuente, es el gorrión moruno (Passer hispaniolensis) que ya es mucho más fácil de ver que el gorrión molinero.

Pecho oscuro en los machos y mejillas blancas los diferencian de los comunes

Y acabo desde casa, donde teniendo la cámara a mano siempre se puede fotografiar algún bonito pájaro.

A pesar de estar lejos y a la sombra, los herrerillos (Cyanistes caeruleus)
son siempre muy agradecidos si se quedan quietos

martes, 8 de enero de 2019

MILANO REAL, MUSARAÑA Y PAJARILLOS

Estos primeros días del año, hemos seguido aprovechando el buen tiempo para dar algún paseo hasta los parques del pueblo. No es que sea fácil ver grandes cosas, pero siempre puede ser interesante conocer los pájaros más comunes para los principiantes. Además, justo antes de los Reyes me di un paseo muy cortito hasta el Carrascal donde me entretuve con un milano real (Milvus milvus) y alguna cosilla más. Por el final empiezo:


Los últimos inviernos los milanos reales están por todos lados

Inconfundibles con su cola ahorquillada y rojiza

El final hizo un picado y empezó a comer lo que fuese mientras volaba

En el camino una pobre musaraña (Crocidura russula) no aguantó la fuerte helada nocturna

A la vuelta, un grupito de gorriones morunos (Passer hispaniolensis) merodeaba por allí
Como contaba, en los parques de la piscina y del Molino de Viento también se ven pajarillos.

En lo alto de un abeto un estornino negro (Sturnus unicolor) tomaba el sol...
… y luego le acompañó un gorrión común (Passer domesticus)
En el capirote de una chimenea otro gorrión tomaba el sol
Un colorido herrerillo común (Cyanistes caeruleus)
En la báscula una lavandera blanca (Motacilla alba
Un pinzón vulgar (Fringilla coelebs) entre las ramas de un almendro

domingo, 16 de abril de 2017

MÁS AGUILUCHOS LAGUNEROS, RATONEROS Y CIGÜEÑAS NEGRAS

Hemos estado en Santorcaz en esta Semana Santa, que cualquiera diría que ha sido en junio en lugar de abril. Casi apetece salir al campo a última hora porque a medio día el sol cae a plomo. Y eso hemos hecho el jueves y viernes, dar un par de paseos por el Camino de Corpa y al Cerro de La Elvira respectivamente.
Por el Camino de Corpa nos entretuvo bastante un aguilucho lagunero (Circus aeroginosus), que antes de irse a dormir estaba a ver si cenaba algo.

En vuelo rasante, los laguneros alternan planeos con aletazos
Aquí planeando a baja altura con los depósitos de agua al fondo
Cuando detecta algo, frena con la cola abierta y encogiendo las alas, se lanza a plomo
Si no hay suerte, con profundos aleteos se eleva para ganar algo de altura

Todo esto pasaba mientras las calandrias (Melanocorypha calandra) animaban el paseo con su canto y sus imitaciones de otros pájaros.

Siempre a gran altura cantan las calandrias, que destacan por sus alas negras


Como pasa a menudo, los atardeceres desde este camino, son un espectáculo.

Añadir leyenda
Al día siguiente, tuve la cámara a mano por el jardín porque algunos árboles aún tienen pocas hojas y los pájaros cantores se ven muy fácilmente aunque tengan colores verdosos. 

Verdecillo (Serinus serinus)
Verderón (Carduelis chloris)

Por la tarde, otra rapaz nos entretuvo un rato en el lavadero, un ratonero (Buteo buteo). Aprovechando el aire que chocaba contra el Cerro de la Horca para planear y cernirse, la rapaz vigilaba a ver si había algo para merendar.

Ratonero común, con el cuerpo bastante claro
Como el sol ya estaba bajo, en los giros se iluminaban sus partes ventrales
En vuelo cernido, aprovechando el aire en contra

Y ya en casa, justo antes de entrar por la puerta, un sorpresón: una pareja de cigüeñas negras (Ciconia nigra) muy altas, en vuelo migratorio. Sólo una foto en malas condiciones pude hacer, para dejar testimonio.

Cigüeñas negras, unas aves muy escasas
El sábado no tocó campo, fue ciudad y centros comerciales, pero antes de salir saqué cinco minutos para ver qué pajarillos cantaban en los árboles del vecino, y como siempre, algunos había.


Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) cantando en un lugar prominente

Los herrerillos comunes (Cyanistes cyaneus) buscan lugares más cubiertos

Jilguero (Carduelis carduelis) uno de los mejores cantores
Y hoy he madrugado para estar un par de horas a mi aire, pero para no aburrir al lector que haya llegado hasta aquí, lo contaré en unos días.

domingo, 19 de marzo de 2017

PÁJAROS CANTORES Y GAVILÁN

Muy buen tiempo ha hecho este puente y la verdad es que hemos tomado bastante el sol. El sábado tocó por Tamajón, con amigos, pero allí no hice fotos. Hoy domingo, ya en Santorcaz, hemos hecho como el fin de semana anterior: he madrugado yo sólo, luego todos en bici por los caminos, y por la tarde otro paseíto corto.
Al amanecer, es una gozada esta época, porque todos los pequeños pájaros se pasan un buen rato cantando, y es que los machos buscan pareja desesperadamente. Además, también lucen sus mejores galas, así que el espectáculo está garantizado.

Un precioso verdecillo (Serinus serinus) hincha el pecho para soltar sus estrofas
En lo alto de un almendro, un pardillo (Carduelis cannabina) también cantaba
Y en el siguiente almendro, un jilguero (Carduelis carduelis) hacía lo mismo
Una golondrina (Hirundo rustica)descansaba en un cable
Un colorido herrerillo común (Cyanistes caeruleus)
Siempre medio escondidos, puede ver un picogordo (Coccothraustes c.)
Y también en el mismo olmo, cantaba un petirrojo (Erithacus rubecula)
Acabé el paseo un tanto cabreado al ver como sistemáticamente se gasta dinero en envenenar una gran superficie sin necesidad. Luego nos preguntamos por qué hay tanto cáncer, enfermedades autoinmunes, alergias, problemas de fertilidad, etc. Echar un veneno tan fuerte en algo que pretende ser un parque no creo que esté justificado.

Desolador
En fin... después de un pequeño descanso, con la bici y la pequeña en la sillita no es tan fácil ver pájaros... y fotografiarlos. Aún así, me he topado con un par de collalbas grises (Oenanthe oenanthe), y el macho se ha dejado fotografiar. En estos días habrá muchas más en camino hacia el Norte.

Las collalbas casi siempre se posan en lugares prominentes
Por la tarde no teníamos mucha intención de ver aves, pero con la cámara a cuestas, siempre te puedes topar con alguna cosa interesante, o con un bonito atardecer.

Un gavilán (Accipiter nisus) vuela con algo en las patas
Una mariposa ortiguera (Aglais urticae) tomando el sol
Atardecer con el cerro del Viso en la penunmbra

martes, 12 de julio de 2016

CARA A CARA CON UN ZORRO Y DOS CORZOS

Muchos pueden pensar en el por qué de salir al campo una y otra vez por sitios ya muy conocidos, pero es que cualquier mañana la naturaleza te da un susto y te sorprende con algo inesperado. Si seguís leyendo, lo veréis...
Así el domingo madrugué y como otros días, me lancé a ver qué podía pescar. Como ya hacía mucho tiempo que no practicaba, me llevé la red de camuflaje para intentar sacar alguna foto decente a algún pajarillo. A la tenue sombra de una retama y frente a unos olmos secos al lado de una fuente, me tiré un buen rato a ver quién se presentaba.
No tardó mucho en enseñorearse un alcaudón común (Lanius senator) que desde esa atalaya podía observar cualquier insecto que se pusiese a tiro. Fueron varias las idas y venidas de varios de estos pájaros.
Poco más que un gorrión, sin embargo cuenta con un pico ganchudo,
capaz de captuarar fuertes insectos y pequeños vertebrados
Vistos de frente, resultan ser blanquísimos
Aunque la fotografía no es buena, en este individuo se aprecian dos parásitos en la cabeza
También me entretuve bastante con unos cuantos herrerillos (Cyanistes caeruleus) recién volados, y que lucían un plumaje mucho menos llamativo que los adultos. A pesar de su juventud, ya hacían acrobacias por las ramas en busca de arañas y otros insectos minúsculos.

Cualquier postura le vale al herrerillo para agarrarse a una rama
En detalle se aprecian colores aún desvaídos, lo que indica un juvenil de este año.
No dejan de inclinarse y rebuscar en cada ramilla por si hay cualquier insecto o araña
Orgulloso, saca pecho y eriza el píleo
Y cómo no, varios fringílidos también se mostraron, y aunque todos ellos emparentados entre sí, cada uno tenía su pico adaptado a diferentes tipos de semillas.

Verderón común (Chloris chloris) con su pico fuerte y robusto
Jilguero (Carduelis carduelis) con su pico largo y fino
Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) con su pico mediano
El mismo individuo, que muestra un plumaje bastante críptico, de juvenil o hembra
Incluso una desconfiada paloma torcaz (Columba palumbus) se posó a mi lado y algunos otros pájaros se dejaron ver.

Enorme paloma torcaz
Zarcero común (Hippolais polyglota)
Triguero común (Emberiza calandra)
Y así de entretenido andaba yo, incómodo por estar sentado en el suelo, y ya con calor, cuando oí venir a toda velocidad, atravesando la hierba seca a algún tipo de animal que venía hacia mí. En un abrir y cerrar de ojos, y sin parar, algo me lazó un mordisco a la altura de la cara y siguió su camino a toda prisa. Desconcertado, sólo pude ver la cola de un zorro (Vulpes vulpes) que se alejaba. ¡Pero qué le pasaba a ese zorro loco!
Aún nervioso me incorporé y a unos 25 metros vi una corza con su corcino (Capreolus capreolus), la cámara la tenía en el suelo y en cuanto me moví a cogerla me vio la madre y salió a toda carrera, seguida de su cría atravesando el monte con una elegancia pasmosa. Se detuvieron a mirarme desde la ladera de enfrente, me ladraron y desaparecieron.

La madre pasa por el monte con suma gracilidad, seguida de su cría, que va más retrasada
Siempre alerta, de vez en cuando paran a mirar a su posible perseguidor,
lanzando un ladrido de advertencia
Más tranquilo, pensé que igual la corza había asustado al zorro, y éste casi se estrelló conmigo pues estaba en medio de una trocha. Antes de casi chocarse, me lanzó una dentellada por si acaso, porque él sabía que dentro de ese bulto que unas horas antes no estaba, apestaba a humano. Y en fin, con esto ya tuve suficiente. Me fui a casa tan contento y contando mi batallita a quien quisiese escucharme.
Y acabo con otro bicho, de los apestados por la gente en general, pero con el que muy pocos pueden competir en la belleza de sus ojos. En compañía de unos amigos y nuestras niñas, lo encontramos por la noche en las calles de Santorcaz.
Sapo corredor con unos estupendos ojos verdes