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domingo, 11 de diciembre de 2016

FOTOTRAMPEO EN SANTORCAZ: GATO SILVESTRE, TEJÓN, GARDUÑA, ZORRO...

Llevo varias semanas sin ir al campo y este fin de semana tampoco ha podido ser, pero por no dejar sin publicar mucho tiempo, vengo hoy con una entrada que cuenta cosas muy interesantes de hace ya unos meses.
Cuando el 26 de marzo mis compañeros de TAGONIUS descubrieron un gato montés (Felis silvestris) que minutos después pude fotografiar (ver enlace) se decidió realizar un pequeño seguimiento mediante fototrampeo para intentar saber más acerca de la presencia de gatos monteses en Santorcaz. El fototrampeo consiste en la estudio de la fauna mediante colocación de cámaras que cuentan con sensores que las disparan ante cualquier movimiento.
TAGONIUS viene realizando seguimientos mediante fototrampeo desde hace algún tiempo, mediante un proyecto denominado SOMBRA, sobre todo en el entorno del Tajuña, pero el gato montés fue el aliciente que hizo que también lo comenzásemos en Santorcaz.

Tras una breve inspección, localizamos una zona con rastros y excrementos de varios animales que hacían presagiar un posible éxito si poníamos allí la cámara. Durante tres semanas completas, la cámara disparó 996 fotografías, muchas de ellas sin nada que reseñar, pues hubo varios días con un fuerte viento que provocaba el movimiento de la vegetación y el consiguiente disparo de la cámara. Pero también muchas de esas fotos tenían un “bicho” congelado, la mayoría de los cuales sólo podemos ver atropellados en una cuneta, tras exhaustivos seguimientos o de manera fortuita.

Tras estos párrafos imprescindibles para situar al lector, empiezo sin más dilación a relatar los registros que las tres semanas han dado de sí para cada especie animal detectada.

GATO MONTÉS (FELIS SILVESTRIS)


Es la especie desencadenante de este seguimiento, pero se hizo de rogar, y hasta la última semana no apareció en escena, sin embargo, esa semana fue detectado en tres días diferentes, por lo que la zona debe ser muy querenciosa para ellos. Los monteses, son solitarios y sólo se emparejan los días que dura el celo. La bibliografía suele insistir en que se trata de un animal crepuscular y nocturno, pero ¡oh! sorpresa, tanto el primer avistamiento como las fotos de la cámara lo han detectado a plena luz del día. Viendo las fotos parece que se trata de individuos diferentes: en el avistamiento directo se trataba de un macho, pero el individuo fototrampeado parece menos corpulento. Igual es un juvenil, una hembra, o un macho con pelaje de verano. De todas formas, revisaremos el patrón de las manchas y líneas en próximos avistamientos para intentar identificar individualmente a cada ejemplar.

En pleno medio día, un individuo cruza y muestra su gruesa cola con la parte terminal negra, y las suelas de sus pies también negras
Dos días después, por la tarde observa detenida y tranquilamente frente a la cámara
El último día que estuvo la cámara, y tan sólo diez minutos antes de que la retirase,
aparece de nuevo en escena

En total fueron tres jornadas diferentes en las que fotografiamos gatos silvestres, con 2, 6 y 7 fotos cada día. No obstante, permaneció menos de 1 minuto frente a la cámara en cada momento.

TEJÓN (MELES MELES)

Para mí fue una sorpresa encontrar un enorme tejón la primera semana de seguimiento. De hecho esta especie no aparece citada en la zona en el Atlas y Libro Rojo de los mamíferos terrestres de España elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Una vez más, se demuestra que cualquiera puede ampliar el conocimiento de la biodiversidad de un país con poco esfuerzo. No volvió a aparecer ningún otro día, pero queda en el tintero conocer mejor esta desconocida población.

Un tejón rebusca con su hocico algo que llevarse a la boca
En total, fueron 7 imágenes en un único instante durante las tres semanas de seguimiento.

GARDUÑA (MARTES FOINA)

Cuando era mucho más joven y volvía de madrugada con el coche, alguna vez me topé con una garduña en la cuneta a la búsqueda de roedores. La cámara ha captado 5 días la presencia de esta especie y es curioso ver que han sido muy pocas fotos las que han conseguido captar al animal por lo que se deduce que sólo utilizaba el lugar como paso o abrevadero.
Por cierto, la garduña tampoco aparece citada en la zona en el Atlas y Libro Rojo de los mamíferos terrestres de España.

Garduña a punto de cruzar delante de la cámara
En total, la garduña ha sido fotografiada 8 veces en los 5 días. Tres de esos días sólo se tomó una imagen, lo que demuestra que el lugar era una zona de tránsito en la que no paraba mucho tiempo.

ZORRO (VULPES VULPES)

Aunque todo el mundo piense que son demasiado frecuentes, una plaga o algo peor, tan sólo un día apareció un zorro en escena. Si en esta zona con agua y abundancia de roedores como veremos más adelante, sólo se ve un zorro al mes, no creo que se puedan seguir manteniendo esas tesis que piden erradicar a este hermoso animal.

Cauteloso, el zorro mira a los lados antes de cruzar
Sólo en cuatro imágenes tomadas en el mismo momento aparece el zorro.

JABALÍ (SUS SCROFA)

Es el arquitecto que creó el paso que han utilizado el resto de animales, esta excavadora viviente, desbroza cualquier arbusto que se le ponga por delante y ni las zarzas o carrizos más espesos impiden su paso, por lo que abren el camino al resto de fauna.
Todas las semanas hemos detectado jabalíes, siempre un individuo a la vez y siempre una hembra adulta, y que por las fechas es posible que estuviese preñada.

El más pesado de los mamíferos de la zona abre el camino para todos los demás
Curioso y con un fino olfato mira a la cámara y parece intuir que hay algo raro.
Aunque se tomaron 28 imágenes con jabalí, sólo se hicieron en 3 días diferentes, por lo que parece que se puede deducir que sus zonas de campeo son extensas.

RATA PARDA (RATTUS NORVEGICUS) Y RATA DE AGUA (ARVICOLA SAPIDUS)

Aunque menospreciadas por casi todos, la rata parda ha sido sin duda la protagonista del seguimiento realizado estas semanas. Sin duda la cámara se situaba en un lugar objeto de sus correrías, sobretodo nocturnas. Para ella, la zona no era de paso, sino de forrajeo.

A plena luz del día también es posible observar a este adaptable roedor
Han sido un total de 49 imágenes en las que se ve una rata, en 15 momentos temporales, repartidos en 7 días.
No tan directamente emparentada con la rata como cabría pensar, este roedor, especialista acuático, tan sólo ha aparecido en un momento y ni siguiera se ve claramente, pues va parcialmente sumergida. Sólo en 7 imágenes aparece una rata de agua.

RATÓN DE CAMPO (APODEMUS SYLVATICUS)

Dado el pequeño tamaño de este roedor no es fácil identificar qué especie de ratón ha sido la detectada, pero en alguna imagen se vislumbran unos grandes pabellones auditivos que apuntan a la especie más campera de los ratones. Al igual que la rata, la cámara estaba en plena zona de campeo de algún ratón, puesto que ha sido fotografiado en bastantes ocasiones En total han sido tomadas 42 imágenes con ratón, distribuidas en 6 días diferentes y en 27 períodos distintos de tiempo.

AVES

No sólo mamíferos han caído fotografiados, tres especies de aves han salido retratadas. El agua, actúa sin duda como factor atrayente.



Ruiseñor bastardo (Cettia cetti) especie que habitante 
de zarzales y carrizos con presencia de agua
Macho de gorrión moruno (Passer hispaniolensis)
Mirlo macho (Turdus merula)
En conclusión, con sólo unas pocas semanas de uso de esta interesante técnica, es posible aumentar en gran medida el conocimiento de las poblaciones faunísticas de cualquier lugar, sobre todo en lo relativo a los vertebrados más difíciles de observar directamente: los mamíferos.
Seguiremos informando...

martes, 14 de junio de 2016

GORRIÓN MORUNO, TÓRTOLA COMÚN E INSECTOS CURIOSOS

El domingo, antes de que sonase el despertador mi pequeña se despertó muy temprano con hambre... y ya no podía volverme a dormir, así que me lancé al campo. También, madrugan los gorriones, y no sólo los comunes que viven entre nosotros, los morunos también vuelan ruidosos y agitados a primera hora. Hace pocos años que viven por Santorcaz y ya son muy fáciles de encontrar.

Con sus llamativas mejillas blancas, casco rojizo y pecho manchado de negro, 
los gorriones morunos se distinguen fácilmente de los comunes
No muchos pájaros más se mostraron ante la cámara, debe ser que el calor ya los acobarda. En cambio, el calor es la gasolina que necesitan los insectos voladores y pude fotografiar a algunos muy interesantes.
Primero fue un Libelloides coccajus, un curioso neuróptero, que parece una mezcla de mariposa y libélula.

Alas reticuladas como libélula pero más anchas como una mariposa
Después fue una enorme libélula que no se molestaba demasiado por mi presencia. Descubrí que era porque estaba comiendo una abeja y por eso hasta se dejó acariciar el abdomen. Por lo que dice la red, debe tratarse de Cordulegaster boltonii.

Libélula de anillos de oro reposando en una viborera
De cerca se observa cómo devora a una abeja. 
En el vídeo siguiente se observa aún mejor
Cómo no, también abundaban las mariposas y en una zona, varias Euphydryas desfontainii, una bonita y no muy frecuente joya alada.

Euphydryas desfontainii una mariposa escasa y muy bonita
En el suelo también había insectos de lo más interesante, volví a ver una luciérnaga y pude fotografiar a este curioso grillo, que creo que es Sciobia lusitanica. Es característica su "visera" en el extremo de la cabeza y sus élitros blanquecinos.

La próxima foto de este grillo, la haré de perfil, para poder apreciar bien su visera.
Con tanto invertebrado, es lógico que también se viesen reptiles, ya que constituyen su alimento favorito.

Lagartija colilarga (Psammodromus algirus), la más grande y rayada de nuestras lagartijas
También, noté una mayor presencia de tórtolas comunes (Streptopelia turtur), lo que es un buen augurio pues algunos años cuesta encontrarlas.

Las bonitas tórtolas, casi siempre emiten su arrullo desde lo alto de una rama seca
Y no dio para mucho más el día, en lo que a fotografía se refiere, pero la mañana me permitió descubrir una nueva especie reproductora en Santorcaz, el avión roquero (Ptyonoprogne rupestris)  que utiliza el viaducto del AVE en lugar de los acantilados rocosos en los que es habitual. Cómo no, también es fácil encontrar un paisaje que merece la pena recordar.


lunes, 7 de marzo de 2016

CÓPULA DE RATONEROS Y ATAQUE DE GAVILÁN A AZOR

Parecía que el domingo no iba a ser un buen día para ir al campo, pero al levantar la persiana y ver el sol radiante que había, confirmé que mi ausencia en casa durante un par de horas no supondría problema, desayuné, me abrigué y al campo que fui.
No había dado veinte pasos, cuando en uno de los árboles frente a mi casa un carbonero garrapinos (Parus ater) se entretenía picoteando algo entre un mar de flores de almendro. Ya en casa, en el ordenador, he podido comprobar que se debía tratar de un piñón de un cedro, porque de ése árbol iba y venía el pajarillo. Como si de un ave de presa se tratara, el minúsculo pajarillo sujetaba el piñón con sus garras contra la rama en la que estaba posado. Un primo mayor, carbonero común (Parus major) observaba atento, este curioso comportamiento.

Carbonero garrapinos picoteando un piñón que tiene agarrado entre sus garras
Los colores del garrapinos son apagados aunque destacan
 las mejillas blancas frente a la garganta y caperuza negra
Más grande y con el cuerpo mucho más colorido, 
los carboneros comunes son fácilmente diferenciables
Ya en pleno campo, con un frío aún intenso, un avistamiento fugaz me recordó que pronto el calor será mayor, pues pude ver a mi primera abubilla (Upupa epops) del año. Poco después el canto de dos de ellas me resultó aún más extraño, pues la costumbre, me dice que oír ese canto implica prácticamente ir en mangas de camisa.


Abubilla entre las ramas aún sin hojas de un olmo
Y después llegó el festival de las rapaces. Hace menos de un mes, compañeros expertos del grupo TAGONIUS, nos desvelaban muchos de sus secretos en un interesante curso. A lo largo de la mañana pude disfrutar de varias lecciones prácticas de la vida de estas interesantes aves.

La primera lección es que los pequeños muchas veces le echan narices y son capaces de acosar a los más grandotes, y es que un gavilán (Accipiter nisus) perseguía a su réplica de mayor tamaño: el azor (Accipiter gentilis). Yo creo que éste debió notar en su cola algún tirón de aquél.

Muy ágil, el gavilán se acercó hasta tocar al azor, que es más grande
Al final se impuso la fuerza y el azor siguió cicleando varias veces para demostrar quién mandaba allí. Ahora pueden verse en este tipo de vuelo, pues estarán en celo, pero lo normal es que aguarden ocultos en las pocas zonas con arbolado que quedan.

Alas cortas con "antebrazos" anchos y cola larga son características del azor
También destacan las partes inferiores claras. En esta foto,
 la larga cola algo extendida, mostró que faltaban las rectrices centrales
Visto por la popa los azores destacan por sus "mechones" blancos sobre las patas
Cuando desapareció el azor y ya empezaba a continuar mi marcha, apareció una pareja de ratoneros (Buteo buteo) volando muy juntos. Pero en seguida, me sorprendió un fuerte picado. Al rato apareció un tercer ratonero, esta vez juvenil al que seguramente levantaron de su posadero. Supongo que la pareja que observé la semana pasada había detectado en su territorio de cría a ese jovenzuelo al que querían expulsar. Puede que incluso fuese una cría de la temporada pasada pues la sangre no llegó al río.

Una pareja de azores acosan a un tercero
Pese a algún picado espectacular, no llegó a haber contactos
Salvo opinión más experta, éste es el ratonero más joven, pues todas sus plumas están enteras y nuevas y no tiene el extremo de las alas con una banda oscura
Continué mi marcha viendo de vez en cuando al azor y a los ratoneros y un buen rato después, a lo lejos vi como uno de los ratoneros se posaba en una torre de telecomunicaciones, adoptando una postura como inclinada. Al instante apareció el otro, y ante mis ojos se pusieron a copular. Entre que estaban lejos y hacía mucho frío y aire, la imagen no es estable, pero el documento es interesante. Pronto llegarán las puestas.

La hembra de ratonero inclina el cuerpo hacia adelante...
...y el macho se prepara para aterrizar sobre ella.

Ya de vuelta, algún pajarillo también quiso aparecer en la crónica de ayer. Un grupo de gorriones morunos (Passer hispaniolensis) demostraron el imparable crecimiento de esta especie, que hace unos años no existía en esta zona. Dispersión natural, cambio climático o ambos motivos estarán detrás de su expansión.

Macho de gorrión moruno con sus mejillas claras,
 parte superior de la cabeza rojiza y pecho muy marcado de negro
El mismo macho junto a otro y una hembra
Y en las zonas palustres, los buitrones (Cisticola juncidis) se desgañitaban marcando su territorio. Estaban poco voladores como es habitual en ellos, debe ser que el fuerte viento los empujaba a cantar desde el refugio de un posadero elevado, pero es que pesando en torno a 10 gr no debe ser fácil luchar contra el viento.

Pequeño buitrón cantando

Para acabar apareció uno de los dueños de estas zonas palustres: un aguilucho lagunero hembra (Circus aeroginosus), que ya ha vuelto a sus dominios después de un invierno en el que habrá vagabundeado por zonas húmedas de mayor calado. Es una satisfacción verlos regresar cada año a las raquíticas zonas húmedas de Santorcaz. Eso también es amor al terruño o más científicamente filopatría.

Aguilucho lagunero con sus alas largas y estrechas. Las hembras como ésta, tienen un color oscuro, con hombros garganta y parte superior de la cabeza más claras
Aún hubo tiempo para volver a casa y pasear por un camino con las chicas de la casa, pero los pájaros, esta vez no aparecieron.

sábado, 7 de febrero de 2015

PÁJAROS BAJO EL FRÍO

Hacía semanas que no salía al campo y ni la ola de frío más fuerte del año ha conseguido que me amilane y me quede en casa. No tenía mucho tiempo, no había buena luz, había poca actividad pajaril, así que decidí apostar sobre seguro, desapareciendo bajo mi red de camuflaje entre unas zarzas, con temperatura entorno a 1ºC y al arrullo del goteo de un manantial.

En seguida aparecieron los pájaros, muy cercanos ellos, y lo complicado fue poder moverme bajo la red para apuntar y enfocar antes de ser descubierto o de que marchasen a otro posadero.

Como ya he dicho otras veces, los más tranquilos son los pinzones, mientras que fotografiar a un zorzal es todo un triunfo. Tan sólo en media hora saqué un buen puñado de especies, y hubo más, pero o tapados por las ramas o demasiado inquietos, sólo han podido salir en la foto las siguientes: 

Acentor común (Prunella modularis), invernante que
encontramos en las zonas con la vegetación más tupida
Curruca capirotada (Sylvia atricapilla) con capirote negro, por tanto, macho 
Gorrión moruno (Passer hispaniolensis), pájaro que cada vez parece más abundante
Pardillo común hembra (Carduelis cannabina)
Petirrojo (Erithacus rubecula)
Pinzón vulgar hembra (Fringilla coelebs)
De perfil, el mismo individuo en otro posadero muestra sus colores pardos
Aún a contraluz, los pinzones machos muestras mayor colorido
De frente a los pinzones machos les destaca el píleo gris azulado
 y las partes ventrales rojizas
Triguero (Emberiza calandra)
Zorzal alirrojo (Turdus pilaris), identificable aún entre las ramas
Zorzal común (Turdus philomelos) parecido al alirrojo
Y aquí acaba el repertorio, como digo, satisfecho y con ganas de repetir.