Mostrando entradas con la etiqueta piquituerto. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta piquituerto. Mostrar todas las entradas

domingo, 7 de junio de 2015

SACRE: PIQUITUERTO, TOTOVÍA, GORRIONES CHILLONES, ZARCERO, BUITRES

9 meses hacía que yo no amanecía en Santorcaz, y hoy he madrugado para hacer el último conteo de la temporada de cría para el programa SACRE. Como siempre, el objetivo era contar en un cuaderno y no hacer fotos, pero algunas veces "alguien" se pone a tiro y no lo puedo remediar.

En la primera parada, en el antiguo lavadero de Santorcaz, un macho de piquituerto (Loxia curvirostra) le cantaba a un sol aún sin fuerza.

Piquituerto, siempre con pico cruzado 
Tras entretenerme con 5 aguiluchos cenizos en El Pozo de Guadalajara que no paraban quietos, la siguiente en posar, aunque sólo un instante, fue una totovía (Lullula arborea).

Totovía, familiar de cogujadas y alondras,
pero más arbórea y con un diseño cefálico característico

También en El Pozo, en un préstamo abandonado donde los taludes han sido colonizados por aves que anidan en agujeros, varios gorriones chillones (Petronia petronia) vigilaban desafiantes sus nidos frente a un invasor armado sólo con cuaderno y lápiz.

Gorrión chillón, con su típica mancha amarilla en la garganta
Lugar de anidamiento de los gorriones chillones
En Valdarachas, y ya con un sol de justicia, un grupo de buitres leonados cicleaban a baja altura sobre las afueras del pueblo.

Buitre leonado aleteando
Planeando
También en Valdarachas, junto a un arroyo, un zarcero común (Hyppolais polyglota) imitando a golondrinas, cantaba camuflado entre las hojas de un membrillo.

Zarcero común 
Terminé en Los Santos de La Humosa, ya con mucho calor y poco pájaro, pero rodeado de aromáticas y plantas en flor, que hacían las delicias de muchas mariposas.

Gonepteryx cleopatra
Muschampia proto
Pontia daplidice

domingo, 19 de octubre de 2014

PUERTO DEL CARDOSO, CHICHARRAS, SETAS, LAGARTIJAS...

La luminosa mañana con que empezó el sábado, hizo que nos decidiésemos a salir a la "sierra", esa sierra a la que hordas de madrileños se lanzan los fines de semana, y a las que ahora que paramos menos por Santorcaz, nos uniremos más a menudo. El destino elegido fue el Puerto del Cardoso, en la Sierra del Rincón.

Aunque el día era primaveral, las gentes llenas de cestas de mimbre, nos recordaron que estábamos en otoño, y en seguida, a la sombra de los pinares, comprobamos que las lluvias de días atrás habían hecho brotar cientos de setas.

Un grupo de Amanita muscaria adorna el bosque
Pequeñas setas crecían por doquier
Otras con forma globosa, probablemente del género Lycoperdon
Ascendimos hacia zonas más rocosas y despejadas de árboles, donde descubrimos que era un día de hiperactividad para unos curiosos insectos. Se trata de unas chicharras de piornal llamadas Lluciapomares stalli. Estos saltamontes han perdido las alas y han engrosado sus cuerpos para sobrevivir en los lugares ventosos y expuestos en los que habitan ¡Para qué volar, si el viento te puede arrastrar! Vimos muchos ejemplares, y pudimos comprobar las diferencias entre machos y hembras, e incluso escuchamos cómo aquéllos cantaban para atraer a éstas.

Macho de Lluciapomares stalli
Detalle de las alas atrofiadas, que frota entre ellas para cantar y atraer a las hembras, fenómeno llamado estridulación
Desde atrás se comprueba cómo las alas atrofiadas quedan protegidas por el pronoto
Hembra de la misma especie, sin alas pues no estridula y con un enorme ovopositor
Detalle del ovopositor, que entierra en el suelo para depositar los huevos
 Ya que estábamos con saltamontes, me entretuve en fotografiar algunas especies más.

Saltamontes que al volar, mostraba sus alas rojas
En esta especie, Oedipoda caerulescens, las alas son azules
Después de la ascensión paramos a comer, y la verdad es que no hay tarjeta black que pueda pagar por tomarse unas croquetas caseras con pisto ecológico, con las vistas que se nos ofrecían.

Al fondo valle por el que discurre el joven río Jarama
Desde nuestro balcón, podíamos ver perfectamente los numerosos grupos de piquituertos comunes (Loxia curvirostra) que volaban entre las copas de los pinos.

Piquituerto hembra, de colores verdosos, al contrario que los machos adultos, que son rojizos
Entre las piedras, también las lagartijas roqueras (Podarcis muralis) disfrutaban del sol y de las vistas.

Lagartija roquera, probablemente hembra
Macho de lagartija roquera, con la cola regenerándose tras una amputación
Tras un poco de reposo nos encaminamos a los bosques, y aunque muy cerca del famosísimo Hayedo de Montejo, nos deleitamos con pinares de pinos silvestres y otros árboles de montaña.

Abedul al borde de un arroyo
Acebo con la Sierra de La Hiruela al fondo
Cerezo silvestre (Prunus avium) de otoñada entre rebollos (Quercus pyrenaica)
En el suelo, allí donde hacía el sol, verdes cicindelas buscaban a sus presas y sobre nuestras cabezas, los buitres leonados (Gyps fulvus), buscaban sus carroñas.

Cicindela maroccana?
Buitre leonado planeando
En definitiva, un estupendo día serrano con los que probablemente sean los últimos calores del otoño.

lunes, 23 de junio de 2014

ERIZO, AZOR Y RASCÓN EUROPEO, NUEVOS EN EL BLOG

De vuelta en Santorcaz para inaugurar el verano, he podido fotografiar algunos habitantes, que aún no habían pasado por este blog: un erizo, un azor y un rascón.

El primero de ellos apareció pronto, y es que el viernes por la noche, en un corto paseo por las calles del pueblo nos apareció un gran erizo (Erinaceus europaeus). Le delató el ruido que hizo al rozar una botella de plástico porque en la oscuridad de la noche no le habríamos encontrado. Al vernos tan cerca se hizo una bola, y aguantó estoicamente las fotos que le hicimos con el móvil hasta que le dejamos en paz. Nos dio mucha alegría encontrarnos a este simpático insectívoro, ya que tristemente es más habitual verlo atropellado en las cunetas.

Parte ventral del erizo, aunque hecho una bola
El sábado siguiente madrugué y me fui solo con la fresca. Sin salir del pueblo pude ver un grupito de piquituertos comunes (Loxia curvirostra) que desde los pinos que hay bajo las almenas de la iglesia, se posaron un instante en un ciprés. Pocos pinos hay en Santorcaz, pero no dejan de aprovechar sus piñones.

Piquituerto, con su pico recurvado.
Probablemente un macho por el tono rojizo de su plumaje
Ya en el campo, debí pasar muy cerca de un nido de alcaudón común (Lanius senator), pues una pareja de adultos me hizo "frente" llamando la atención con sus regañantes reclamos y el movimiento de sus colas.

Uno de los alcaudones que no huyó, y chirriando y agitando la cola, daba la alerta a su familia.
En el vídeo siguiente se puede escuchar

Y es que en esta época hay muchos jovenzuelos que proteger y alimentar, como hacía este pardillo (Carduelis cannabina) común con sus crías. 

Un pardillo macho se prepara para alimentar a su cría
Rápidamente aparece un hermano que también quiere su parte

Más adelante me topé con un grupo de nerviosos mitos (Aegithalus caudatus).

Desde un quejigo, un curioso mito me observa
Otro individuo, también se detiene a mirarme, en este caso se trata de un juvenil

También pude escuchar un canto que llamó mi atención, y con los prismáticos divisé al cantante: un escribano montesino (Emberiza cia), que lo hacía desde un olivo.

Con su triple línea negra e la cabeza, cuando se consigue descubrir a un macho, son inconfundibles
Y al rato llegó una de las sorpresas del día, y es que levanté dos azores (Accipiter gentilis), uno de ellos adulto con una tórtola entre sus garras, y el otro un juvenil de este año. Obviamente estaba en su territorio de cría y opté por esconderme y quedarme quieto. Al rato empezaron a chillar los adultos, seguramente para dar la alarma a sus crías y que se mantuviesen ocultas. Busqué al chillón y tras fotografiar y grabar unos instantes me fui, para dejarlos tranquilos.

Aún medio oculto entre la vegetación, se puede disfrutar de la belleza de su mirada.
En el vídeo siguiente se puede escuchar perfectamente su reclamo de alerta

La verdad es que como estaba oculto, también se me puso a tiro un mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli).

Mosquitero papialbo picando insectos de un majuelo
Luego ya empezó a apretar el calor, y la cosa estuvo más calmada, aunque siempre se pueden descubrir cosas interesantes.

Camisa de culebra de escalera (Elaphe escalaris)
Abejorro (Bombus lucorum), con las bolsas de su patas repletas de polen
Medioluto ibérica (Melanargia lachesis)
Mediolutos ibéricas copulando
Ya enfilando para el pueblo, al cruzar el arroyo de la Dehesa sorprendí a un par de rascones europeos (Rallus aquaticus). Un incauto juvenil se acercó lo suficiente para poder sacarle una foto testimonial.

Rascón cruzando el arroyo al percatarse de mi presencia
Y aquí acabo, habrá que seguir madrugando para ver tantas cosas...

lunes, 16 de diciembre de 2013

SORIA Y SU LAGUNA NEGRA

Un viaje por el centro de Europa me ha tenido un poco alejado del blog, pero como si el frío que hemos sufrido allí no hubiese sido suficiente, este fin de semana lo hemos pasado en Soria. En realidad no ha sido tan helador como cabría esperar, pero viendo la primera foto, está claro que calor tampoco ha hecho.

La Laguna Negra completamente helada
En la propia ciudad de Soria, el Duero traza su curva de ballesta, y en sus riberas es posible encontrar bastantes pajarillos. 

Río Duero, con el monasterio de San Juan de Duero a la derecha

Los que siempre se dejan fotografiar con más facilidad son los carboneros comunes (Parus major).

Un carbonero común vigila de soslayo al fotógrafo

Desde el suelo otro carbonero, se asoma para vigilar

Otro tipo de carbonero es el garrapinos (Parus ater), que es mucho más común en Vinuesa, y aunque como su nombre indica, frecuenta los pinares, a este le fotografié en un jardín del pueblo, en un sauce de tallos recurvados.

Carbonero garrapinos, menos colorido, más pequeño y sin franja ventral oscura

Desde Vinuesa se accede fácilmente a la Laguna Negra, rodeada de pinares en los que pudimos ver, piquituertos, trepadores azules, carboneros comunes y garrapinos, reyezuelos sencillos, etc. No todos se dejan fotografiar, pues frecuentan las copas altas y se mueven con agilidad.

Laguna Negra

Trepador azul (Sitta europaea)

Macho de piquituerto (Loxia curvirostra) cantando en lo alto de un pino silvestre 
Además de los pájaros también ponían su nota de color algunos frutos, que proporcionan alimento en el invierno a multitud de fauna.

Hojas y frutos de acebo (Ilex aquifolium)

Frutos de serbal de los cazadores (Sorbus aucuparia)