lunes, 17 de junio de 2019

UN NIDO DE MIRLOS EN LA VENTANA

Esta primavera hemos tenido la suerte de que hasta cuatro parejas de pájaros han hecho su nido en la casa de Santorcaz: estorninos negros, gorriones comunes, golondrinas comunes y mirlos. Éstos últimos han tenido la amabilidad de enseñarnos todo el proceso de puesta, cría y emancipación, puesto que han hecho su nido en una jardinera de la ventana de nuestra habitación.
Todo comenzó un sábado cuando al entrar en la habitación a dejar las maletas: un mirlo salió atropelladamente de la jardinera de la ventana y extrañado me acerqué a ver la sorpresa: tres huevos en un nido que no habíamos descubierto antes. Al día siguiente, el domingo ya eran cuatro los huevos y sus padres, muy atareados incubándolos, permitían observarlos a cierta distancia.

El sábado por la mañana 3 huevos en la ventana...
... y el domingo ya eran 4 los huevos
Tras la puerta y desde el pasillo, los padres  incubaban tranquilos

Dos semanas después, los pollitos habían nacido todos a pesar de nuestras molestias al entrar y salir de la habitación. A cambio de esas molestias, les suministramos unos cuantos gusanos de seda que no había conseguido "colocar" a los compañeros de clase de Silvia y que casi no éramos capaces de alimentar. Al mismo tiempo, recogí la cámara de fototrampeo y la puse en la reja de la ventana, esperando grabar la vida cotidiana de esta familia.

Con unos días de vida, totalmente indefensos
Mientras el macho me observa da calor a los pollitos

Tras incubar el macho, viene la hembra llena de tijeretas
en el pico para sus pequeños 

Como compensación a las molestias, durante un tiempo,
no tenían que ir muy lejos a por comida 

Aquí es la hembra la que lleva el alimento a casa




Ya quedan menos gusanos, pero los encuentran todos


Con tantas bocas que alimentar, debe ser un agobio llegar a casa

Una semana más y los pollitos sin pluma y con los párpados soldados se habían convertido en hambrientos pollos de grandes bocas y con los cañones de las plumas ya bien formados.

El macho llega con comida para sus pollitos y se lleva un saco fecal
con los excrementos de las aves, así mantienen limpio el nido

Ésta es la hembra, muy atenta a los pequeños

Con 44ºC al sol la hembra da la sombra a las crías para que no les 
suba demasiado la temperatura. Ella sólo puede jadear para refrescarse

Por la noche, la madre no les deja y a así cogen el sueño y se 
ve cómo se le va cayendo la cabeza poco a poco

Aquí son los dos padres los que están alimentando a los hijos

Otra semana más y ni rastro de pollos en el nido. Los pudimos ver por las inmediaciones del jardín, enfrentándose a los peligros de la vida con poco más de un mes desde que los huevos fueron puestos. Mucha suerte.

2 comentarios:

  1. Preciosa secuencia de fotos y vídeos. Qué suerteee tenerlos ahí en la ventana. Son confiados.

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  2. Gracias por el comentario, intentamos no molestar demasiado

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