lunes, 27 de febrero de 2017

GRULLAS,CORZOS, BISBITA Y ESCRIBANO SOTEÑO

Volvemos a estar en épocas de transición y en el mismo día se pueden ver golondrinas y zorzales mientras pasan las grullas, es decir, llegan las primeras estivales, aún quedan invernantes y otras están en paso. El sábado eso fue lo que pasó por Santorcaz, en un limpio cielo azul pasaron varios bandos de grullas, esta vez hacia el Norte.

El segundo bando de grullas (Grus grus), empezó a dar vueltas y coger altura antes
de volver a formar sus curiosas formaciones en forma de V
Además de por su formación y su tamaño, son fáciles de descubrir por su trompeteo.
Parecía ya un día de primavera, algo templado, con los almendros en flor y la cebada verdeando.

Vista desde el Llano de la Horca
El domingo amaneció, nublado y frío, aún quedan semanas para la primavera, así que no hay que confiarse. Entre esas nieblas me topé con tres corzos (Capreolus capreolus). Como siempre, huyeron al verme, pero curiosos, no pudieron evitar parar y echar un vistazo a ver si yo era peligroso.

Con la niebla y los espartos, casi únicamente sus escudetes anales se podían ver

Lo curioso es que después de una hora de paseo los volví a encontrar. Otra vez les tocó volver a huir, y eso que yo estaba lejos.

Los tres huyen a la carrera a buscar zonas de mayor cobertura
Poco más vi en mi paseo, estaba todo muy frío y húmedo, tanto que hasta las telas de araña atrapaban la humedad que cargaba el aire.

Tela de araña
Detalle de las gotículas atrapadas en la seda
Aún hubo tiempo para otra caminata, esta vez al sol y con la familia, e incluso con cháchara y risas, hubo algún pájaro que se puso a tiro.

Bisbita común (Anthus pratensis) sobre un rosal silvestre

Precioso macho de escribano soteño (Emberiza cirlus)

lunes, 20 de febrero de 2017

LUCHA DE RAPACES Y MUSARAÑA

Bueno, pues después de varias semanas de mal tiempo y quehaceres varios, hemos podido ir a Santorcaz. Además, la mañana del domingo madrugué y me fui al campo a disfrutar del fin del invierno.
Amaneció nublado y frío, pero pronto vi a uno de los heraldos de la primavera, que cada año espero ansioso porque no quiero perdérmelos. Se trataba de una pareja de aguiluchos laguneros (Circus aeroginosus) que jugaban juntos. Al final la hembra se cansó y descansó un rato en un ribazo.

Desde muy lejos, este aguilucho lagunero hembra me observaba,
mostrando su color chocolate, y los hombros y cara color crema
El sol, aún bajo, no conseguía atravesar las nubes así que el frío no me abandonaba.

Cerros y nubes no dejaban que la mañana se caldease
De nuevo, otros pájaros ya barruntaban la primavera y un carbonero (Parus major) cantaba en lo alto de un quejigo mostrando sus espléndidos colores.

Carbonero común cantando
Al final las nubes se disiparon un poco y la luz del sol empezó a iluminarlo todo.

Parece la luna, pero el sol buscó y encontró un hueco entre las nubes
Parece que la actividad de las rapaces arrancó de repente y todo empezó a suceder muy rápido: paso de milanos reales (Milvus milvus), aguiluchos laguneros atacando a un ratonero (Buteo buteo), un cernícalo de caza (Falco tinnunculus) y una pareja de ratoneros acosando a un águila real juvenil (Aquila chrysaetos). En fin que estuve bastante entretenido.

Uno de los milanos reales del fin de semana
Un ratonero (izquierda) es acosado por la hembra de aguilucho lagunero
Ambas rapaces se muestran las garras
Detalle del lagunero...
... y detalle del ratonero
Cernícalo cerniéndose, con la cola totalmente desplegada.
Se trata de un macho, ya que tiene la cabeza y la cola gris
En otro lance con un fondo de tierra.
Estuvo un buen rato cerniéndose aquí y allá,
y hasta pude grabar un vídeo, aunque de escasa calidad

Muy lejos, pero se ve cómo dos ratoneros (izquierda) interceptan a un águila real, mucho mayor
A pesar de la lejanía, se puede ver la silueta típica de un águila real,
que probablemente nació el año pasado porque tenía el arranque de la cola completamente blanco

A media mañana volví a casa y salí a dar un paseo con mis chicas. Fue divertido ver cómo la pequeña perseguía a su sombra y no conseguía atraparla, pues ya se sabe, sólo Lucky Luke, es más rápido que su sombra. Siguieron pasando milanos reales, aunque ninguno descubrió a esta pequeña musaraña (Crocidura russula).

Diminuta, no sé qué le pasaría a esta pobre musaraña. Parece un roedor, pero es un insectívoro, y se diferencia fácilmente de ratones y topillos por su hocico alargado