miércoles, 27 de enero de 2016

NIEBLAS, SAPO CORREDOR Y ALMENDROS EN FLOR

Aprovechando que tenía que gastar unos días de vacaciones del año pasado, esta mañana me he acercado a Santorcaz. No ha sido el mejor día para ver nada, pero ha sido un paseo tranquilo y agradable. La niebla era la reina indiscutible del día, y siempre tiene su interés, aunque los pájaros se vieran difuminados y desvaídos. Tenía que dedicarme a contarlos, así que me puse a ello. En todo caso alguna foto hice para dejar constancia y crónica del paseo.

Hilera de viejos almendros en flor en la niebla
Además del velo blanquecino que cubría todo, la humedad lo impregnaba todo también.

Gotículas de agua sobre una euforbia (Euphorbia nicaaensis)
Esa humedad, debió ser la que despertó a este pobre sapo corredor (Epidalea calamita), pero algún accidente acabó con el en medio de un camino. 

Sapo corredor muerto
Esa misma humedad también, permitía que se conservasen perfectamente las huellas de un corzo (Capreolus capreolus) que ya por la mañana debía estar descansando.

Huellas de corzo, en el que se marcan las guardas traseras, que normalmente no se marcan en terrenos duros. Están alineadas con las pezuñas, por lo que no son de jabalí
Y hasta algún pájaro pude fotografiar, y encima uno de los más pequeños e inquietos que hay: un mito (Aegithalus caudatus).

Mito buscando insectos y arañas en un espino
En fin, esperemos que este invierno loco que ha hecho florecer tan pronto a los almendros y otras flores, no traiga heladas traicioneras que malogren sus frutos. De todas formas, ¿habrá suficentes insectos activos para polinizar las flores tan pronto? Es lo que tiene el cambio climático...

Flores de almendro

domingo, 17 de enero de 2016

MINAS DE PLATA Y HIELO DE BUSTARVIEJO

Echaba de menos salir al monte, y ayer en compañía de un gran amigo, nos fuimos a él. Esta vez el objetivo no eran los animales, sino las piedras. El que se anunciaba como día más frío de lo que llevamos de otoño e invierno no nos amilanó, y además tiramos hacia la sierra para mayor "heroicidad". En Valdemanco estuvimos buscando cuarzos y después en Bustarviejo, nos acercamos a una antigua mina de plata, que desde el siglo XVII hasta los años 70 del siglo pasado ha estado en explotación.
Siempre es de agradecer que ante la presencia de hitos de interés naturalístico, histórico, geológico o de cualquier otra índole, alguien se haya tomado la molestia de poner un cartel, una señal o un panel que nos ayude a interpretar qué, cómo, cuándo y por qué, de lo que allí se nos presenta. Así que tras encontrar arsenopirita en las escombreras de la mina, leímos pacientemente cada cartel que nos encontramos e iniciamos la vuelta a casa conociendo cómo funcionaban estas pequeñas minas que salpican las rampas de la Sierra de Guadarrama.
Imaginando las condiciones de trabajo de las gentes que las explotaron volvimos a casa contentos por encontrar un plato caliente en la mesa. Vamos con algunas fotillos.

Interior de la mina, con carámbanos de hielo. 
En esas condiciones se extraía el mineral que contiene la plata
La entrada a las minas se encuentra vallada. Esta galería, en el nivel más bajo, 
servía para sacar el agua que se infiltra a través de las rocas
Los laterales de la bocamina se han consolidado para evitar desprendimientos
Escombreras de material estéril, con la Morcuera al fondo y Peñalara sobresaliendo por encima 
El mineral se molía en un molino de viento del que quedan sus restos junto a pedazos de enormes piedras de molino de cuarzo
En el siglo XX se usaban medios más modernos, para triturar el mineral, una machacadora de mandíbulas y un cono "Simons" que es el que aparece en la foto
Allí por donde el agua salpica quedaba todo congelado