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lunes, 12 de octubre de 2020

CHARAXES JASIUS EN MADRID

Volvemos a vernos sin poder salir de Madrid, pero disponemos de parque de sobra cerca de casa, así que lo llevamos bien, a ver si aprovechamos para quitar los ruedines de la niña. Esta mañana, a la que nos volvíamos nos hemos encontrado con una joya en el suelo. Se trataba de una de las mariposas más grandes y coloridas de la Península Ibérica, la mariposa del madroño o Charaxes jasius.

A pesar de que hay madroños en Madrid, no creo que se reprodujese en el parque, sino que estuviese migrando huyendo del frío

Estas mariposas empiezan a desaparecer por esta época, pues no hibernan en estado de adulto. Como no lo sabía cuando la cogimos, y no se soltaba de mi dedo, nos la llevamos a casa a ver si se recuperaba. Parecía que sí, pues con una uva que le ofrecimos se puso a sorber sus jugos inmediatamente, pero mis libros lo confirmaron pronto. Estaba muriendo lentamente pues su ciclo de vida es así. Unas horas después ya está prácticamente inmóvil y supongo que mañana será un bonito recuerdo, pero sus huevos habrán quedado en algún madroño y el año que viene volarán otras como ella. Ya teníamos la lección aprendida, pero ésta mariposa es mucho más llamativa que las torpes polillas blancas de los gusanos de seda.

Hoy la lección para la niña ha sido la espiritrompa, la "pajita" enrollable de las mariposas para libar néctar, jugos, sudor y otros fluidos. De hecho es habitual ver a estas mariposas succionando los líquidos de los excrementos

jueves, 6 de agosto de 2020

ÁGUILA CULEBRERA Y AGUILUCHO CENIZO

Ya casi habían pasado las dos horas previstas de paseo en bici y no tenía nada que contar, pero en una torre de alta tensión vi un águila culebrera (Circaetus gallicus). Antes de llegar a ella otra salió de un gran árbol y estuvo cicleando a baja altura sobre mí, ofreciéndome todos los detalles de su blanquísimo plumaje.

Este ejemplar era muy blanco, sólo un pequeño collar y algún moteado

Aquí se ve cómo las dos plumas del centro de la cola están en otra fase de muda respecto al resto, es decir, no es un ejemplar nacido este año

En la vertical sobre mí y con el sol sobre ella se mostraba aún más blanca

La última foto que pongo de todas las que hice, mostrando su limpísimo plumaje 

Llegando ya al pueblo me entretuve con otra bonita rapaz que andaba de caza en un rastrojo cercano, un macho de aguilucho cenizo (Circus pygargus). Estas aves vuelan a baja altura, surfeando sobre el cereal para caer sobre las pequeñas presas que encuentren. Y justo eso pude ver, el instante en que con un rápido giro de alas cayó sobre alguna presa que consiguió escapar.

Las partes superiores de de los aguiluchos cenizos machos, son de color ceniza, manos negras y un par de franjas también negras

Aquí se ve cómo dobla sus alas, abre su larga cola para frenar y se abalanza sobre lo que hubiese en el suelo

Y esta es la secuencia completa

Hacía tiempo que no veía una Papilio machaon. Ésta había perdido una de sus colas en algún accidente. 

Una siempreviva ya marchita le servía de descanso a esta bonita mariposa

Acabo con una foto de esa noche en la que se puede ver la Luna, Júpiter y Saturno. Se supone que también estaba Plutón pero había demasiada luz

viernes, 24 de julio de 2020

UN CORZO Y MUCHOS CONEJOS

El domingo pasado, volví a salir al campo con la bicicleta, un par de horas nada más. A pesar del madrugón no hacía mucho fresco y había poca actividad, así que me senté media hora bajo una encina a ver qué pasaba. Tampoco pasó mucho, aunque estuve sentado a menos de cien metros de un joven corzo (Capreolus capreolus) durante 15 minutos sin verle. Cuando le descubrí, estuve otro cuarto de hora contemplándole tranquilamente sin que me viese. Supongo que su madre no andaría lejos, pero a ella no la descubrí, seguro que ella a mí sí. 

Al final del vídeo se ve la distancia a la que estoy del corzo.

A la sombra de un almendro pasaba l mañana este orejotas

No se movía mucho, olisqueaba y mordisqueaba algo de vez en cuando y poco más

Miraba alerta con sus ojos y orejas, pero nunca lo vi nervioso por mi presencia

Junto a mi asiento algunas Hipparchia fidia  peleaban entre ellas,
pero posadas eran difíciles de ver

Pero la jornada no empezó con el corzo, sino con algunas aves de los campos recién cosechados.

Un joven del año alcaudón común (Lanius senator)

Éste otro jovenzuelo estaba sobre una señal

Este buitrón (Cisticola juncidis) ni siquiera dobla la ramilla sobre la que está posado

Acabo con otro mamífero, el conejo (Oryctolagus cunniculus), que debe ser que ha tenido un buen año porque conté más de 50 en toda la mañana.
  
En una sombra en el rastrojo, uno de los pocos conejos que no salieron corriendo al verme en la bici

sábado, 4 de julio de 2020

VUELTA A SANTORCAZ CON AZORES Y AGUILUCHOS LAGUNEROS

Toda la primavera y el final del invierno llevaba sin pisar el campo de Santorcaz, y más aún, sin hacerlo a primera hora de la mañana y en soledad. No había cerrado aún la puerta del coche y ya apareció una de las rapaces más esquivas y bellas del mundo, un azor (Accipiter gentilis). No sería el único ni la última vez que vería uno en ese día. Después vino alguna otra rapaz, pájaros atropellados, alguna mariposa y un par de nidos con polluelos ya creciditos.

No es fácil verlos de cerca, pero siempre muestran su poderío 
A pesar de la distancia, él también me controlaba a mí 

Como ya han pasado dos semanas desde esta salida, estos dos pequeños azores ya estarán campeando bajo la atenta mirada de sus padres, y no hay riesgo de que la foto les delate.

A pesar de estar completamente emplumados,
ya tienen una imponente mirada
 


Después fueron surgiendo otros protagonistas, como los aguiluchos laguneros (Circus aeroginosus), que aunque no hay lagunas, son las rapaces más fáciles de ver en Santorcaz en primavera-verano.



Haciendo un giro una hembra de aguilucho lagunero
Aquí con las alas extendidas completamente. 
Áun vi otra hembra diferente, con los hombros más claros
De nuevo, otro azor
En una cuneta, la camisa de una culebra de escalera (Rhinechis scalaris)
Esta curruca carrasqueña (Sylvia cantillans) debía tener su nido cerca
 porque a pesar de mi presencia no se iba y tenía su presa en el pico 
 
Un macho de gorrión moruno (Passer hispaniolensis) atropellado
Poco queda de este jilguero (Carduelis carduelis) 
Esta mariposa es una Lasiommata megera
Bajo el viaducto del ave, han vuelto criar los aviones roqueros (Ptyonoprogne rupestris) este año 
Una pareja  de palomas torcaces (Columba palumbus) acicalándose 
Una tórtola turca (Streptopelia decaocto)

martes, 5 de mayo de 2020

AVES DE MADRID: PALOMA ZURITA, CARBONERO GARRAPINOS, GORRIÓN MOLINERO, COTORRA ARGENTINA, VERDECILLO

Estrené esta semana una hora al día de paseo con los niños, buscando las horas y los sitios con menos gente, y pensé en probar a llevar la cámara en el carrito. Nada más salir de la acera y pisar la tierra una gran sorpresa, una paloma zurita, una paloma forestal, tímida y más escasa que las otras, y que hasta ese lunes no había fotografiado nunca. Así que la he seguido sacando a diario, y aunque muchos pájaros se me han escapado algunos si aguantaron lo suficiente para salir hoy aquí.


La primera vez que fotografío a una paloma zurita (Columba oenas), completamente gris,
con una marca iridiscente verdosa en el cuello y un par de franjas grises en las alas 

Para comparar, las palomas torcaces (Columba palumbus), más corpulentas y con manchas blancas en el cuello y en las alas al volar
Las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) son ya una de las aves más frecuentes 
Otra cotorra al sol 
Cada vez hay más cotorras argentinas 
Los verdecillos (Serinus serinus) andan atareados...
... ya hay polluelos a los que alimentar...
... y los machos cantando para delimitar sus territorios. 
En estas zonas arboladas son más abundantes los gorriones molineros (Passer montanus) que los comunes
Un mirlo (Turdus merula) infiltrado en un grupo de estorninos (Sturnus unicolor
Pico y anillo orbicular naranja y color negro mate, caracterizan a los mirlos machos 
Los estorninos tiene las patas rojas, el pico amarillo de base azulada y el negro es brillante 
Como hay mucho pino, pues hay carboneros garrapinos (Periparus ater)
Creyéndose un agateador este gorrión molinero se agarraba a este álamo
Aunque no tantas como en el campo algunas mariposas se pueden ver, como esta Colias crocea

sábado, 3 de agosto de 2019

ALGUNAS AVES DE LOS OSCOS, ASTURIAS

La semana anterior a la pasada estuvimos en el Norte como casi todos los veranos, esta vez en la zona de los Oscos, Asturias cerca de Galicia. Como siempre, los pequeños pueblos, los bosques, los prados y las playas sin edificaciones que las acorralen son una delicia. A veces es duro hacer un turismo medianamente activo con un bebé y una niña pequeña, pero creo que lo hemos disfrutado mucho y como siempre, he podido sacar algo para contar. Nos hemos alojado una pequeña casa en un pequeño núcleo rural: Santa Eufemia, donde sus dueños nos ha cuidado muy bien: http://www.hoteloscos.es/apartamentos-rurales-oscos.html

Empiezo esta vez por el final, y es que la última tarde de la semana que pasamos no nos movimos mucho y toda la familia se echó la siesta, menos yo. Me acerqué a una antigua mina de hierro cuando el viento empezó a soplar y cubrir el cielo de nubes. En esa ladera tapizada por brezos me encontré con el espectáculo de varias rapaces utilizando el viento para cernirse y detectar con cuidado sus presas.

La primera que vi, fue una lejana águila culebrera (Circaetus gallicus)
Con un fondo oscuro se aprecian algo sus colores claros inferiores
Después se acercó otra águila...
... que me sobrevoló...
... y se puso a cernirse justo a mi lado...
... mostrándome todos los ángulos y su manera de mantener inmóvil la cabeza.

En los siguientes vídeos puede observarse cómo manejan el viento estas grandes aves:







Luego se acercaron un par de cernícalos vulgares (Falco tinnunculus)
Éstos son unos maestros de ceñir el viento...

... sólo tienen que cambiar el ángulo de ataque de su alas
Cuando volvía a casa salieron dos perdices (Alectoris rufa) que intentaron despistarme, 
pero sus perdigones ni siquiera intentaron esconderse.
 Parece que se les había dado bien la crianza este año




Continúo con las aves que veíamos desde la terraza desde nuestra casita, que en la foto siguiente puede vislumbrarse justo en el centro, junto a los prados que se ven. El lugar era un remanso de paz entre bosques y montañas.


Añadir leyenda
Nuestros compañeros de casa eran una familia de colirrojos tizones (Phoenicurus ochruros)
Subido al canalón nos controlábamos a corta distancia
En una excursión al Palacio de Mon una corneja (Corvus corone) estuvo muy tranquila
Después de arrascarse en el cable de enfrente...
una hembra de escribano soteño (Emberiza cirlus) descansó un rato
Al día siguiente, este bonito macho quedó un poco lejos, 
pero aún así mostraba sus bonitos colores
En los cables también se posaban golondrinas (Hirundo rustica
y aviones comunes (Delichon urbicum)
Una tarde unos chillidos inconfundibles me hicieron salir de casa, 
una pareja de halcones peregrinos (Falco peregrinus) jugaban a perseguirse
Y era casi imposible hacerles una foto
Pero su silueta los hacía inconfundibles
Teníamos un pequeño arroyo cercano donde había una familia de 
lavanderas cascadeñas (Motacilla cinerea), ésta era un polluelo del año
Uno de los adultos, el macho, no estaba lejos
En las paredes y aceras no faltaban las lagartijas, aunque no nos hizo mucho calor
Había muchas Limenitis reducta cerca de los arroyos,
por desgracia colillas también había alguna
Ésta creo que es una Melitaea phoebe
El último día un pájaro que no se ve fácilmente, un pico menor (Dryobates minor)
La luz no ayudó a destacar sus colores
En la valla que nos separaba de nuestras vecinas, 
unas vacas un pinzón vulgar hembra (Fringilla coelebs)
Un familiar del pinzón, un verderón (Chloris chloris)
Y una mañana  después de desaryunar, estuvimos entretenidos viendo como un zorzal 
(Turdus philomelos) martilleaba a un caracol para devorarlo

También estuvimos en la costa, como no podía ser de otra manera, dadas las playas tan reconocidas que hay por allí: catedrales y penarronda no quedaron sin que las probásemos. Allí también saqué unos segundos para hacer alguna foto a las aves.


En los bancos de Tapia de Casariego una colirroja tizón llevaba alimento en el pico para su pollada
En los puertos casi nunca faltan las gaviotas patiamarillas (Larus michahellis)
Ésta es un individuo juvenil
Y éste un pollo del año que aún conserva plumón en la cabeza
Al salir de la playa de las catedrales nos encontramos un ratonero (Buteo buteo)
 en los prados que rodean las playas de Asturias