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martes, 3 de mayo de 2016

ÁGUILAS REALES Y CALZADAS, TARABILLA NORTEÑA Y MÁS

Tras reunión con familia un día y amigos al siguiente de este puente, la mañana del lunes la dediqué a la primera visita del programa SACRE. Aunque luego el sol fue abrasador, a primera hora había habido una pequeña helada que casi no me dejaba ni escribir, y aunque el objetivo era anotar aves, en alguna estación o de camino, no pude evitar sacar la cámara.

La primera en caer, fue una tarabilla norteña (Saxicola rubetra), un bonito pajarillo que andaría en paso, pues sus zonas de cría más cercanas son las zonas de montaña del centro y norte de la Península Ibérica.

A diferencia de la tarabilla común, que la encontramos todo el año,
 la norteña tiene una marcada ceja blanca
Es satisfactorio volver por alguna estación y comprobar que todos los años a la misma hora hay siempre un aguilucho cenizo (Circus pygargus) rondando.

Aunque a contraluz, se aprecia el color cenizo del macho y las dos franjas de puntos en las alas
También una grajilla (Corvus monedula) aguantó estoicamente mi presencia durante los 5 minutos que dura el muestro, y es que tenía su nido a menos de 20 metros de mi  posición.

Con su ojo gris pálido, la grajilla me vigilaba 
De camino a Valdarachas en una quejigar a la umbría, unas llamadas chasqueantes me llamaron la atención. Se trataba de varios volantones de zorzal charlo (Turdus  viscivorus), que llamaban a sus padres por el miedo a mi presencia.

Recién salido del nido, yo creo que este zorzal charlo
no sabía muy bien qué era ese bicho de dos patas
Ya en Valdarachas, una pareja de águilas calzadas (Hieraetus pennatus) estuvo sobrevolando la zona a baja altura. Luego se posaron en unos chopos y después uno de ellos volvió a volar. Un lujazo.
 
Uno de los ejemplares, a contraluz, posado en el chopo
De nuevo en vuelo, mostró perfectamente el plumaje característico de los individuos claros
De frente, muestra una cabeza más bien ancha
También en Valdarachas un alcaudón común (Lanius senator) me vigilaba mientras anotaba a un montón de pájaros durante los 5 minutos de rigor.

Con un ojo me vigilaba, mientras con el otro no dejaba de atender
a cualquier insecto sobre el que abalanzarse
Y acabé los muestreos con la jefa de todo esto por encima de mí,  disfrutando de una águila real (Aquila chrysaetos) en vuelo.

Desde una posición más alta que ella, pude ver su plumaje dorsal sobre un fondo no muy natural
A mi misma altura el fondo era otro más conocido, la Pedriza a decenas de kilómetros
Más cerca de mi oteadero se me puso de perfil
Aún hubo tiempo para dos horas de paseo en familia disfrutando del sol y comprobando que las puestas de sapo de hace unas semanas siguen creciendo mientras los charcos menguan. Menos mal que dan lluvia esta semana de nuevo.


Cualquier paseo en esta época deja visiones agradables, como este campo de colza.

martes, 24 de marzo de 2015

AVES POR LA MANCHA

En varios lugares de La Mancha, de cuyos nombres me acuerdo perfectamente, no hace ni dos días que hemos pasado el puente San José. Luchando contra el viento y el agua hemos podido disfrutar de unos días de reposo, y cómo siempre hemos disfrutado de cultura, patrimonio, gastronomía, y cómo no, ornitología. Este es el resumen pajaril de los cuatro días.

Tras ver molinos y castillos en Consuegra, empezamos al cobijo de un observatorio de las lagunas de Alcázar de San Juan, un lugar no muy conocido pero megadiverso en aves.

Laguna del Camino de Villafranca 
Aguilucho lagunero macho (Circus aeroginosus) con su típico vuelo
de prospección  a baja altura con las patas colgantes
Un flamenco (Phoenicopterus roseus) a punto de tomar agua
Con colores más apagados un joven flamenco nos miró con el rabillo del ojo
Había varias malvasías (Oxyura leucocephala), los machos con su llamativo pico
Entre muchos otros, ánades frisos (Anas strepera) nadaban junto a zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis)
Tras seguir viendo molinos en Campo de Criptana y visitar la casa de Dulcinea en El Toboso, nos alojamos en Belmonte, donde a la mañana siguiente visitamos su precioso castillo, que nos cobijó de otro chaparrón, aunque al salir de él nos ofreció algo de sol.


Una curiosa grajilla (Corvus monedula) nos observó 
Junto a su pareja, descansaron en una gárgola
De Belmonte, pasando por Las Pedroñeras, fuimos a las Lagunas de Ruidera, curioso paisaje de aguas que crean sus propias presas de travertino, para desaguar unas en otras en hermosas cascadas.

Salto de agua entre dos de las Lagunas de Ruidera
Una pareja de ánades reales (Anas platyrynchos) se movían entre los toboganes de agua
Pudimos ver un gran grupo de patos colorados (Netta rufina)
Muy abundantes por todas las carreteras de la zona, esta perdiz (Alectoris rufa) bebía agua en la cuneta de la carretera, después comprobamos que estaba coja, aunque aún volaba
Aún nos dio tiempo para otro castillo, el de Peñarroya, y para disfrutar de la monumental Villanueva de Los Infantes, desde donde fuimos a dormir a Tomelloso, punto neurálgico del vino manchego, y donde hicimos acopio de quesos y vino. Al día siguiente fuimos hacia la zona de Calatrava y en el magnífico castillo de Calatrava La Nueva disfrutamos de vistas a un soberbio paisaje mediterráneo circundante. 

Castillo y Sacro Convento de Calatrava La nUeva
A pesar de las muchas piedras, vimos aves forestales como este carbonero común (Parus major)
También entre los agujeros del castillo vimos a varios herrerrillos comunes (Cyanistes caeruleus)
Después de comer y pasear un rato, nos dirigimos a Almagro, donde entre sus monumentales edificios también prosperan aves dignas de fotografiar. Con duelos y quebrantos, pisto, alfonsinos y pan de Calatrava dimos por finalizado el día.

Pareja de cernícalos primilla (Falco naumanni) el macho más colorido, durmiendo
El último día, pensando que en cualquier momento nos caería un diluvio, nos fuimos a las Tablas de Daimiel, que rebosantes de agua, mostraban el potencial que puede dar este maltratado Parque Nacional. Desde las pasarelas me alegré por oír varios avetoros, pero me llevé la decepción de no poder ver ni uno, como en mis últimos 35 años...

Tablas de Daimiel
Un grupo de flamencos sobrevuela las tablas
Las más abundantes fueron las fochas comunes (Fulica atra)
Una garceta común (Egretta garzetta), buscaba alimento junto a los caminos 
Aunque lejos, pudimos ver también varios somormujos lavancos (Podiceps cristatus)
El último pajarillo que fotografiamos en las tablas fue un bonito jilguero (Carduelis carduelis)
Y pensando que con un jilguero acabaría nuestro viaje ornitológico por La Mancha, a las riendas de mi Rocinante divisé una rapaz de color pardo en un poste sobre un viñedo, y señalando indiqué lo obvio: un ratonero. Al llegar más próximo a él, algo me hizo dudar y un antifaz me hizo gritar: ¡águila pescadora!, a lo que mi fiel escudera, como una Sancho Panza, aún sin panza, me dijo que si no sería que tenía visiones, pues estábamos en La Mancha y que los muchos libros de bichos me habían llenado de pájaros la cabeza. Paré al borde de un camino, dimos la vuelta y en el escondite del coche, pude fotografiar a una magnífica águila pescadora (Pandion haliaetus), que demostró que aún puedo seguir leyendo libros, pues aún me caben más pájaros en la cabeza.

Águila pescadora, con su inconfudible antifaz pardo 
Vale.

domingo, 11 de enero de 2015

AVES EN INVIERNO EN EL VERTEDERO DE ALCALÁ DE HENARES

Este fin de semana, teníamos que ver pájaros, que ya han pasado diez días del año y aún no había hecho ninguna entrada. Pero teníamos varios planes, así que para no fallar en el poco tiempo que teníamos, de camino a casa de unos amigos decidimos pasar a uno de los sitios donde mayor densidad de aves puede haber. No se trata de un montaña, un bosque o ni siquiera una laguna, se trata de un vertedero, y para rematarlo se accede desde un cementerio... Vamos, que el sitio no es el más agradable que se pueda imaginar, pero las aves sacan partido de nuestros desperdicios, y allí se concentran en gran número y es posible disfrutar de ellas.

Algunos días al final del verano es posible ver cientos de milanos negros (Milvus migrans), pero en pleno invierno están en África. En cambio, son los milanos reales (Milvus milvus) los que en menor cantidad se dejan ver ahora. Vuelos rasantes, piruetas, ataques a gaviotas y huidas ante ataques de otras aves, es un placer ver volar a estos maestros del aire.

Milano real con su típica cola escotada, color rojizo y parte final de las alas más claras
De lado se aprecia perfectamente las características de los milanos reales,
aunque la escotadura de la cola se nota menos
Otra vista de los abundantes milanos reales
Tanto pájaro volando, a veces daba lugar a pequeños acosos y ataques


No obstante son las gaviotas sombrías (Larus fuscus) las más abundantes y las que dominan todo el espacio aéreo.

Gaviota con un pedazo de comida en vuelo
Vista inferior de un subadulto de gaviota sombría
Me llamó la atención no ver ni una sola cigüeña (Ciconia ciconia), estarían en algún otro lugar. A cambio, sí que pudimos ver otras aves zancudas: una garza real (Ardea cinerea) y muchas garcillas bueyeras (Bubulcus ibis).

Garcilla bueyera en vuelo: blanca y con el pico amarillo
Garza real, un poco apartada para tragar tranquilamente el bocado que ha "pescado"
Por último, también había gran cantidad de pájaros mas modestos: grajillas (Corvus monedula), estorninos negros (Sturnus unicolor) y gorriones comunes (Passer domesticus).

Dos grajillas se persiguen y descuelgan en el aire
Grupo de estorninos negros 
Gorriones y estorninos barren el vertedero en busca de desperdicios e insectos
Tendremos que volver, en momentos en que la luz sea más favorable, cuando haya entradas y salidas masivas de aves, o a buscar gaviotas raras, pero si alguien quiere ver muchos pájaros, ya sabe: a los vertederos.

Cada poco tiempo, el nuevo suministro de comida alborota a todas las aves.

miércoles, 28 de mayo de 2014

PAJAREO EN FAMILIA POR CÁCERES

Este fin de semana lo hemos pasado en familia haciendo turismo en la provincia de Cáceres. El objetivo de las salidas no ha sido pajaril, pero sabiendo que estaba en uno de los destinos de turismo ornitológico con reconocimiento mundial, siempre he ido con la cámara a cuestas por si algo se ponía a tiro.

HINOJAL

La base de operaciones la teníamos en Hinojal, un pequeño pueblo ganadero entre Cáceres y Plasencia. En la preciosa casa rural La Resolana   (http://www.hinojalrural.com) hemos visto cubiertas notablemente nuestras expectativas de alojamiento y manutención. Por las mañanas temprano disfruté de un par de paseos por sus campos, dominados por pastos, cercados de piedra y afloramientos de pizarras, conocidos como dientes de perro, además de algún árbol y charca dispersa.

Hinojal con las elevaciones de Monfragüe al fondo
Ganado vacuno descansando en un pastizal ya agostado
Una de las aves más típicas de Extremadura, es la cigüeña blanca (Ciconia ciconia)
que no falta en ninguna torre de iglesia
Abubilla (Upupa epops), sobre un cuarzo blanco.
Era imposible no escucharlas a cada paso por las mañanas
Cogujada común (Galerida cristata), mirando de reojo 
Hembra de colirrojo tizón (Phoenichruros ochruros), de colores apagados
Este joven colirrojo tizón, en el que aún se aprecian sus comisuras amarillas,
 reclamaba alimento por las mañanas junto a nuestra ventana
El macho, con colores más vivos y un panel alar claro, vigilaba de cerca a sus crías
Un macho de golondrina (Hirundo rustica), a la izquierda, canta a una hembra, que permanece impasible. Se aprecia la enorme diferencia de la longitud de las plumas de los extremos de la cola. En el vídeo siguiente se aprecia el "acercamiento"


En una casa, sobre una ventana, alguien ató un grupo de plumas de un córvido. El motivo, lo desconozco, pero en ese alero no había nidos de avión.
Los jilgueros (Carduelis carduelis) también eran abundantísimos,
y ya había muchos juveniles, que carecen de la típica máscara roja
Hembra de jilguero, que sí muestra la máscara
Entre las rapaces, los milanos negros (Milvus migrans) patrullaban por doquier

Sin miedo, nos sobrevolaban y mostraban su cola escotada

Algún mochuelo (Athene noctua) a pleno día buscaba su alimento...
... como las salamanquesas (Tarentola mauritanica), que se asoleaban para contrarrestar el frescor matinal.
También en una pared blanca, este macho de Empussa pennata tomaba el sol.
 Se sabe que es macho por sus antenas en forma de pluma
Como dije al principio, también las charcas para el ganado salpicaban el lugar, introduciendo diversidad de ambientes, y por tanto, diferentes especies de flora y fauna.

Charca en el pueblo de Hinojal


Un grupo de cuatro juveniles (Tachybaptus ruficollis)
al verme, se ocultaron en la vegetación riparia
Galápago leproso (Mauremys leprosa) alimentándose en el fondo
Las ranas (Pelophylax perezi) croaban con fuerza


MONFRAGÜE

No sé si engañados por mi o por propia iniciativa, pero al final acabamos una mañana en Monfragüe y todos acabaron encantados. Ver aves de gran tamaño tan cercanas y en esos paisajes espectaculares impresionan a todo el mundo.

El Salto del Gitano, lugar privilegiado para la observación de aves
El río Tajo a su paso por Monfragüe
Interminables dehesas extremañas
Buitres leonados (Gyps fulvus) en el Salto del Gitano
Buitre leonado en vuelo
Otro buitre sobrevolando el Tajo


Foto testimonial de una cigüeña negra (Ciconia nigra), una de las estrelllas del Parque Nacional
Escribano montesino (Emberiza cia) junto al Tajo

CÁCERES Y TRUJILLO

Por último, las ciudades de Cáceres y Trujillo, son unos conjuntos monumentales de gran importancia cultural y artística, pero igual no todo el mundo sabe de su importancia ornitológica pues cobijan unas importantísimas comunidades de aves, algunas de ellas amenazadas como los cernícalos primillas (Falco naumanni)

Foto testimonial de un cernícalo primilla
Nido de cigüeñas en Trujillo. A la izquierda el adulto con el pico rojo, y a la derecha los juveniles con el pico oscuro y más corto
Una grajilla (Corvus monedula) se entretenía picando algo en un poste

En un posadero poco habitual, este verdecillo (Serinus serinus) cantaba a pleno pulmón

Junto a una higuera, dos tórtolas turcas (Streptopelia decaocto) se hacían arrumacos
Mariposa monarca (Danaus plexippus)

Quien sepa algo de mariposas o vea documentales, quizá se extrañe de encontrar la foto de esta mariposa en Cáceres. Las mariposas monarcas son muy conocidas por su migraciones entre sus zonas de cría en Estados Unidos y Canadá y las zonas de congregación invernal en México. La explicación de que aparezca fotografiada aquí, es la nueva "moda" de soltar mariposas a la salida de las bodas. Efectivamente, tras estar atrapada en una caja, con un vuelo renqueante se dirigieron a las piedras expuestas al sol para calentarse. Como siempre, la práctica de soltar especies alóctonas debe evitarse y perseguirse.