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viernes, 29 de julio de 2016

PARQUE DE REDES Y ORIENTE ASTURIANO

Una vez más hemos ido al Norte durante las vacaciones, que siempre es más fácil esquivar allí los calores. Esta vez no hemos ido dos, sino tres, y lo hemos pasado en grande. Hemos empezado en Ladines, una pequeña aldea del Parque de Redes, en Asturias. Desde allí, hicimos varias rutas entre prados y bosques mixtos, aunque a los protagonistas de la entrada los fotografié en el propio pueblo.

Vista desde nuestra casa en Ladines
Entre las viejas piedras y maderas, las lagartijas ibéricas (Podarcis hispanica) encontraban su sitio

A la entrada del pueblo, Lucía vio un lución (Anguis fragilis) un lagarto ápodo,
que confundió con una culebra
En un lugar inverosímil, una chimenea, este trepador azul (Sitta europaea) buscaba insectos


En una estaca de un huerto, un colirrojo tizón (Phoenicurus p.) miraba de reojo
En uno de nuestros paseos encontramos estos excrementos.
Entre oso y lobo dudo yo y otras personas a las que he consultado.

En el pueblo de al lado, Soto de Agues, hicimos una de las rutas más conocidas, que discurre por un desfiladero espectacular: la Ruta del Alba. Allí el río Alba se encajona entre calizas, cuarcitas y pizarras, mientras que la vegetación se aferra a cualquier fisura.

Desfiladero del Alba
La ruta comienza en una piscifactoría, y cómo buen pescador, allí estaba este martín (Alcedo atthis)
En los prados abundaban las mariposas como esta medioluto norteña (Melanargia galathea)...
... o esta dorada de orla ancha (Ochlodes venatus)
En las surgencias de agua de los paredones calizos, las tirañas (Pinguicola grandiflora),
capturaban insectos con sus hojas pegajosas

También anduvimos por Rioseco, la cabeza del concejo, en un agradable paseo por la margen derecha del río Nalón.

Río Nalón a su paso por Rioseco
En el bosque de ribera un tímido arrendajo (Garrulus glandarius) nos entretuvo
Y hasta nos dio por subir hasta el puerto de Tarna, donde en una breve parada vimos el esplendor de parte de la flora de alta montaña.


La medicinal valeriana amarilla (Gentiana amarilla) destacaba entre las demás

Después de una jornada en Oviedo, nos fuimos a Llanes, aunque antes paramos en la Playa de Vega. En esta estupenda playa, muchos se fijarán en su fina arena, pero los acantilados que la enmarcan, tienen su interés: yacimientos de fluorita, huellas de dinosaurios y fósiles, atrajeron el mío.

Acantilados en Playa de Vega, donde se aprecia el contacto entre la sucesión marina de calizas y margas (abajo y derecha) y la continental por retirada del mar jurásico.
En las calizas marinas abundaban fósiles de ostras, belemnites, y braquiópodos como el de la fotografía

Y en Llanes, mañanas de playa, tardes de paseo por la ciudad o visita a los bufones de Arenillas y el recuerdo gracioso de una gaviota que se acercó a nuestra ventana, comió pan que le ofrecimos e hizo reír a nuestra hija, que nunca había estado tan cerca de un ave. Parece que se gustaron, así que esto promete...


Las inteligentes gaviotas patiamarillas (Larus michaellis) otean cualquier oportunidad de comida fácil...

... y una se acercó hasta coger pan de nuestra ventana, sin quitarnos el ojo de encima.

domingo, 17 de enero de 2016

MINAS DE PLATA Y HIELO DE BUSTARVIEJO

Echaba de menos salir al monte, y ayer en compañía de un gran amigo, nos fuimos a él. Esta vez el objetivo no eran los animales, sino las piedras. El que se anunciaba como día más frío de lo que llevamos de otoño e invierno no nos amilanó, y además tiramos hacia la sierra para mayor "heroicidad". En Valdemanco estuvimos buscando cuarzos y después en Bustarviejo, nos acercamos a una antigua mina de plata, que desde el siglo XVII hasta los años 70 del siglo pasado ha estado en explotación.
Siempre es de agradecer que ante la presencia de hitos de interés naturalístico, histórico, geológico o de cualquier otra índole, alguien se haya tomado la molestia de poner un cartel, una señal o un panel que nos ayude a interpretar qué, cómo, cuándo y por qué, de lo que allí se nos presenta. Así que tras encontrar arsenopirita en las escombreras de la mina, leímos pacientemente cada cartel que nos encontramos e iniciamos la vuelta a casa conociendo cómo funcionaban estas pequeñas minas que salpican las rampas de la Sierra de Guadarrama.
Imaginando las condiciones de trabajo de las gentes que las explotaron volvimos a casa contentos por encontrar un plato caliente en la mesa. Vamos con algunas fotillos.

Interior de la mina, con carámbanos de hielo. 
En esas condiciones se extraía el mineral que contiene la plata
La entrada a las minas se encuentra vallada. Esta galería, en el nivel más bajo, 
servía para sacar el agua que se infiltra a través de las rocas
Los laterales de la bocamina se han consolidado para evitar desprendimientos
Escombreras de material estéril, con la Morcuera al fondo y Peñalara sobresaliendo por encima 
El mineral se molía en un molino de viento del que quedan sus restos junto a pedazos de enormes piedras de molino de cuarzo
En el siglo XX se usaban medios más modernos, para triturar el mineral, una machacadora de mandíbulas y un cono "Simons" que es el que aparece en la foto
Allí por donde el agua salpica quedaba todo congelado

jueves, 16 de julio de 2015

FLYSCH DE ZUMAIA

Estamos recién llegados a este infierno, que es casi cualquier lugar de la Cordillera Cantábrica para abajo, y echamos de menos la primera parte de nuestras vacaciones, donde no pasamos de 25ºC. También echamos de menos la otra parte, en Pirineos, pero esa la contaré otro día. El lugar en el que estuvimos en primer lugar fue Zumaia y alrededores, en la costa guipuzcoana.

Además de los encantos históricos, artísticos, gastronómicos y todos los icos que queramos añadir, el principal valor que me llamó la atención al pensar en el destino, fue su increíble patrimonio geológico. Últimamente ha tomado fama y una palabra es la que lo da fama a nivel internacional: flysch. Y, ¿qué es un flysch? Pues esto:

Estratos inicialmente horizontales que por empuje se han colocado en forma casi vertical 
Desde una salida en barco se aprecia la sucesión de estratos casi verticales y en perpendicular a la línea de costa
Detalle de estratos verticales y colocados en paralelo a la costa
Entre Zumaia y Mutriku, se disponen perfectamente ordenadas páginas que abarcan 60 millones de años. Esas hojas incluyen episodios tan interesantes como la extinción de los dinosaurios, cambios climáticos e intercambio en el magnetismo de La Tierra.

Exactamente en esta zona del acantilado hay un estrato donde se depositaron cenizas con alto contenido en iridio, proveniente del meteorito que cayó en Yucatán y produjo el cataclismo que extinguió gran parte de la vida, incluidos los dinosaurios
Estas páginas, se pueden fechar, entre otras cosas por las firmas que dejaron los distintos habitantes en cada una de las épocas.

Bioturbación fosilizada en la roca, es decir rastros,
dejados por gusanos y otros invertebrados en un antiguo lecho marino
En este caso se intuyen rastros dejados por algún animal con patas
La abrasión que produce el oleaje y las mareas consiguen crear unos paisajes espectaculares que se denominan rasa mareal y se pueden disfrutar en la bajamar.

Rasa mareal desde los acantilados de Sakoneta
Marea baja en Sakoneta
Y entre tanta oquedad, no pueden faltar innumerables habitantes adaptados a rocas que se mueven, oleaje, insolación, niños con red, etc.


Cangrejo peludo Eriphia verrucosa
Algún tipo de gobio o blenio
Un tipo de blenio
Cangrejo corredor Pachygrapsus marmoratus
Dentro de la concha de una caracola del género Gibbula se encuentra un cangrejo ermitaño, y subida a la misma, un camarón Palaemon elegans prácticamente transparente
Bellotas de mar y restos de las marcas dejadas por lapas
Y lo mejor de todo es que a algunos de estos sitios se puede llegar siguiendo el curso de arroyos rodeados de alisos, robles y encinas, acompañados de mariposas, libélulas y otros bichos. 


Caballito del diablo tomando el sol, si tuviese las alas extendidas, 
sería una libélula
Mariposa Gonepteryx
A modo testimonial también pude fotografiar algún ave.

Gaviota argéntea (Larus argentatus) en Getaria
Ratonero (Buteo buteo) cerniéndose en la cresta de un acantilado,
 aprovechando la brisa que llegaba del mar
Y aquí acaba el reportaje, sobre Zumaia y alrededores, un lugar muy interesante y muy fresquito en esta ola de calor. En unos días, la segunda parte de las vacaciones...

Anochecer en la Ermita de San Lorenzo, Zumaia. Un lugar de película (8 apellidos vascos, p. ej.)

domingo, 15 de marzo de 2015

CANTERA DE PANTOJA: ARAGONITOS Y ACUÁTICAS

Leed bien, no hablo de la Finca Cantora de la Pantoja, hablo de Pantoja, un pueblo toledano con innumerables canteras de arcilla. De allí salen buena parte de los ladrillos y tejas con que se hacen las casas en que habitamos. Pues en esas canteras se encuentran unos minerales prácticamente únicos en el mundo, aragonitos aciculares. En su busca fui el sábado por la mañana, ya que también me gustan minerales, rocas y fósiles, y pronto di con algún precioso ejemplar.

Aragonito acicular espectacular, objetivo de la visita.
En oquedades de los estratos de arcillas rojas y verdes es donde se encuentran esas maravillas

Pero en esas canteras, excavadas durante años, se han formado encharcamientos donde se pueden ver algunas aves acuáticas, y antes de irme, pensé en acercarme a hacer alguna foto para volver al blog, al que tengo un poco abandonado.

Aspecto de la cantera y la laguna formada
Las aves, aunque inquietas por mi presencia y por los ruidos de maza y cincel de algún otro buscador de minerales que había por allí, se dejaron hacer alguna foto.

Ánade real macho o azulón (Anas playtrhynchos)
Focha común (Fulica atra) con su típico escudete frontal
Grupo de fochas y al fondo una pareja de porrones comunes (Aythya ferina)
Porrón común macho en primer término y focha detrás


Zampullín chico macho (Tachybaptus ruficollis) con sus típicas comisuras amarillas
Garceta común (Egretta garzetta)