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lunes, 11 de marzo de 2019

PAJAREO EN FAMILIA POR VALENCIA: TURIA, OCEANOGRAFIC Y ALBUFERA

El pasado fin de semana era la semana de Carnaval y como había menos días de cole, aprovechamos para pasar todos unos días en Valencia. Incluso con los pequeños hemos podido ver muchos de los encantos de la ciudad y yo particularmente también me he entretenido, como siempre, con los pájaros. 
El primer día recorrimos parte de los jardines del Turia para visitar el centro histórico y pude ver una especie exótica que no había visto nunca antes, el aratinga de Guayaquil (Psittacara erythrogenis). 


Fue la primera vez que veía este loro de cabeza roja, especie 
exótica que está establecida en Valencia
El segundo fuimos al Oceanografic. Allí las estrellas eran los peces y mamíferos marinos, pero en las lagunas del exterior había algunas especies que se se dejaban fotografiar desde muy cerca y aunque tiene poco mérito, no dejé pasar la oportunidad.


Un cormorán grande (Phalacrocorax carbo) se seca las plumas

Casi parecen escamas en vez de plumas
Había un montón de patos colorados (Netta rufina)
Los machos con sus mejores galas se dejaban retratar
También había varios porrones moñudos (Aythya fuligula)...
... y porrones comunes (Aythya ferina)

Este debe ser alguna especie híbrido con tarro canelo (Tadorna ferruginea)
El tercero nos acercamos a la Albufera, y desde el observatorio del Racó de l`Olla y desde un paseo en barca, también pudimos ver algunos pájaros. 


Vista de la Albufera desde la torre observatorio
En el observatorio del Racó de l´Olla abundaban los tarros blancos (Tadorna tadorna)
El pato más común, el azulón (Anas platyrhynchos) era de los más escasos
Lo más llamativo para mí fueron ese grupo de limícolas...
...que eran archibebes claros (Tringa nebularia)
Alguna cerceta común también había (Anas crecca)
Y alguna cigüeñuela (Himantopus himantopus)
A lo lejos había un grupo de cucharas (Spatula clypeata)
Aún con colores parecidos tarros y cucharas se diferencian por el menor tamaño de éstas
A la derecha del todo un macho de tarro canelo muestra sus colores, porque 
casi todos estaban dormitando
Desde la barca, lo que primero vimos fue un cormorán grande
En vuelo una garza real (Ardea cinerea)
Luego vimos un grupito de gaviotas de Audouin (Ichtyaetus audouni)
También en la laguna, un azulón macho mostraba su colorida cabeza
Los arrozales estaban secos pero en los que aún conservaban algo
 de agua se concentraban las garcetas (Egretta garzetta)

Acabo con algo que no es de pájaros. En la Catedral de Valencia, en la capilla de San Miguel, a sus pies...

Clava su lanza en un dragón...

y al pie del retablo había una salamanquesa (Tarentola mauritanica)
cuajada de garrapatas en los dedos por cierto

domingo, 19 de agosto de 2018

AVES DE LAS SALINAS DE SAN PEDRO DEL PINATAR

Hemos pasado unos días de playa en La Manga, porque este año no estamos para grandes caminatas y montañas. Aún así no todo ha sido haraganear en la playa y la piscina, también hemos hecho alguna pequeña excursión. Una tarde nos acercamos a Lo Pagán, con la intención de bañarnos en lodo, pero nos entretuvimos, y sólo nos dio tiempo a pasear por las salinas, y claro allí había un montón de pájaros de los que no estoy acostumbrado a ver, ni a identificar. Éstos son:

Las más admiradas entre las aves de las salinas son los flamencos (Phoenicopterus ruber)
  
En las aguas someras encuentran los invertebrados que les alimentan y les colorean

Lo mismo hacen las avocetas (Recurvirostra avosetta) aunque su pico se dobla hacia
arriba en lugar de hacia abajo como en los flamencos

Tras esta avoceta un chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) se alimenta en la orilla y un correlimos común (Calidris alpina) los sobrevuela 

También había bastantes cigüeñuelas (Himantopus h.) con sus andares tan elegantes

Ésta parecía más joven, con sus colores más apagados

Aquí estaban ya anocheciendo

Este combatiente (Philomachus pugnax) se dejó acercar bastante

Aquí descansaban un charrancito (Sterna albifrons) abajo, 
un archibebe común (Tringa totanus), arriba, y un correlimos común a la derecha

Aquí el charrancito estiró las alas

Y aquí se ven más cerca al correlimos y al charrancito

En la orilla, un correlimos y un archibebe se alimentan juntos.

Este chorlitejo patinegro descansaba en la orilla

En una de las balsas vi lo que creo que es una gaviota picofina (Larus genei), una de las más escasas

Tomando los últimos rayos del sol, un vuelvepiedras (Arenaria interpres)

Nadando había unos cuantos zampullines cuellinegro (Podices nigricollis)

Este es un correlimos común...

Y éste un correlimos tridáctilo (Calidris alba)
  
Cuando volvíamos del paseo un charrancito nos deleitó con su vuelo cernido

Su primo mayor, el charrán común (Sterna hirundo) había pescado un pez para la cena

La última que fotografié fue esta garceta (Egretta garzetta)

Visitar estas salinas es bastante sencillo, 
hay zonas peatonales que las atraviesan y separan del tráfico rodado

Al fondo los almacenes e instalaciones de la salinera

martes, 24 de marzo de 2015

AVES POR LA MANCHA

En varios lugares de La Mancha, de cuyos nombres me acuerdo perfectamente, no hace ni dos días que hemos pasado el puente San José. Luchando contra el viento y el agua hemos podido disfrutar de unos días de reposo, y cómo siempre hemos disfrutado de cultura, patrimonio, gastronomía, y cómo no, ornitología. Este es el resumen pajaril de los cuatro días.

Tras ver molinos y castillos en Consuegra, empezamos al cobijo de un observatorio de las lagunas de Alcázar de San Juan, un lugar no muy conocido pero megadiverso en aves.

Laguna del Camino de Villafranca 
Aguilucho lagunero macho (Circus aeroginosus) con su típico vuelo
de prospección  a baja altura con las patas colgantes
Un flamenco (Phoenicopterus roseus) a punto de tomar agua
Con colores más apagados un joven flamenco nos miró con el rabillo del ojo
Había varias malvasías (Oxyura leucocephala), los machos con su llamativo pico
Entre muchos otros, ánades frisos (Anas strepera) nadaban junto a zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis)
Tras seguir viendo molinos en Campo de Criptana y visitar la casa de Dulcinea en El Toboso, nos alojamos en Belmonte, donde a la mañana siguiente visitamos su precioso castillo, que nos cobijó de otro chaparrón, aunque al salir de él nos ofreció algo de sol.


Una curiosa grajilla (Corvus monedula) nos observó 
Junto a su pareja, descansaron en una gárgola
De Belmonte, pasando por Las Pedroñeras, fuimos a las Lagunas de Ruidera, curioso paisaje de aguas que crean sus propias presas de travertino, para desaguar unas en otras en hermosas cascadas.

Salto de agua entre dos de las Lagunas de Ruidera
Una pareja de ánades reales (Anas platyrynchos) se movían entre los toboganes de agua
Pudimos ver un gran grupo de patos colorados (Netta rufina)
Muy abundantes por todas las carreteras de la zona, esta perdiz (Alectoris rufa) bebía agua en la cuneta de la carretera, después comprobamos que estaba coja, aunque aún volaba
Aún nos dio tiempo para otro castillo, el de Peñarroya, y para disfrutar de la monumental Villanueva de Los Infantes, desde donde fuimos a dormir a Tomelloso, punto neurálgico del vino manchego, y donde hicimos acopio de quesos y vino. Al día siguiente fuimos hacia la zona de Calatrava y en el magnífico castillo de Calatrava La Nueva disfrutamos de vistas a un soberbio paisaje mediterráneo circundante. 

Castillo y Sacro Convento de Calatrava La nUeva
A pesar de las muchas piedras, vimos aves forestales como este carbonero común (Parus major)
También entre los agujeros del castillo vimos a varios herrerrillos comunes (Cyanistes caeruleus)
Después de comer y pasear un rato, nos dirigimos a Almagro, donde entre sus monumentales edificios también prosperan aves dignas de fotografiar. Con duelos y quebrantos, pisto, alfonsinos y pan de Calatrava dimos por finalizado el día.

Pareja de cernícalos primilla (Falco naumanni) el macho más colorido, durmiendo
El último día, pensando que en cualquier momento nos caería un diluvio, nos fuimos a las Tablas de Daimiel, que rebosantes de agua, mostraban el potencial que puede dar este maltratado Parque Nacional. Desde las pasarelas me alegré por oír varios avetoros, pero me llevé la decepción de no poder ver ni uno, como en mis últimos 35 años...

Tablas de Daimiel
Un grupo de flamencos sobrevuela las tablas
Las más abundantes fueron las fochas comunes (Fulica atra)
Una garceta común (Egretta garzetta), buscaba alimento junto a los caminos 
Aunque lejos, pudimos ver también varios somormujos lavancos (Podiceps cristatus)
El último pajarillo que fotografiamos en las tablas fue un bonito jilguero (Carduelis carduelis)
Y pensando que con un jilguero acabaría nuestro viaje ornitológico por La Mancha, a las riendas de mi Rocinante divisé una rapaz de color pardo en un poste sobre un viñedo, y señalando indiqué lo obvio: un ratonero. Al llegar más próximo a él, algo me hizo dudar y un antifaz me hizo gritar: ¡águila pescadora!, a lo que mi fiel escudera, como una Sancho Panza, aún sin panza, me dijo que si no sería que tenía visiones, pues estábamos en La Mancha y que los muchos libros de bichos me habían llenado de pájaros la cabeza. Paré al borde de un camino, dimos la vuelta y en el escondite del coche, pude fotografiar a una magnífica águila pescadora (Pandion haliaetus), que demostró que aún puedo seguir leyendo libros, pues aún me caben más pájaros en la cabeza.

Águila pescadora, con su inconfudible antifaz pardo 
Vale.