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martes, 8 de diciembre de 2020

CORZA CON TRILLIZOS AL AMANECER EN SANTORCAZ

Varias semanas sin ir a Santorcaz y varios meses sin salir al campo, así que a pesar de los 4 grados bajo cero del pasado sábado, no pude resistirme y me marché un rato a ver bichos. Había que volver pronto a casa con la familia, así que como siempre, madrugar me ayudó a ver una familia de corzos.

Lo habitual en las corzas (Capreolus capreolus) es que tengan dos crías, 
pero esta, había tenido trillizos

No hay mucho monte en Santorcaz, pero aún así, ésta madre ha conseguido 
sacar adelante a tres crías que ya casi son de su tamaño


Me sorprendió verlos tan al descubierto cuando ya eran alrededor de las 9 de la mañana

Pero como decía, fue lo de madrugar lo que, antes de disfrutar de esa familia de corzos, me hizo contemplar un frío amanecer con la torre de la iglesia de fondo.

Parece un día de verano amaneciendo tranquilo,
pero era otoño con temperaturas de invierno

Poco después de las ocho el sol consiguió rebasar el horizonte

Cuando ya había amanecido las espigas de los espartos
 tomaron parte de la luz del sol

Casi en la otra punta del cielo la luna también estaba a la vista

A parte de los corzos y el amanecer, la mañana no dio para muchas más fotos, tan sólo algunos pajarillos lejanos posados sobre las altas ramas, así que si la pandemia lo permite habrá que salir a buscar más cosas que ver.  

Los gorriones morunos (Passer hispaniolensis)
ya son más fáciles de ver que los molineros

Mezclados con los gorriones había, jilgueros, pinzones y pardillos (Carduelis cannabina) como estos cuatro

En una encina una hembra de pinzón vulgar (Fringilla coelebs)

En un sauce, un macho de tarabilla común (Saxiola torquata)
 me miró por encima del hombro 

viernes, 24 de julio de 2020

UN CORZO Y MUCHOS CONEJOS

El domingo pasado, volví a salir al campo con la bicicleta, un par de horas nada más. A pesar del madrugón no hacía mucho fresco y había poca actividad, así que me senté media hora bajo una encina a ver qué pasaba. Tampoco pasó mucho, aunque estuve sentado a menos de cien metros de un joven corzo (Capreolus capreolus) durante 15 minutos sin verle. Cuando le descubrí, estuve otro cuarto de hora contemplándole tranquilamente sin que me viese. Supongo que su madre no andaría lejos, pero a ella no la descubrí, seguro que ella a mí sí. 

Al final del vídeo se ve la distancia a la que estoy del corzo.

A la sombra de un almendro pasaba l mañana este orejotas

No se movía mucho, olisqueaba y mordisqueaba algo de vez en cuando y poco más

Miraba alerta con sus ojos y orejas, pero nunca lo vi nervioso por mi presencia

Junto a mi asiento algunas Hipparchia fidia  peleaban entre ellas,
pero posadas eran difíciles de ver

Pero la jornada no empezó con el corzo, sino con algunas aves de los campos recién cosechados.

Un joven del año alcaudón común (Lanius senator)

Éste otro jovenzuelo estaba sobre una señal

Este buitrón (Cisticola juncidis) ni siquiera dobla la ramilla sobre la que está posado

Acabo con otro mamífero, el conejo (Oryctolagus cunniculus), que debe ser que ha tenido un buen año porque conté más de 50 en toda la mañana.
  
En una sombra en el rastrojo, uno de los pocos conejos que no salieron corriendo al verme en la bici

miércoles, 5 de febrero de 2020

BISBITAS, TRIGUEROS, TARABILLAS Y CORZOS

Han pasado ya bastantes semanas desde la última vez que aparecía por aquí, un invierno lluvioso y los quehaceres del día a día de la familia, no lo ha permitido. Pero aquí estoy, porque el sábado pasado hice el segundo transecto del Seguimiento de Aves Comunes Invernantes organizado por la Sociedad Española de Ornitología. Como siempre, se trata de contar aves, no fotografiarlas, pero algo pude hacer a pesar de la tarea y del cielo muy cubierto.


Otro de los humildes pájaros marrones, un triguero (Miliaria calandra)
Bisbita común (Anthus pratensis) una de las aves invernantes
que pronto dejará nuestras tierras
Una tarabilla común (Saxicola torquata)
Una cogujada común (Galerida cristata)
Es raro que un corzo (Capreolus capreolus) no se pare un instante
a mirar cuál es el peligro aunque ya haya iniciado la carrera



Ahora que el vertedero de Alcalá ha cerrado, los milanos reales (Milvus milvus),
tienen que prospectar zonas más amplias para encontrar su sustento

El domingo, amaneció también muy nublado, pero también nos fuimos todos de paseo, aunque tan sólo fue una pequeña rapaz la que se dejó fotografiar.


Un cernícalo (Falco tinnunculus), hembra,
 apostado a la búsqueda de presas
P.s. Acabo con estas líneas que quedarán como recuerdo del final de la lucha contra una terrible enfermedad. Siempre estuviste acompañada tía, descansa en paz.

miércoles, 8 de mayo de 2019

AGUILUCHO LAGUNERO, ÁGUILA CALZADA Y CORZOS

Este largo puente en Madrid he vuelto a disfrutar del campo en Santorcaz, tanto sólo como acompañado. Acompañado de todos, subimos al Cerro de la Elvira o de la Cuesta de la Torrecilla. Desde allí, con unas vistas estupendas un aguilucho lagunero me entretuvo un buen rato, e incluso con un bebé en la mochila pude tirar varias fotos curiosas.

No es un fondo muy común el de esta foto para un aguilucho lagunero (Circus aeroginosus)
Éste es más habitual, el de un carrizal...
... aunque los cables eléctricos distorsionan la foto y ponen en peligro al aguilucho
En esta foto se aprecia el patrón de color de las partes superiores de un macho adulto:
extremos de las alas negros, parte media de color gris azulado, hombros claros y arranque del ala color marrón
Los pájaros más abundantes en nuestro mirador eran las cogujadas montesinas (Galerida theklae) que debían tener el nido cerca porque ni soltaban su comida ni se la comían
En un almendro, un alcaudón común (Lanius senator)
Y en ese mismo almendro, un jilguero (Carduelis carduelis)

A la mañana siguiente, mientras la familia dormía, me escapé un par de horas. Como siempre que se madruga, los corzos (Capreolus capreolus) agradecen el esfuerzo y se dejan ver.

Un corzo macho apareció junto a una linde


A la sombra de la mañana fue atravesando herbazales y en un olivar
me hizo darme cuenta de que alguien más estaba observando

En el árbol seco de la izquierda, un águila calzada (Aquila pennata) ha debido pasar la noche.
El trasero del corzo, o espejuelo, llama la atención en la esquina inferior derecha
A pesar de haber 400 m. de distancia se consigue ver al águila con la nueva cámara
El águila marchó y al poco salió un conejo (Orictolagus cunniculus) a desayunar
Al sol, una abubilla (Upupa epops) descansando tranquilamente
Una escasa y bonita Euphydryas desfontainii
Una tarabilla común macho (Saxicola torquata)
Un humilde triguero (Emberiza calandra)
En un rastrojo una cogujada común (Galerida cristata) con aspecto juvenil
Y llegando a casa, a la altura de Caño Alto, me salió otra corza
En la carretera, una pareja de pardillos comunes (Linaria cannabina) se 
ponían las botas con las semillas de los olmos

jueves, 24 de enero de 2019

CORZO Y RAPACES

Habitualmente llego a enero con días libres que disfrutar del año anterior, y si puedo uso una mañana para ir a contar las aves que pasan el invierno en Santorcaz. Y allí que me fui lunes, que hacía sol, aunque mucho frío. Pasé el comienzo de la mañana sin muchos sobresaltos hasta que a lo lejos vi un bulto con una forma inusual.

Incluso a varios cientos de metros, algunos bultos aunque no se muevan, llaman la atención.
Este corzo (Capreolus capreolus) no movió ni un músculo
Seguí contando pajarillos hasta que al final de la mañana varias rapaces se me aparecieron. En un almendro un busardo ratonero (Buteo bueto) estaba almorzando algo que no pude identificar. En el Lavadero un joven azor macho (Accipiter gentilis) me sobrevoló y se posó en otro almendro. Finalmente sobre el Caño Alto un cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) buscaba ratoncillos desde un cable.


Empezó bien la mañana este ratonero
Alas cortas y redondeadas y cola larg permiten al azor manejarse bien en la espesura
Su ojo amarillo indica que aún siendo adulto, aún es joven, aún puede ponerse más naranja
Aunque me miraba de vez en cuando él estaba con la fija vista en el suelo


lunes, 17 de septiembre de 2018

CORZOS Y CERNÍCALOS DE CAZA

No he estado parado estos fines de semanas pasados, es verdad que no han sido grandes caminatas, pero un par de pequeños madrugones dejan algo que contar. 
El sábado de la semana pasada, empecé en unos de mis cerros favoritos y cuando ya pensaba que no había nada especial, apareció un familia de corzos (Capreolus capreolus).


Pero las fotos empezaron un poco antes, y es que los amaneceres no suelen defraudar. 

Entre almendros y espartos el sol salió por el horizonte
Este bichito no sabía lo que era, pero en las redes sociales me han dicho que es una hembra de un escarabajo del género Vesperus, una plaga de las vides, la castañeta
La familia de corzos: la madre guía el paso de la pareja de sus hijos
Un par de ratoneros (Buteo buteo) cada uno en un poste
Y esta rapaz la vimos cogiendo moras, pero como estaba nublado y muy alta, sólo puedo guiarme por su perfil, que parece de águila perdicera (Aquila fasciata)

El domingo, fue un paseo en bici tras una noche de tormenta y con la tierra mojada, millones de hormigas de alas hacían las delicias de varias decenas

Antes de los cernícalos, vi un alcaudón meridional (Lanius meridionales)
Uno de los cernícalos (Falco tinnunculus) en el momento en que se pasa unas hormigas 
desde sus garras al pico
Tras tanto vuelo acrobático descansó un rato en una torreta eléctrica
Hay que dominar muy bien el vuelo para capturar a estos pequeños insectos 
En otro poste, un águila culebrera (Circaetus gallicus)