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sábado, 18 de julio de 2015

VALLE DE HECHO

La segunda parte de nuestras vacaciones, la hemos pasado en montaña, en la zona del Valle de Hecho, en los Pirineos Oscenses. Montaña, ola de calor y un embarazo de siete meses no han impedido que disfrutemos a lo grande. Sólo había que madrugar, beber, no forzar y aprovechar a descansar en las horas de más calor y la noche.

Ya el primer día hicimos una pequeña prospección para situarnos y descubrir los imponentes picos que nos rodeaban y los, a veces, angostos valles que sirven de ejes de comunicación. Un ataque coordinado de tábanos y moscas, nos mandó pronto para nuestro hotel de montaña para preparar el duro día siguiente que teníamos pensado.

Castillo d´Acher a 2.384 m.s.n.m.
Río Aragón Subordán a su paso por la Boca del Infierno a unos 1.000 m.s.n.m.
Y es que el objetivo era llegar hasta Aguas Tuertas, es decir un paseo de algo más de 3 kilómetros de ida y unos 300 m de desnivel. Pero no habíamos salido aún del hotel, y por el rabillo del ojo vi un pajarón grande posado en unas ruinas. Pensé en un alimoche, pero al ser una granja, me dije que bien podía ser una gallina. Dí marcha atrás y la buena, era la primera idea.

Alimoche (Neophron percnopterus) posado junto a un montón de estiércol
Más cerca, se aprecia el plumaje y la característica "cara" amarilla del buitre sabio
Afortunadamente amaneció fresco así que sin problemas salimos a caminar desde el aparcamiento de Guarrinza por un valle lleno de marmotas, que nunca había visto.

Valle de Guarrinzas en el que se aprecia la pista que lo asciende por su izquierda
Familia de marmotas
Una marmota miró a un lado y a otro, y tras descartar peligros...
...se tumbó plácidamente a tomar el sol
Al final llegamos a Aguas Tuertas, con un espectacular paisaje ya poblado de habitantes típicos de la alta montaña.

Aguas tuertas, donde el agua se retuerce y la niebla se acumula
Verderón serrano (Carduelis citrinella), la primera vez que fotografío uno
Collalba gris (Oenanthe oenanthe)
Bisbita alpino (Anthus spinoletta)
Otro ejemplar acicalándose un ala
Acentor común juvenil (Prunella modularis)
Colirrojo tizón macho (Erithacus rubecula)
Rana bermeja (Rana temporaria) que saltó de la hierba a la roca, 
donde la pude fotografiar a placer
Un ratonero común (Buteo buteo) causó gran inquietud...
...en un bando de chovas piquirrojas (Pyrrhocorax pyrrhocorax) 
y piquigualdas (Pyrrhocorax graculus)
La bajada, también nos deparó algunas sorpresas.

Lagartija roquera macho (Podarcis muralis)
Siempreviva de montaña (Sempervirum montanum)
Parnassius apollo, o mariposa apolo, especie restringida a la alta montaña, 
y que nunca antes había visto
Acentor común
La tarde ya la dedicamos a ver el Monasterio de Siresa, románico del S. XI, y el pueblo de Hecho, encantador.
Al día siguiente, también teníamos un objetivo que cumplir: ver un treparriscos. Nos habían dicho que era posible en la zona de Gabardito, y allá que fuimos. Conseguí ver fugazmente varias veces a un individuo pero fotografiarlo fue imposible. En cambio, sí que algunos otros habitantes del roquedo quisieron salir en la foto.

De camino se atravesaban zonas hayedos y pinares de pino albar
Al otro lado del cortado en el que se encuentran los treparriscos, 
también hay paredes donde seguramente abunden
Vencejo real (Tachymarptis melba), el más grande y veloz de los vencejos ibéricos
Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) que contaba con un nido en un paredón
Buitres leonados (Gyps fulvus) cicleaban plácidamente sobre nuestras cabezas
Después de la subida, ya en zonas bajas, también había cosas a las que prestar atención.
Nacarada o Argynnis paphia sobre un cardo azul de montaña (Eryngium bourgatii)
Zygaena trifolli o zigena de 5 puntos
Otra lagartija roquera, ésta creo que hembra

Por la tarde, nos cambiamos al valle de al lado, el de Ansó, también muy interesante y en el que además de ver el propio pueblo de Ansó, dimos un pequeño paseo por otro hayedo.

Petirrojo (Erithacus rubecula) en un avellano
No todo ha sido montaña y bosque en este viaje, también ha habido monasterios: Santa Cruz de la Serós y San Juan de La Peña; ciudades monumentales: Jaca y Sos del Rey Católico; paisajes espectaculares: Mallos de Riglos y castillos: Loarre. Como siempre, buscando un poco, es posible encontrar naturaleza en cualquier sitio. 



Los milanos reales (Milvus milvus) andaban por Hecho, Aínsa, Riglos y más pueblos, pero éste lo fotografié junto al monasterio de Santa María de Santa Cruz de La Serós, S. XI.

Herrerillo común juvenil (Cyanistes caeruleus) en un parque de Jaca
Carbonero garrapinos (Parus ater) en el mismo parque
Como buenos páridos, son capaces de adoptar difíciles equilibrios 
para llegar a coger cualquier insecto que se oculte entre las acículas
Colirrojo tizón, en un cartel junto a las praderas que rodean la Ciudadela de Jaca
Esta cochinilla (Porcellio monticola) de gran tamaño, paseaba tranquilamente con su coraza puesta, y no era para menos, estaba en el Castillo de Loarre, S.XI

Y ya estamos pensando en las próximas vacaciones, en las que ya no seremos dos, sino tres...

domingo, 10 de mayo de 2015

PINARES DEL PUERTO DE CANENCIA Y DEHESAS DE GUADALIX

Junto a buenos amigos, hemos pasado el fin de semana entre Guadalix de la Sierra y Canencia. Charlas, juegos y comilonas han ocupado una parte del tiempo, pero también hemos tenido mucho tiempo de paseos camperos. La cháchara no es lo mejor para fotografiar fauna, pero como no puedo evitar ir mirándolo todo, siempre consigo encontrar algo digno de registrar en el blog.

En el Puerto de Canencia, las primeras en observar nuestros pasos fueron las lagartijas roqueras (Podarcis muralis) que aprovechaban el mucho sol que ha hecho.

Lagartija roquera macho
Lagartija roquera hembra
Tuvimos la suerte de ver un lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi) una especie endémica de la Península Ibérica. Una pena que no fuese un macho adulto, pues sus colores son espectaculares, googlear y lo comprobaréis.

Lagarto verdinegro, seguramente hembra
Nos entretuvimos en una zona de arroyos y turberas en donde llamaba la atención la abundantísima presencia de invertebrados.

Pareja de Pyrrhosoma nymphyla, en la que el macho sujeta con su cola a la hembra una vez fecundada, para evitar que otros machos se acequen mientras ésta deposita los huevos en el agua
Enorme sanguijuela
Ascendíamos y un cortafuegos nos permitió ver las cumbres que nos rodeaban y que el pinar nos ocultaba. 

Peñalara desde Canencia
En los pinares de montaña, es frecuente encontrar enormes hormigueros de hormiga roja (Formica rufa). 

Acumulación de agujas de pino que forman el hormiguero, en el que pueden habitar hasta 400.000 individuos
Por fin ascendimos por encima de la línea del bosque y entre enebros rastreros y piornos, comimos a lo grande, acompañados de algunas aves típicas del matorral de altura.

Cumbres alrededor de Canencia
Acentor común (Prunella modularis)
Tarabilla común hembra (Saxicoloa torquata)
Tarabilla común macho 
Una hembra de tarabilla nos vigila subida a un bolo de granito
Por la tarde, ya en Guadalix de la Sierra, Lucía y yo, incansables, nos dimos otro paseo por las dehesas cercanas al pueblo. Junto a fincas de reses bravas, parecía imposible tener vistas tan rurales y silvestres a menos de una hora de nuestra gran ciudad.

Dehesas con ganado bravo en Guadalix de la Sierra 
Atardecer sobre Guadalix con lavandas y enebros en primer término
El domingo ya nos lo tomamos más relajadamente, aunque un rato me entretuve con el ir y venir de los laboriosos aviones comunes (Delichon urbicum) a por barro con el que construir sus nidos colgados de los aleros.

Con su "lomo" negro-azul brillante y vientre blanco los aviones buscaban el mejor sitio para recoger barro.
Esperamos repetir con frecuencia estos encuentros, y reflejar aquí la parte más natural.