miércoles, 8 de mayo de 2019

AGUILUCHO LAGUNERO, ÁGUILA CALZADA Y CORZOS

Este largo puente en Madrid he vuelto a disfrutar del campo en Santorcaz, tanto sólo como acompañado. Acompañado de todos, subimos al Cerro de la Elvira o de la Cuesta de la Torrecilla. Desde allí, con unas vistas estupendas un aguilucho lagunero me entretuvo un buen rato, e incluso con un bebé en la mochila pude tirar varias fotos curiosas.

No es un fondo muy común el de esta foto para un aguilucho lagunero (Circus aeroginosus)
Éste es más habitual, el de un carrizal...
... aunque los cables eléctricos distorsionan la foto y ponen en peligro al aguilucho
En esta foto se aprecia el patrón de color de las partes superiores de un macho adulto:
extremos de las alas negros, parte media de color gris azulado, hombros claros y arranque del ala color marrón
Los pájaros más abundantes en nuestro mirador eran las cogujadas montesinas (Galerida theklae) que debían tener el nido cerca porque ni soltaban su comida ni se la comían
En un almendro, un alcaudón común (Lanius senator)
Y en ese mismo almendro, un jilguero (Carduelis carduelis)

A la mañana siguiente, mientras la familia dormía, me escapé un par de horas. Como siempre que se madruga, los corzos (Capreolus capreolus) agradecen el esfuerzo y se dejan ver.

Un corzo macho apareció junto a una linde


A la sombra de la mañana fue atravesando herbazales y en un olivar
me hizo darme cuenta de que alguien más estaba observando

En el árbol seco de la izquierda, un águila calzada (Aquila pennata) ha debido pasar la noche.
El trasero del corzo, o espejuelo, llama la atención en la esquina inferior derecha
A pesar de haber 400 m. de distancia se consigue ver al águila con la nueva cámara
El águila marchó y al poco salió un conejo (Orictolagus cunniculus) a desayunar
Al sol, una abubilla (Upupa epops) descansando tranquilamente
Una escasa y bonita Euphydryas desfontainii
Una tarabilla común macho (Saxicola torquata)
Un humilde triguero (Emberiza calandra)
En un rastrojo una cogujada común (Galerida cristata) con aspecto juvenil
Y llegando a casa, a la altura de Caño Alto, me salió otra corza
En la carretera, una pareja de pardillos comunes (Linaria cannabina) se 
ponían las botas con las semillas de los olmos

domingo, 5 de mayo de 2019

AVES DE LOS PARQUES DE SEVILLA: MARÍA LUISA

Antes de ir a Doñana, esta Semana Santa pasamos unos días en Sevilla ciudad. El Parque de María Luisa es un buen sitio para ver pájaros, así que realmente fue allí donde estrené la cámara.  

En Sevilla, me parecieron más frecuentes las cotorras de Kramer (Pisttacula krameri),
en Madrid en cambio lo son las argentinas
Sin duda los más frecuentes son los gorriones (Passer domesticus)
que disputan a las palomas cualquier miga de pan
Me llamó la atención que las grajillas (Corvus monedula) deambulan robando comida a los patos.
Por detrás un mirlo, vigila a la grajilla

Este ánade real (Anas platyrhynchos) se acababa de bañar
y se estaba peinando
Los patitos hacían las delicias de los niños
Además de ánades y algunas otras especies autóctonas, había
varios patos criollos (Cairina moschata)

Aunque las palomas son las verdaderas estrellas de este parque,
también hay sitio para las tórtolas turcas (Streptopelia decaocto)
En una zona protegida había varios pavos reales (Pavo cristatus)
Un oasis dentro de la ciudad, el Parque de María Luisa

martes, 30 de abril de 2019

DOÑANA CON NIÑOS: LA ROCINA, EL ACEBUCHE Y EL ROCÍO

Esta Semana Santa hemos estado por Sevilla y teníamos tres novedades desde la última vez: un bebé de meses, una niña de 3 años y medio y una cámara nueva. Como el campo a los niños les sienta muy bien y había que estrenar la cámara, qué mejor lugar que Doñana en primavera. Y es que es difícil fallar allí, incluso cambiando pañales en observatorios de aves o intentando que no te tiemble mucho el pulso mientras con una mano aguantas a una pequeña que mira con sus prismáticos. La verdad es que la nueva cámara ayuda: 80 aumentos ópticos son muchos aumentos. 
No me enrollo más y empiezo con lo que vimos en alguno de los observatorios del Arroyo de la Rocina.

Empecé con una de las joyas de Doñana: una espátula (Platalea leucorodia)

De frente, enseña su curioso pico
Otra estrella de las marismas, un calamón (Porphyrio porphyrio) se estira a la orilla del arroyo
Ésta es la esencia de Doñana: diversidad a raudales, en pocos metros, ánades reales,
porrones comunes, patos colorados, espátulas, calamones, moritos...


En vuelo muestran su elegancia
En un momento dado un individuo joven se puso muy cerca de nosotros
Una gallineta (Gallinula chloropus) quiso salir en la foto junto a la joven espátula
Otra de las especialidades de Doñana: un morito (Plegadis falcinellus)
Otro morito descansando
A lo lejos un garceta (Egretta garzetta) se arrascaba el cuello
De entre los juncos salió una elegante garza imperial (Ardea purpurea)
Con su largo cuello llega a arrascarse a cualquier lado

Otra garza llegó volando, esta vez una real (Ardea cinerea)
Desde otro lugar también pudimos ver una garza, esta vez de cuerpo entero
En aguas más abiertas un grupo de porrones comunes (Aythya ferina)
Entre los juncos chillaba un pequeño zampullín chico (Tachybaptus ruficollis)
Por estar muy vistos, casi no hago caso a los pobres ánades reales (Anas platyrhinchos)
Tres anátidas en una foto, un ganso (Anser anser) y 
porrón común nadando y un ánade real en la orilla
Después de la Rocina comimos en El Acebuche y también nos acercamos a un observatorio. 

Merodeando por el pinar donde comimos había muchos los rabilargos (Cyanopica cyanus)
Inteligentes como sus primas las urracas, sus alas son destellos de color azul
En el pinar donde comimos, los agateadores comunes (Certhia brachydactila),
subían y bajaban por los troncos
De camino a los observatorios, al sol una hembra de tarabilla (Saxicola torquata)
El macho se me puso a tiro justo en frente del primer observatorio
Sus idas y venidas eran con insectos en el pico
El observatorio no dio para mucho, nada nuevo respecto a La Rocina excepto un galápago
En los postes, las salamanquesas (Tarentola mauritanica) tomaban el sol. Como 
era de día adoptaban colores oscuros para calentarse al sol, porque el aire era fresco
También a pleno sol un alcaudón común (Lanius senator) oteaba en busca de insectos
Al final, tras mojarnos los pies en Matalascañas, nos fuimos a las marismas de El Rocío, donde acabamos una intensa jornada de campo con niños. La luz no acompañó, porque se nubló bastante, pero aún así algo vimos. Volveremos.

Junto al paseo marismeño, una espátula removía el fango en busca de invertebrados
De vez en cuando se aseaba. Buscaré el origen de esa anilla que lleva en la pata
En El Rocío las estrellas suelen ser los flamencos (Phoenicopterus roseus)
Los juveniles son menos llamativos
En el agua y las orillas había muchas fochas (Fulica atra)
Patrullando por todos lados los recién llegados milanos negros (Milvus migrans)