sábado, 12 de mayo de 2018

AVES EN PARQUES, PISCINA Y EN LOS CAMINOS

El fin de semana pasado sí que hizo buen tiempo, aunque con alguna tormentilla que nos pilló a la intemperie. Fue el sábado en que cogí la bici con la pequeña y a la vuelta nos encontramos todos en el parque de la piscina. Con la bici vimos un alcaudón común (Lanius senator), en el parque una lagartija rabilarga (Psammodromus algirus) tomaba el sol antes de que se ocultase y en la piscina un ánade real macho (Anas platyrhynchos) descansaba.


A la caza de insectos en una viña abandonada
Un macho de lagartija rabilarga en el bordillo del parque
Después de un baño en la piscina el pato se secó en la orilla
Como es habitual, el domingo, madrugón, esta vez para hacer la primera visita del SACRE. No me entretuve con muchas fotos pero no pude evitar fotografiar una pareja de perdices (Alectoris rufa) huyendo por el camino de Guadalajara y un grupo de avutardas (Otis tarda) en vuelo hacia Los Santos.

Pareja de perdices a la carrera
Avutardas en vuelo de desplazamaiento
En vuelo son muy llamativas por su combinación de blanco y negro... y su enorme tamaño
Antes de comer nos fuimos todos al parque del Molino de Viento, allí un aguilucho cenizo (Circus pygargus) nos sobrevoló, y mientras controlaba que mi hija no se despeñase por el tobogán, hice alguna foto a este esbelto aguilucho.

Aguilucho cenizo

domingo, 6 de mayo de 2018

PRIMAVERA EN APOGEO

No acabó de afianzarse el calor en el largo puente pasado, aunque los síntomas de que llegará los pudimos ver. No pudimos salir mucho por el frío o la lluvia, pero entre algún paseíto que nos hemos podido dar todos y otro que me di yo sólo el miércoles, algo puedo contar.

En el camino de Guadalajara, en la piscina una parejita de pardillos (Carduelis cannabina) se hacía carantoñas, el macho ya con sus mejores galas. También pudimos ver al primer aguilucho cenizo (Circus pygargus) de la temporada y un macho de aguilucho lagunero (Circus aeroginosus).

El macho da semillas a la hembra, será un buen padre...
... así que a buscar más semillas.
Aguilucho lagunero
Aguilucho cenizo, las alas más delgadas y la cola más estrecha
que el otro aguilucho
Los campos están crecidos pero el frío era de febrero
Otro día fuimos por el camino de Pezuela, donde lo que nos entretuvo fue un cernícalo vulgar macho (Falco tinnunculus) que se levantaba de un poste a otro según hacíamos nuestro camino. Desde casa, otra de las señales del calor: un águila calzada (Aquila pennata) de fase oscura.

Atento a cualquier ratón, prefería vigilar posado porque con
tanto viento era mejor no luchar contra él
Nervioso, nos miraba por encima del hombro para tenernos controlados
El color oscuro no es el más frecuente por la zona, tal vez estuviese de paso
Las orquídeas (Ophrys sphegoes) ya dan su color a pesar del frío

Como dije, el miércoles estuve unas horas yo sólo por el campo y el madrugón ayudó a ver cosas interesantes. Lástima que amaneció nublado y la luz no era la mejor para la fotografía.


A la salida del pueblo siempre acompañan los cantos de los jilgueros (Carduelis carduelis)
En seguida, ya en el monte, me encontré con un corzo (Capreolus capreolus)
A los quejigares ya habían llegado los mosquiteros papialbos (Phylloscopus bonelli)
En el pinar un azor (Accipiter gentilis) me echó el ojo y me aguantó un ratito, algo raro
A la salida del pinar un pinzó (Fringilla coelebs) marcaba su territorio
Al final salió el sol, y un conejillo (Oryctolagus cunniculus) lo disfrutó mientras no me
quitaba ni ojo ni oreja
Levanté un aguilucho lagunero macho que se posó a cierta distancia a vigilarme, 
parece igual al que vimos días antes en vuelo
En la carretera, una pequeña culebra acuática viperina (Natrix maura) había sido atropellada
En un cable de teléfono, se lucía una tarabilla común (Saxicola torquata)
ya en casa siempre me gusta tener la cámara a mano porque si uno mira al cielo o a los árboles, puede encontrar de todo. Esa vez, fue la primera águila culebrera (Circaetus gallicus) del año.

Águila culebrera en vuelo de desplazamiento

miércoles, 18 de abril de 2018

FOTOTRAMPEO DE AZOR, GAVILÁN, RATONERO Y BÚHO REAL

Es muy útil que alguien trabaje por uno cuando hace mal tiempo o no puede salir al campo, y hoy vengo a mostrar los resultados de ese trabajo latente. La cámara de fototrampeo ha seguido funcionando bajo la lluvia y la nieve, y mostrando la vida íntima de algunos de los protagonistas alados más poderosos de Santorcaz.
Empiezo con la rapaz de mirada más fiera y penetrante, el pirata de la espesura le bautizó Félix: el azor (Accipiter gentilis). Parece que los territorios ya están cogidos porque en estos meses ya no ha aparecido ningún juvenil, los adultos no quieren competencia en la nueva época de cría que empieza.


Alas anchas y cortas permiten a los azores maniobrar entre la arboleda
Posados tampoco me canso de verlos
Este otro individuo tiene el ojo más anaranjado, más viejo 
En este posadero aprovechan para acicalarse
Con el cielo nublado también son espectaculares

La réplica en miniatura del azor es el gavilán (Accipiter nisus), y si es un macho, más miniatura aún.

Menos que una paloma pero ¡ay! del pájaro que no esté prevenido
Hay otro cazador, pero mucho más tranquilo, y parece que hasta su cuerpo más rechoncho que azores y gavilanes, habla de su carácter. Es el ratonero (Buteo buteo). Pero ojo, no debe ser mal cazador pues es la rapaz más abundante en la zona junto con el cernícalo.

Menos fino y adornado, el humilde ratonero cae simpático siempre
Aquí se lanza al aire quizá en busca de alguna presa
Y aquí extiende alas y cola para aterrizar sin daño
Aquí se ven sus partes ventrales manchadas de color chocolate
Por la noche, se cambian los papeles y el que manda es el búho real o gran duque (Bubo bubo). Del zorro para abajo, para los de pelo, y del azor y ratonero juvenil para abjo, para los de pluma, todos son posibles presas.

En esta foto se ve lo que probablemente sea una reunión de pareja
Justo al anochecer los enormes ojos reflejan el infrarrojo de la cámara. 
Por su pequeño tamaño, éste puede que sea un macho
Éste parece más grande, probablemente la hembra
El mismo que antes ya posado completamente
Como siempre, los más modestos quedan para el final, a parte de gorriones chillones, sólo han salido palomas torcaces (Columba palumbus) y una corneja negra (Corvus corone). Ésta última es la primera vez que se ha dejado ver en el posadero, tras miles de fotos tomadas durante meses. Es cierto que hay pocas, pero son listas e igual se huelen algo raro y no quieren salir retratadas.

Preparándose para aterrizar esta corneja demuestra que es bastante vieja.
No hay más que ver que todos los bordes de sus plumas están rotos y desgastados
Unos segundos sólo, y no volvió a aparecer la más inteligente de las aves de Santorcaz
Con la tormenta, las palomas aguantan el chaparrón con la cabeza gacha
Algo pasarí que tuvieron que salir pitando 
También tienen su elegancia las palomas

martes, 10 de abril de 2018

RASTROS Y HUELLAS EN LA NIEBLA

Entre catarros míos y de la familia, mes y medio sin salir de casa, y este fin de semana el tiempo tampoco acompañaba. No obstante tenía que salir, aunque sólo fuese un poco... Con esa niebla no iba a poder ver mucho, así que obligatoriamente había que fijarse en cosas más humildes de las habituales.

La niebla se pegaba a las zonas más altas.
Con tanta humedad los líquenes están en plena actividad, desplegando sus estructuras reproductoras. En la foto, un ¿Parmelia quercina?
En algunos olivares, los jabalíes escarban para no dejar ni
una sola aceituna sin recoger. Parece que han sido cavados ex profeso
Los enormes hormigueros de hormiga roja (Formica rufa) llaman la atención con 
la brotación de las semillas que no han sido consumidas y abandonadas en los alrededores
El número de hormigas es inmenso
Un corzo debió tener algún problema y sólo quedó los huesos y pelos de una pata
A última hora abrió un poco el cielo y nos atrevimos todos a un corto paseo. Un par de golondrinas y un águila calzada (Aquila pennata) nos hicieron pensar que estábamos en plena primavera, pero no, pronto se cubrió y seguimos con lluvia y frío. Habrá que seguir esperando...

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